domingo, 27 de diciembre de 2020

JUVENTUD ACUMULADA

                         No se de donde proviene la frase, se la escuché por primera vez a la presidenta Michelle Bachelet, aludiendo en forma divertida, a la edad madura, y a la edad en general. El tema ha motivado esta reflexión, viendo en distintos ámbitos del quehacer mundial, como hombres y mujeres, que superan los 70 años, continúan sus carreras profesionales, en la ciencia, en las letras, en el cine o en la política. Anthony Hopkins, Clint Eastwood, Morgan Freeman, la gran Sofia Loren, por nombrar algunos. El presidente electo de los Estados Unidos Joe Biden, su rival derrotado, y actual presidente Donald Trump. El Papa Francisco, Los Rolling Stones. El presidente Ricardo Lagos, la senadora Allende, Insulza, Carlos Montes, entre muchos otros. Son la muestra de que las personas pueden aspirar a continuar activas mas allá de la famosa, edad de jubilación. La que como es sabido de jubilosa tiene poco.

                        Es inevitable mirar el pasado, es imprescindible conocer nuestra historia, de donde venimos. Tanto a nivel personal, como a nivel social e histórico. Siempre me gustó leer a un escritor excepcional, de pluma ágil y punzante, don Joaquín Edwards Bello. Entre muchísimos otros temas, él escribió una columna sobre su cumple número 70. En el siglo pasado tuve ocasión de leer varias décadas de sus escritos en Diario La Nación, en los diarios mismos, conservados en la Biblioteca Nacional. Conservé una copia de ésta que es del jueves 6 de junio de 1957. Parte así “En mayo de 1887 me bautizaron en la iglesia del Espíritu Santo en Valparaíso. En el sitio de la iglesia se levanta hoy un edificio de departamentos. Donde menos se nota el Espíritu Santo. Un buen par de zapatos valía dos pesos. Nací en la calle del Teatro, donde estaba el Teatro Odeón, que el año anterior había inaugurado las tandas a chaucha.” … En otro párrafo señala “En cuanto a mí concierne, quiero vivir hasta ver en que para lo de la bomba atómica, lo de la paz universal, y lo del metropolitano de Santiago”. “Me queda micho cerebro por estrenar. Azorín aseguró que escribimos por vanidad. Yo escribo para llamar la atención. Si no llamara la atención, ya me habrían chiflado del diario. Si no escribiera estaría muerto. El filósofo Kierkegaard decía,” Scherezade, de las Mil y una Noches, salvó su vida contando fábulas al Sultán. Yo salvo la mía escribiendo fábulas”.

                        En otra parte “He sobrepasado el término medio de la vida del ciudadano de mi tierra. He pasado lejos el largo de la vida del hermano conejo, que vive 5 años. De los hermanos perro y cabra, que viene 15 años. Del caballo que vive 25 y del camello y el león que viven 40 años.” Del gato don Joaquín escribe “El gato suele vivir veinte años, Hasta los diez goza de terribles crisis de amor. En adelante contempla su pasado de aventuras como el Abate Casanova, y duerme.  A veces, como el perro, sueña y tiene pesadillas. Amado Nervo dijo del gato “Diez años de aventuras voluptuosas y diez de contemplación”

                        ¿Cuál es el secreto para alcanzar una larga vida?, don Joaquín nos dice “No creo em secretas ni en sistemas especiales. El señor Churchill, es un fenómeno de vitalidad. Ha fumado un habano grande como la torre Eiffel y cantidades navegables de whisky. En mi caso bebo a veces, nunca de noche, Nadie me quita el derecho a dormir desde las nueve o diez. No tengo auto. No les dé por regalarme un Cadillac. Nada envejece tanto como el automóvil.” “…No creo en las virtudes de la jalea real. Las industriosas abejas viven solamente un año. Consejos: No hablar de clínicas ni hospitales. Tratar con gente alegre. Tratar solamente con aquellos tipos pesados que no se puedan evitar. “…Andar y andar a pie, es gran preservativo. Hablar bastante es un buen purgante”.

