domingo, 31 de enero de 2021

LA LIBERACIÓN DE AUSCHWITZ

             El pasado 27 de enero, se cumplieron 76 años de la liberación del campo de concentración Auschwitz-Birkenau, ubicado en el sur de Polonia. En medio de las restricciones sanitarias por la pandemia Covid, los actos de conmemoración, se efectuaron de manera virtual.  Se estima que sobreviven solo unas doscientas personas, actualmente, de esos prisioneros que fueron liberados por una patrulla, del Ejército rojo, de la Unión Soviética.  Los relatos que han sido documentados, en un esfuerzo de conservar viva la memoria, son estremecedores. Se trata de la mayor maquinaria, jurídica, judicial, militar, científica e industrial, montada para exterminar, sistemática y planificadamente a un pueblo. No fue aquí la simple y aislada crueldad de algunos integrantes de la cúpula nazi. Por el contrario, fue una práctica metódica, una verdadera política pública, que el régimen nazi aplicó hasta el último día.

            El campo de Auschwitz, fue el mas grande, y mas conocido campo de prisioneros. Pero hubo otros 5 (todos ubicados en Polonia), también diseñados para implementar, la “solución final”, el exterminio de los judíos. Auschwitz inició su construcción el 14 de junio de 1940, con un primer grupo de prisioneros polacos, usados como mano de obra. Fue diseñado con tres bases en su interior. Auschwitz I fue un campo de trabajo. Auschwitz II, como campo de exterminio, inició sus funciones en octubre de 1941, contaba con cámaras de gas y crematorios. Y Auschwitz III, que inició operaciones en mayo de 1942, como mano de obra esclava para la planta química de IG Farben, construida en las cercanías.

             Miles de vagones de tren, que recorrían Europa con perfecta sincronización, alimentaron la máquina de exterminio. A su llegada a Auschwitz, los recibían las luces de fuertes reflectores, ladrido de perros y los gritos de los guardias. Un letrero a la entrada del campo, anunciaba con una crueldad infinita “ARBEIT MACHT FREI”, “El trabajo os hará libres”. Se estima que sólo en Auschwitz-Birkenau, fueron asesinados entre un millón doscientas mil a un millón quinientas mil personas. Pero no sólo judíos, también políticos polacos (comunistas y socialdemócratas), prisioneros de guerra soviéticos, gitanos, homosexuales, personas con discapacidades, católicos y protestantes). Sólo en los campos de Polonia, se estima murieron unos 6 millones de judíos. Las cúpulas nazis se jactaban de haber logrado asesinar en un solo día, a 6 mil prisioneros

            Múltiples historiadores han documentado, que la implementación del asesinato masivo, al exterminio colectivo, se llegó luego de constatar, los efectos psicológicos en las tropas, de los fusilamientos en masa. Soldados y oficiales de la Wehrmacht, reportaban secuelas luego de ejecutar a decenas o a cientos de personas, hombres, mujeres y niños. De allí que los científicos y los médicos nazis, idearon una fórmula que permitiera aumentar el número de muertes, y reducir los efectos en las tropas. Una pieza clave en la máquina de exterminio de Auschwitz y los demás campos de muerte, fue el compuesto químico denominado “Ziklon B”, que era cianuro de hidrógeno cristalino, usado en las cámaras de gas. Este gas era fabricado por el conglomerado químico IG Farben. La mayor industria química del mundo, nacida de la fusión de las alemanas Bayer, Basf y Boechst, la que realizó convenientes y lucrativos negocios con el régimen nazi. En los juicios de Nuremberg, se procesó y sancionó a parte de su cúpula.

                        El comandante de las tropas soviéticas que liberó Auschwitz, refirió que, a su llegada, deambulaban niños, con brazos como alambres, con el vientre hinchado y grandes cabezas. Repetían una y otra vez “No somos judíos, no somos judíos”. En las barracas, el olor nauseabundo de los cadáveres, que nadie había retirado de las literas. Cientos de prisioneros que no entendían, ni creían que estaban siendo liberados. Se encontró galpones llenos de fardos de cabello, clasificado de acuerdo a su calidad. El mas fino, proveniente de bebés y niños pequeños, estaba destinado a rellenar las almohadas de los soldados. El resto, rellenaba sus colchones. Se encontró habitaciones llenas de juguetes, y de ropa de niños. Otra llena de artículos de lujo, como finas carteras, cinturones, bolsos o pantallas, fabricadas con piel humana.

