Las exequias fúnebres del ex Pdte.
Aylwin, fueron el marco para una serie de discursos, donde personalidades
públicas como la Presidenta Bachelet, o la actual Presidenta del PDC, Carolina
Goic, instalaron en el debate nacional,
la necesidad de tomar del extinto don Patricio, alguna de sus señas más
características, el respeto, la tolerancia, su vocación por el dialogo. Yendo
más allá, incluso la senadora Goic, imitó el perdón de Aylwin por las
violaciones a los derechos humanos, pidiendo esta vez perdón por los escándalos
de corrupción, que han aumentado el descrédito en los partidos políticos y en
las instituciones.
Cuanto de ese espíritu de diálogo y
entendimiento, de encuentro en torno al funeral de estado, ha permeado a la
ciudadanía está por verse. Los problemas de nuestra democracia –aunque suene a eslogan
de campaña-, se resuelven con más democracia. Y en momentos en que estamos
inmersos en pleno proceso de discusión constituyente, nada debiera distraernos
como sociedad de la noble y trascendente tarea, de participar en la
construcción de la casa común.
Por todo lo anterior, nada resulta más ajeno al espíritu de diálogo y encuentro, y por qué no decirlo, ajeno al más
puro sentido republicano, que el episodio de la fallida inscripción del pacto
electoral de la Nueva Mayoría en el SERVEL. De verdad que ni los más enconados
adversarios de la alianza de gobierno, daban crédito a lo que pasó. Un autogol
de proporciones, y sin clara formula de solución.
Fingir que estos son “temas políticos”,
que no interesan a la ciudadanía, es otro profundo error. Los ciudadanos están
observando a sus líderes de opinión, a las autoridades políticas, a sus
representantes en los municipios y en el parlamento. Nadie puede deslindar su
responsabilidad en la no inscripción del pacto que permitiría por primera vez
primarias legales a nivel de alcaldías. Por ello, que buscar la solución para
este entuerto, no pasa por la revisión de la decisión original del SERVEL, sino
que pasa por tomar la decisión política de abrir a la decisión ciudadana, qué
liderazgos esperan que los representen mejor.
Sin lugar a dudas, que existen muy
valiosas personas ejerciendo por largas décadas, exitosas experiencias de
gestión urbana y territorial, en muchos municipios de Chile. Estos liderazgos
no están en riesgo en una primaria, sólo se verán fortalecidos y ratificados.
Por el contrario, quienes temen enfrentarse a la opinión ciudadana, son
precisamente quienes no han sabido encarnar los más caros anhelos ciudadanos, y
no pueden exhibir éxitos de gestión. En el peor de los casos, tenemos aquéllos
que no sólo no han cumplido con la ciudadanía por no tener una gestión eficaz y
eficiente, sino además, exhiben sólo conflictos y judicialización durante sus
mandatos.
El coraje de pedir perdón que tuvo en
su oportunidad el Presidente Aylwin, los gestos de la Presidenta de la
República para resaltar la vigencia de valores que encarnó el ex gobernante, y
las palabras de la Presidenta del PDC, conminando a los dirigentes políticos a
hacerse cargo de las innumerables veces en que se ha actuado al margen de la
ciudadanía. Más que simples declaraciones, constituyen en sí hechos políticos
que deben producir en el corto plazo un cambio profundo en la forma en que se
relacionan los partidos y sus dirigentes con el electorado al que dicen
representar. El reclamo por más transparencia, más participación, por
descentralizar las decisiones, ha llegado para quedarse, y se debe dar
respuesta ahora, en lo inmediato, aprobando la realización de primarias para
definir los cargos de votación popular.
Cómo salen del atolladero los
partidos de la Nueva Mayoría? Resolviendo realizar primarias en todo lugar
donde exista más de un contendor para un mismo cargo. Abrirse al escrutinio
público desde la partida, dejar que los ciudadanos decidan, no sólo los del
Gran Santiago, como ha sido hasta ahora, en decisiones cupulares que adopta una
minoría de dirigentes políticos, a la usanza del siglo XIX.
Nuestra democracia se fortalece y se
protege con más democracia. Si queremos en serio que todos y todas construyan
la casa común, hay que devolver al pueblo lo que al pueblo pertenece, es éste
la fuente y el origen del poder en una sociedad democrática. Deben ser los ciudadanos
y ciudadanas quienes a través de primarias
elijan a sus candidatos. Sólo así habremos honrado la memoria de quienes
ofrendaron sus vidas para recuperar la libertad y derrotar la dictadura.
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