                                    Esta semana se conoció el caso, del ingeniero colombiano Lucio Chiquito de 104 años, que terminó su tesis de doctorado en la Universidad de Manchester, Inglaterra después de haberla dejado durante 30 años.  En ella entrega una solución a un problema no resuelto desde hace 100 años, sobre como determinar la cantidad de agua que se puede extraer de un río, para cualquier uso. Personas como esta hay en todas partes. Por cierto, también en Chile, y en Magallanes. Son, como don Joaquín Edwards Bello, verdaderos ejemplos para las generaciones nacidas en las últimas décadas del siglo XX y en los inicios del siglo XXI. Son los abuelos, en otros casos los padres, quienes vencieron guerras, superaron catástrofes naturales, derrotaron dictaduras, y también cumplieron con sus estudios y su trabajo. Y más encima construyeron familias, y criaron hijos, que ahora se preparan para tomar la posta.  No es poca cosa, lo que han hecho nuestros mayores. Lo hicieron y siguen dando, ejemplo de coraje, de entrega, de esfuerzo, de generosidad. En este término de año 2020, mi agradecimiento eterno a nuestros padres y abuelos, sin cuyo cuidado y devoción, no andaríamos por estos lados.

Ernesto Sepúlveda Tornero

domingo, 20 de diciembre de 2020

ADVENTUS

              Para todo el mundo cristiano, vivimos en esta época, un período de espera, un tiempo de preparación. Un tiempo que se denomina “adviento” o “adventus”, que significa venida o llegada. Se refiere al período que comprende los cuatro domingos anteriores a la navidad. Entre tanta publicidad navideña, invitando a comprar y comprar sin parar, se pierde de vista el verdadero sentido de esta época.  Es un tiempo de paz, un tiempo que llama al recogimiento y a compartir en familia. Buscar el cobijo y el abrigo, que da el cariño, la compañía, el amor.

            Este año 2020, que ha significado tantas preocupaciones, tanto sufrimiento, por la pandemia Covid, también ha significado, el renacer de la esperanza, la generosidad, la solidaridad. Cientos de miles de personas han hecho esfuerzos titánicos, para salvar vidas, en todo el territorio. Personas de todos los credos religiosos, de todos lo colores políticos, hermanados por lo esencial, por lo trascendente, nuestro deseo de vivir.

            De seguro, todos nosotros, pese a las circunstancias difíciles que nos ha traído la pandemia, vamos a dejar todo de lado, para dar un momento de alegría a nuestros seres queridos, a nuestros amigos. Eso nos sale del alma. Lo hacemos con agrado, con gusto. Pero este año que nos ha mostrado, lo pequeños, los débiles e indefensos que somos, debemos hacer algo más. Llevar un poco de alegría a aquellos que nadie irá a ver, a los que viven en asilos de ancianos, a los vecinos mayores sin familia, a tantos pequeños cuyos padres viven la cesantía o la pobreza. Esto no tiene que ver con quienes somos, sino con quienes queremos ser. Creo que los que seguimos aún por estos lados, les debemos eso, a todos aquellos que tuvieron que partir.

            En este tiempo en que el corazón parece estar mas llano, al afecto, al cariño, a la amistad, tenemos la oportunidad también de mejorar nuestra convivencia cívica. Hemos cumplido ya un año de enfrentamientos, sin cuartel, entre bandos que parecen irreconciliables. Y la verdad de las cosas, es que si nos ponemos a hilar fino, en lo trascendente, en lo esencial, todos nosotros coincidimos. Amamos la vida, a nuestros hijos y seres queridos. Todos nosotros queremos lo mejor para Chile, lo mejor para nuestra región, para  nuestro barrio. Y si es así, ¿por qué nos cuesta tanto ponernos de acuerdo?, por qué la definición de quienes somos, pasa por definir contra quien estamos? Puestos en un tránsito histórico, este año 2020, estamos obligados a encontrar caminos de entendimiento. Es nuestra única alternativa, al quiebre definitivo de la convivencia.