                         La mantención de sitios de memoria, no sólo en Polonia, donde está Auschwitz, y los otros 5 campos de muerte, sino también en Alemania, ha sido un compromiso de los países y sus gobiernos, desde el fin de la guerra. Lo iniciaron las tropas aliadas, quienes llevaron a los habitantes de los pueblos vecinos a los campos, a presenciar el horror que ocurría frente a sus narices. Las nubes de cenizas que salían de los campos día y noche, estaban a simple vista. Hubo una complicidad silenciosa, que es el germen de toda tiranía. Las Organización de Naciones Unidas en 2005, mediante la resolución 60/7, instituyó el día 27 de enero como el “Día Internacional de conmemoración de las víctimas del holocausto”, en recuerdo de ese día 27 de enero de 1945, día de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz.

                 Recientemente la canciller alemana, Angela Merkel, rindió homenaje al teniente coronel Claus Schlenk Von Steuffenberg, y a sus hombres de la “Operación Walkiria”. Ellos protagonizaron en 1944, un atentado con maletín explosivo, que pretendía liquidar a Hitler y a sus principales secuaces. La canciller alemana expresó “Hay momentos en que la desobediencia es obligatoria”, reivindicando el derecho a resistencia en defensa de la democracia y reconociendo como patriotas a Steuffenberg y sus hombres.

               En Polonia, uno de los sobrevivientes el Sr. Marian Turski, en el acto conmemorativo por el 75° aniversario, realizado en 2020, señaló “"Auschwitz no apareció de la nada. Auschwitz se arrastró, paso a paso, se acercó, hasta lo que pasó aquí.  Y eso significa que puede suceder en cualquier parte de la Tierra. Es muy importante: no sean complacientes cuando vean mentiras históricas. No sean complacientes cuando se discrimine a cualquier tipo de minoría. La esencia de la democracia reside en el gobierno de la mayoría, pero que los derechos de las minorías deben ser protegidos. Porque, si te vuelves complaciente, antes de que te des cuenta, 'un Auschwitz' aparecerá repentinamente de la nada y te sobrevendrá a ti y a tus descendientes."

Ernesto Sepúlveda Tornero

domingo, 24 de enero de 2021

UNIDAD Y CORAJE

 

                              Cualquiera sea el contenido de nuestros deseos, para este año 2021, es muy probable, que a muchas personas ya se les han ido cumpliendo. Sobre todo, en el hemisferio norte, donde inician el año, con el esperado cambio de mando en los Estados Unidos.  La tensión producida por los funestos eventos del 6 de enero, con el asalto al Capitolio, sumado a la renuencia de Trump, a aceptar su derrota, fueron generando un estado de ansiedad extremo. Finalmente, la asunción de Joe Biden y Kamala Harris, se produjo sin contratiempos, y con ese sentido del espectáculo, que caracteriza a los norteamericanos. Creo que, a los demócratas del mundo entero, emocionó la ceremonia. Incluso en América Latina, donde no somos particularmente fan del tío Sam, se espera el inicio de una nueva relación. Destacable en el discurso del presidente Biden, su tono, solemne, consciente de que le habla a la historia. Su ferviente llamado a la unidad, y a trabajar todos juntos para sanar el alma del país, de las heridas del racismo, del negacionismo. Su llamado y compromiso a derrotar a la pandemia, en Estados Unidos y en todo el mundo.   Es el tono que esperamos de nuestras autoridades en Chile. Actualmente, el descredito y la falta de adhesión del gobierno, está impactando, en las medidas sanitarias.  Un gobierno que cae y cae en las encuestas, y que ya ha sido atrapado por el frenesí electoral, en sus propias filas, no encuentra ni el tono, ni los rostros para dirigir el último año de gobierno.

                               En Chile, cuando aún no hemos podido controlar los contagios, y en muchos hospitales se encuentran al 100% el uso de las camas clínicas, está fallando el acatamiento de las medidas de restricción sanitaria: Distanciamiento físico, uso de mascarilla, lavado frecuente de manos. Cuanto, de esta falta de acatamiento, corresponde, ¿a una errada forma de rechazo al gobierno? Es lamentable, porque estamos viviendo tiempos desesperados. Son tiempos donde un mínimo sentido de preservación, debiera llevarnos a todos, al respeto estricto de las medidas sanitarias.  Se suceden todos los días, las declaraciones del colegio médico, en cada región, llamando a la población a la responsabilidad. También se repiten las críticas a la gestión sanitaria, que ha sido errática. Por un lado, cuarentenas y por otro, permisos de vacaciones.  