            Miramos con esperanzas el futuro. Aun en este contexto de pandemia que nos sigue afligiendo. Próximamente llega a Chile,  la vacuna Pfizer, la misma que se ha empezado a aplicar en Inglaterra, y pronto por toda Europa. La inmensa mayoría de los chilenos, nos hemos dedicado, con entusiasmo a criticar el pésimo gobierno, sus cifras de aprobación ínfimas así lo demuestran. Pero hay que reconocer que cuando no se esperaba gran cosa de ellos, la gestión comercial de las vacunas, la hicieron bien. Asegurar 84 millones de vacunas para inocular a una población estimada de 15 millones de personas, es un tremendo éxito, que debe reconocerse. Después veremos cuantos le costó al erario fiscal, pero no era tiempo de andarse con medias tintas.

            Y eso, que aparece como algo natural, el reconocer el bien que puede hacer el otro, aunque sea nuestro acérrimo adversario, es algo ausente de la vida pública. Y vemos como suben o bajan personajes, destacando únicamente lo insolente, o lo incendiario que se pueda ser. Por el contrario, yo quiero destacar ese hecho positivo, para ver si otros se animan también, y llegamos en un día no lejano a ponernos de acuerdo, en lo que nos interesa a todos.

            La vacuna es una de esas cosas. Y quiero que todas las personas que están en la población objetivo, vale decir los mayores de 16 años, no dejen de vacunarse. La vacuna está desarrollada siguiendo rigurosos y comprobados procedimientos científicos. Según publicaron esta semana, diversos medios, la vacuna se denomina BNT 162B2, desarrollada por la compañía estadounidense Pfizer y la firma biotecnológica alemana BionTech. La vacuna contiene una secuencia genética, creada en laboratorio, que  enseña a las células del cuerpo a producir proteínas similares a SARS-COV-2, esto lleva al sistema inmunológico a reconocer la amenazas y crea una respuesta que protege a las personas de futuras infecciones.

            Según publica BBC esta semana, el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y enfermedades infecciosas de Estados Unidos, ha explicado “Que la inmunidad completa al virus, se desarrolla entre una semana a 10 días después de que las personas obtienen la segunda dosis de vacuna”.

            En Chile, las autoridades de salud han informado, que la vacunación se realizará a través de dos dosis, separadas por 21 días entre la primera y la segunda.  Para disipar cualquier temor, sobre efectos secundarios, se ha informado que son los mismos, de cualquier vacuna. Leve enrojecimiento de la piel, del sector inoculado, y ardor. Si se llegaran a presentar estos efectos, concluirían al cabo de un par de días.

            Como podemos ver, dentro de todo lo que ha sucedido, se enciende una luz de esperanza, con las vacunas. No es el final de la pandemia, ni tampoco de las medidas sanitarias. Los expertos coinciden que sólo se podrá conocer, los efectos de la vacuna sobre la pandemia, cuando se logre inocular al menos, al 60% de la población. Por lo que, cuando recibas tu vacuna, debes seguir cuidándote, usar tu mascarilla, respetar el distanciamiento físico, y el lavado frecuente de manos.

            En este tiempo de espera, que estamos viviendo, lo mejor que podemos hacer por los demás y por nosotros mismos, es ser responsables, no sólo cumpliendo los protocolos sanitarios, sino también ser responsables socialmente. Servir, dar algo de nosotros mismos a los demás, no sólo objetos o cosas materiales. Un gesto de afecto, de preocupación por los otros, una llamada, un mensaje, al que está sólo, al que ha perdido algún ser querido. Una palabra de apoyo al que está desesperado, al que no encuentra consuelo. Demos paz y alegría, y las recibiremos multiplicadas por ciento.