                               En Magallanes, hemos vivido antes que el resto del país, la primera ola de contagios, y ahora, nos encontramos desde ya hace meses en la segunda ola.  El año pasado vivimos los peores momentos, desfasados del resto del país. Gracias a eso, pudimos contar con apoyo de personal que viajó desde distintos lugares del país. En este momento, la situación es diferente, todas las regiones viven momentos críticos, no existe la posibilidad de apoyar o refrescar a los equipos de salud.  Esta semana en un programa de la Tv local, el doctor Jorge Flíes, hizo un llamado urgente al autocuidado, a respetar las medidas sanitarias. Sus palabras sobre el agotamiento del personal de salud, deben hacernos reflexionar como comunidad.  Es lo que corresponde, que quienes aspiran a conducir la región de Magallanes, pongan su capital político a disposición, de la causa de todos. No puede haber campaña electoral, si no hemos logrado terminar esta tarea.  Es un gesto que debe destacarse, del mas probable gobernador regional de Magallanes, continuar trabajando en el hospital. Seguir sirviendo allí donde hoy es la verdadera primera línea. Eso es lo que Magallanes, y el país necesita. Mirar mas el bien común, que el interés particular, o partidista.

                               Un espíritu de unidad, de reconstrucción, como el que trata de encender el presidente Biden en los Estados Unidos. Un espíritu de trabajo conjunto, de esfuerzo, de sacrificio, de gestos altruistas, eso es lo que necesita la sociedad chilena. Dejar atrás la polarización actual, las odiosidades personales, el discurso excluyente, la estigmatización del que piensa distinto. Un espíritu que mire nuestros grandes objetivos comunes, nuestras grandes coincidencias. Es lo que requiere la convención constituyente. Personas dispuestas a aportar con generosidad, sin prejuicios. Y es imprescindible, una ciudadanía informada.

                               Tenemos hoy dos tareas fundamentales. Cumplir todas las medidas sanitarias en forma estricta. Y, estudiar detenidamente, las propuestas de las listas de constituyentes.  El futuro de nuestros hijos depende de las decisiones que tomemos en abril. Mas allá de rostros conocidos, o consignas vistosas, las ideas de futuro, el proyecto de región, el proyecto de país. Nuestra capacidad de crecer y desarrollarnos plena e integralmente como personas, depende de lo que votemos.  

                               Las tareas de hoy, son muy similares en el norte del continente, como en el extremo sur. Un trabajo riguroso, fundado en ciencia y en datos duros, para controlar la pandemia.  Una invitación a construir unidos el futuro común. Y qué será mas importante, que hacer eso desde el territorio mas austral.

              Unidad en Magallanes, para derrotar a la pandemia, para salvar vidas, y Unidad en Magallanes detrás del proyecto del mañana, por la Región que queremos.

Ernesto Sepúlveda Tornero

 

domingo, 17 de enero de 2021

RESPONSABILIDAD: LA UNICA VACUNA

     Estas primeras semanas de 2021, siguen probando nuestros límites como humanidad. La pandemia Covid, sigue afectando con mucha fuerza, y el saldo de personas que han partido, ya supera dos millones de almas en todo el mundo. Los esfuerzos mancomunados, que están haciendo todos los países para acceder a las vacunas, y para inocular a su población, son esfuerzos que nos hermanan. Estamos enfrentando, esta prueba de vida, con nuestras virtudes y nuestros defectos.  Y seguimos viendo la actitud ejemplar de las personas mayores. Son quienes han aceptado, con mejor ánimo, y con mayor paciencia las restricciones sanitarias. En esto, mención especial merecen los trabajadores de los sectores esenciales, que han mantenido la producción de bienes y servicios imprescindibles. Ellos han conseguido actuar con una responsabilidad y disciplina admirables. Sus indicadores sanitarios, tasa de contagios, y respeto de medidas de prevención, son ejemplares.  Gracias a ellos, hemos podido disponer de alimentos, medicamentos, servicios sin los cuales, nuestra vida en pandemia sería una calamidad. Lo anterior, pone de relieve, y de forma deplorable, la actitud irresponsable de ciertos grupos de población, que arman fiestas y celebraciones de todo tipo, sin respetar las medidas sanitarias. Se han comentado, las fiestas de fin de año, en Cachagua. Pero también ha sucedido en Santiago, y otras ciudades del país. Pareciera que, a ciertas personas, les importa más disfrutar con amigos un par de horas, que cuidar a sus padres o abuelos.

                        La estrategia paso a paso, de la autoridad sanitaria, ha despertado muchas críticas, sobre todo, por los denominados permisos de vacaciones. Estos prácticamente permiten recorrer el país, aumentando el riesgo de circulación del virus. En todo caso, está comprobado que las prolongadas cuarentenas, los confinamientos severos, no fueron efectivas. Hoy se está adoptando estas medidas, sujetas a un plazo, lo que encuentra fundamentos técnicos, pero también considera los efectos del prolongado aislamiento.

                        En medio de este panorama, de preocupación y alerta, surgen buenas noticias, que nos llenan de esperanza.  Las campañas de vacunación iniciadas en los países desarrollados, comienzan a producir efectos positivos. Me refiero al caso del estado de Israel, que ha logrado al 14 de enero, vacunar al 25% de su población. Casi dos millones de personas, sobre nueve millones y medio de habitantes. La estrategia adoptada allí fue iniciar la vacunación con el personal de salud y la población de riesgo, sobre 65 años.  Y la noticia relevante, es que han anunciado que, transcurridos 14 días desde la primera dosis, los contagios se han reducido en un 50% en dicha población.  Las autoridades de Israel, han definido como objetivo aplicar 170 mil dosis diarias, para lograr vacunar a 5,2 millones para fines de marzo.

                        Para poner en contexto la cifra de Israel. Hay que considerar que, al 14 de enero, Emiratos Árabes Unidos, ha vacunado al 17% de su población. Bahréin al 6% de su población. Reino Unido al 5,4% de su población. Estados Unidos al 3,7% de su población.

                        De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. En América Latina, los países que más vacunados tenían al 6 de enero de 2021. Chile ha vacunado a 10.699 personas, lo que representa 60 vacunados por cada 100 mil habitantes. Argentina        107.542 vacunados, 240 vacunados por cada 100 mil habitantes. Costa Rica, ha vacunado 9.751 personas, 190 vacunados por cada 100 mil habitantes. México ha vacunado 87.060 personas, 70 vacunados por cada cien mil habitantes.

                         El saludable efecto, constatado en Israel, con la reducción ostensible de la tasa de contagios, posterior a la vacunación, nos da la esperanza, de que, en Chile, se pueda lograr ese mismo efecto. Pero se requiere implementar una campaña de vacunación masiva. Nuestro país, en una gestión acertada del gobierno, se ha adquirido 84 millones de dosis de vacunas. Lo que equivale a 4,4 dosis por cada habitante. México adquirió 179 millones de dosis, que equivale a 1,4 dosis por habitante. Argentina, adquirió 47,4 millones de dosis, que equivale a 1,1 dosis por habitante. Brasil ha adquirido 196 millones de dosis, lo que equivale 0,9 dosis por habitante. Y Colombia ha adquirido 29 millones de dosis, lo que equivale a 0,6 dosis por habitante.

                        En Israel y en Estados Unidos, se ha logrado abarcar a cientos de miles de personas por día, gracias a puntos de vacunación de fácil acceso. En estadios, en garitas de peaje (donde las personas son inoculadas en su auto sin necesidad de bajarse). Con atención las 24 horas del día.

                        Mientras eso no suceda, debemos respetar irrestrictamente las medidas sanitarias. Mascarilla, distanciamiento físico, no asistir a reuniones con más de 5 personas. Ante primeros síntomas, aislamiento inmediato del afectado, y de sus contactos estrechos. Y consulta médica posterior, para aplicación de test PCR. Adicionalmente se puede adquirir, y aplicar Test rápidos, con resultados en minutos, y que son de gran efectividad. Las autoridades de gobierno deberán implementar nuevos planes de ayuda, para las personas y las empresas, anticipando los efectos de una nueva ola, que puede ser mas agresiva que las anteriores. Los organismos financieros internacionales aconsejan, gastar ahora los recursos, y de ser necesario, los países deberán endeudarse y gastar más, para enfrentar los efectos de la pandemia. Esta tarea de largo aliento, no sólo involucra a los gobiernos y a las empresas, también la banca debe participar, flexibilizando las condiciones de crédito, y ayudando a personas y emprendedores. Esto justificaría, en parte, las ganancias fabulosas que siguen obteniendo en medio de la pandemia.        