Ernesto Sepúlveda Tornero

 

 

domingo, 13 de diciembre de 2020

LIBERTAD PARA MAGALLANES

 Esta semana el presidente anunció que el 21 de diciembre comienza la vacunación contra el COVID19 en Chile. Antes en un punto de prensa, la subsecretaria Daza señaló, “Chile ya tiene la vacuna…”, segundos después completa la oración, diciendo “Es usar mascarilla y el distanciamiento social”. En el primer caso, fue el ministro de Salud, quien dijo lo que muchos sospechaban. Lo de la fecha, fue sólo una “aproximación”, ya que aun falta completar el proceso de autorización y validación en Chile, por el ISP. Ergo vacunas llegarán, pero probablemente no será el 21 de diciembre. Así hemos estado con las medidas contra la pandemia. Y en regiones ha sido peor. El centralismo ha llegado a niveles de ridículo, cuando no son ya los ministros, quienes viajan al territorio, a dictarnos como tenemos que vivir. Ahora lo hacen simples asesores ministeriales. Que, en honor al culto a la autoridad central, son tratados como verdaderos embajadores, con besamanos incluida. Como antes decía, ridículo. Pero a la vez dramático. Esos funcionarios deciden lo que, a las autoridades designadas, no se atreven a decidir. El caso de Magallanes es paradigmático. Han cambiado tres veces de intendente, también el seremi de salud, pero la estrategia de Testeo, Trazabilidad y Aislamiento, la TTA, sigue siendo inefectiva. Más de 100 días de cuarentena y los casos positivos no ceden. Se ha pasado de culpar a las empresas de sectores esenciales, a culpar a los hogares, a las familias. Se dice ahora que los contagios son “domésticos”. Lo paradójico, es que, junto a esa conclusión, se renueva semana a semana, la orden de encierro general. Lo que no sólo impide a las familias airear y ventilar adecuadamente sus casas, sino que nos priva del único período de buen tiempo que tendremos.

                                                   Como es lógico, nadie puede resistir encerrado eternamente en su casa. Y no todos son funcionarios de la administración pública. Ergo, se debe salir a trabajar, a buscar el sustento. Y así lo hacen miles de personas diariamente. La calle se ve llena de autos, y la circulación de personas no para.  Luego las autoridades vuelven a culpar a la población, y renuevan el encierro.

                                                     Pienso en este momento, en los cientos de personas que han salido a protestar en Magallanes, contra las medidas del gobierno. He visto a los transportistas de camiones fleteros, a los peluqueros, y personal de salones de belleza, a los dueños de restaurantes con sus trabajadores. Todas personas que dan la cara, se identifican, van de frente, sólo pidiendo lo que les pertenece. El derecho a trabajar.

                                                           Se requiere de una autoridad regional fuerte. Con el coraje de desafiar al estado central. Con la capacidad de liderar, de ponerse al frente, de encarnar el reclamo mayoritario de quienes vivimos en el territorio.  Nadie, ninguno, tiene la llave para resolver hoy la grave crisis detonada por la pandemia. Es una crisis social y económica profunda, que nos vamos a tardar años en resolver. Sólo ver cómo, nuevamente tendremos que ser los trabajadores, quienes echemos mano a nuestros ahorros, para resolver los problemas que el estado debiera resolver. Con esto no me refiero a que el estado deposite un sueldo a todos los habitantes, y no tengamos que salir de la casa. Me refiero a que es el rol del estado garantizar, las condiciones adecuadas para que todos podamos desarrollar la actividad lícita que hayamos escogido. Sea como emprendedores o como trabajadores.

                                                                Y el tema nos lleva nuevamente, al tipo de autoridades que tenemos. A la necesidad de elegir (cuando podamos), a los más idóneos. Y resulta, que estamos en mitad de la cuarentena, y se deberá decidir las listas para los municipios. Elegir alcalde es un asunto de la mayor importancia. Así como elegir candidatos para una lista a la Convención constituyente. 

                                               Por todo Chile se alzan candidaturas paradigmáticas, me detengo en Valparaíso, donde un líder social, y activista en defensa del agua, Mundaca. Él irá de candidato a gobernador regional.  Allí mismo en Viña del Mar, un connotado abogado, académico, escritor y premio nacional de Humanidades, a la convención constituyente. Don Agustín Esquella, Un hombre notable, que, a sus 76 años, está absolutamente vigente.  Y así por todas partes, surgen personas que quieren hacer un aporte a nuestra sociedad.

                                                Está cada día más claro, de que la centro izquierda va a competir con sus propias ideas, y con sus banderas, en los desafíos electorales. Va quedando mas distante la peregrina idea, de constituir un polo de izquierda. La tesis de volver a los tres tercios, parece haber sido superada por la realidad. Y los partidos tradicionales, pese a que han sido objeto de un bombardeo permanente, de los movimientos y partidos nuevos que les compiten, han prevalecido hasta ahora. Se aprecia un fenómeno peculiar, en los políticos de mas reciente data. Empiezan a parecerse en demasía a quienes criticaban Padecen las mismas luchas de poder internas, purgas de dirigentes, sangría de militantes. Y una sorprendente habilidad para poner por delante, el interés del grupo o la identidad del mismo, por sobre intereses colectivos más amplios.

                                               La posibilidad de constituir un potente polo socialdemócrata, es la noticia de la semana. Mas allá de los resultados electorales que se puedan esperar, en los meses que vienen. Es el punto político, a rescatar de la prolongada crisis. Una sociedad moderna, que debe enfrentar desafíos complejos, que se plasmarán en la nueva constitución, requiere de la construcción de una política de dialogo e inclusión. Y un polo socialdemócrata es el mas adecuado para ser el articulador de ese dialogo.

                                               Es lo que necesitamos con urgencia en la política local, y en las regiones. Dejar atrás los proyectos personales, y avanzar hacia la construcción de los grandes consensos, que nos permitirán superar la pandemia, recuperar la senda de crecimiento, de rehabilitación del empleo, y de mejoramiento de la calidad de vida. 

Ernesto Sepúlveda Tornero

domingo, 6 de diciembre de 2020

GANAR PERDIENDO

 

                        No me refiero al fútbol, tampoco inicio aquí una elegía al gran ídolo, Maradona, que dejara al mundo entero de luto, la semana pasada. Me refiero al triunfo de las ideas, a pesar de que quienes las propugnan, sean derrotados electoralmente. Y esto me viene a la cabeza, a propósito de cómo ha derivado el segundo gobierno de Piñera, hacia algo que nunca quiso ser. A un vehículo que va moviéndose, pero en que el conductor no decide, el rumbo ni el lugar. A lo más acelera, frena, cambia la marcha. Es la sensación de estafa que sienten, legítimamente a mi juicio, los partidarios políticos del presidente. La alianza de gobierno que lo secundó en su deseo de retornar a La Moneda. La sensación de que ganaron las elecciones, para llevar adelante un programa de gobierno distinto, al que se les propuso. Ni más ni menos, uno que perfectamente podría haber llevado adelante un gobierno de sello contrario.

                        No se trata de sumar mecánicamente las iniciativas legales, que el congreso, mayoritariamente opositor, le ha modificado de raíz al presidente. Se trata también de un cierto animus presidencial, donde aflora es prurito de gritar todos los goles. Los propios y los ajenos. La prueba mas evidente, es el proyecto de ley, presentado de apuro por el ejecutivo, para detener la marcha de la segunda reforma constitucional, para un retiro del 10% de las AFP. Simplemente, no se resistió a ver “ganar” a sus adversarios, concretando un segundo retiro de las sacrosantas administradoras de fondos de pensiones. Intentó con un proyecto, que transformaba en préstamo, el retiro, que fijaba un monto reducido a retirar, y con pago de impuestos. Con la batahola que se armó, entre sus propios partidarios, que amenazaban rechazo, y en la oposición que insistía en defender su reforma. El gobierno terminó cediendo en todo, incluso en el pago de impuestos, que ahora serán obligatorios sólo a rentas de un millón y medio y superiores. Toda una estrategia diseñada para retomar el control de la agenda, perdida hace mas de un año, termina reducida sólo al recurso presentado ante el Tribunal Constitucional. Un manotazo de ahogado, incluso si el TC falla en contra, sería una victoria pírrica para el gobierno. Si creía tener la razón, porque abandonó a pocos días su postura, y adhirió con fuerza a la que ayer rechazaba.

                                    Pero también en la oposición, se aplica esto de “ganar perdiendo, o perder ganando”. La lógica del retiro, es una derrota ideológica.  El disponer individualmente, de lo que cada uno ha podido reunir con sus propias fuerzas, sin importar si el de al lado tiene o no tiene. Es el ejemplo más palpable del individualismo. Esa idea, elevada a fuerza natural, por los monetaristas, la base del sistema de libre mercado. Nada más contrario a las ideas del progresismo. Ideas como luchar por un estado de bienestar, financiado por todos, y que consagre y reconozca derechos sociales. La idea de una pensión digna y suficiente, otorgada por un sistema de seguridad social, con universalidad, y financiamiento tripartito. De un paraguazo y con entusiasmo infantil, políticos de plateados cabellos, junto a jóvenes y rozagantes políticos de nuevo cuño, celebrando alborozados, el haber aprobado un nuevo retiro.

                                    Yo creo firmemente en la libertad de las personas, incluso para disponer de sus propios fondos. Pero no celebro como un triunfo que esto suceda, ya que es la constatación del fracaso del estado, en brindar apoyo a vastas masas de personas de la clase media. Un fracaso de las políticas públicas impulsadas por este gobierno, pero también un fracaso de la oposición, que termina claudicando en el mercado la protección social, que el estado debe garantizar.

                                    Como lo vengo repitiendo hace un tiempo, en una mirada histórica, de largo plazo, los tiempos que hoy vivimos en Chile, corresponden a los de un cambio de ciclo. Las frustraciones de al menos un par de generaciones, hacen eclosión ahora, para exigir su parte. No sabemos bien aún, si esas múltiples expresiones de rechazo al orden de cosas, construido en los últimos 30 años, logrará consolidarse como una alternativa política. Las fuerzas del progresismo, las fuerzas de centro izquierda, deben encontrar la forma de conciliar, esas energías de una mayoría insatisfecha, con una propuesta de futuro. Esta propuesta, esta proyección debe ser capaz de rescatar lo mejor de todos. No es momento de maximalismos. Chile no avanzará hacia un modelo chavista, ni a una dictadura de partido único. Tampoco volveremos al gobierno de los ultra ricos y poderosos. Nos queda un enorme espacio, en esas mayorías, trabajadoras, que aspiran a sostener con dignidad a sus familias. Que esperan no pasar zozobras, ni temores, cada vez que se pierde el empleo, o algún familiar enferma.

                                    Hay que asumir con humildad los errores. Ganar con ideas ajenas, no tiene mérito alguno, y es un engaño a los electores. Pero saber conciliar las ideas propias, con las mejores, incluso de los adversarios. Eso, es lo que hace grandes a las naciones.

                                    Es lo que recordaba ayer el presidente Lagos, a propósito de la partida de Tabaré Vásquez ex presidente de Uruguay. “El supo conciliar a sectores distintos, para construir una mayoría. Él supo reconocer que el adversario también podía tener la razón. Ese fue su gran aporte a la democracia en Latinoamérica”.  

Ernesto Sepúlveda Tornero