                        El efecto constatado en estudio efectuado en Israel, a población inoculada, con reducción de un 50% en la tasa de contagio, a los 14 días de vacunadas. Abre una luz muy potente de esperanza, la campaña de inoculación iniciada en Chile, nos puede conducir hacia allá. Mientras tanto, la responsabilidad, es la única vacuna.

Ernesto Sepúlveda Tornero

 

domingo, 10 de enero de 2021

LECCIONES DEL NORTE

 


                               Cuando este 2021, recién comienza, ya los eventos sucedidos dan para escribir un libro. Me refiero a los hechos ocurridos el miércoles 6 de enero en Washington DC, Estados Unidos. Seguramente muchos o casi todos pudieron ver, imágenes de TV inusuales en ese país. Una turba de seguidores de Donald Trump. Irrumpiendo por la fuerza en el Capitolio, la sede del poder legislativo, del país más poderoso del planeta.  Indagando un poco, pude saber que ese día miércoles, el presidente Trump, había convocado a sus partidarios, a un encuentro frente a la Casa Blanca. Evento denominado “Marcha para salvar Estados Unidos”. El encuentro se desarrolló en el parque elipse al sur de la Casa Blanca. Muchos después los medios reportarían, que fueron miles los que se movilizaron desde distintos estados. Por avión y por tren principalmente. Un evento de este tipo, en principio no tiene nada de particular, en políticos que desean despedirse de sus adherentes después de una derrota. Sin embargo, el día fue elegido por una razón particular. Ese mismo día miércoles 6 de enero, en esa misma ciudad, se realizaba un acto trascendental. En el Capitolio, el congreso de los Estados Unidos, votaba para validar los resultados de las elecciones. Una facción republicana, había presentado una moción para anular los resultados de las elecciones.

                               La moción en cuestión, insistía en loas mismas acusaciones sin fundamento, que habían sido rechazadas en cada estado donde fueron presentadas, y desechadas en la Corte Suprema.  En semanas anteriores, el propio Trump, según dan cuenta los medios. Contactó a encargados electorales, e incluso a gobernadores, para que le “Consigan 11 mil votos que le faltaban”.  Un total y completo despropósito. Según un testigo de los hechos, el cronista para New York Times y el Washington Post, Peter Baker, el presidente Trump, en el discurso a sus seguidores. Reiteró su victoria en las elecciones, e insistió en que había un fraude en curso. “Nunca nos rendiremos”, “Nunca cederemos. Eso no pasará. No se concede cuando se trata de un robo. Nuestro país ya ha tenido suficiente. No lo soportaremos más, y de eso se trata todo esto”.  Después de incitar a sus partidarios, estos marcharon en masa al Capítolio.

                                  La violencia desplegada por la turba, es algo inédito en la historia de los Estados Unidos, remontándose al ataque y toma del Capitolio por los ingleses en 1814, un evento similar. La votación del congreso fue interrumpida a las 2,15 PM, seguridad debió evacuar al vicepresidente Mike Pence, que se encontraba en ese momento en el Senado. Los demás congresistas, se atrincheraron en sus oficinas. Mientras la turba quedaba momentáneamente en control de las salas de sesiones de ambas cámaras. Las escenas donde la turba trató de ingresar por la fuerza donde estaban los congresistas, terminaron con el disparo que debió efectuar la policía del Capitolio.  

                               Con lo que no contaba Trump, es que esta acción criminal y golpista, produjo un efecto contrario. Importantes liderazgos del partido republicano en el congreso, rechazaron enérgicamente el ataque sedicioso. Frases como “Es contrario a la democracia”, “Es una vergüenza”, “Esto no es lo que somos como país”. Sus propios asesores de la Casa Blanca, empezaron a renunciar, para no ser arrastrados en la locura en curso. Lo mas significativo fue que tanto el Vice presidente Mike Pence como el líder republicano Mitch McConnel, rechazaron el intento por anular la elección. De forma inusual, la alcaldesa de Washington, dispuso el toque de queda desde las 18,00 hasta las 6,00 del día jueves La votación se retomó, pese a la violencia, y a la gravedad de los hechos. Por decisión unánime de los congresistas. Y al cabo de una jornada histórica, de madrugada terminó la votación, que validó por amplia mayoría el resultado de las elecciones. Se ratifica el triunfo de Joseph R. Biden como presidente y Kamala Harris como vice presidenta de los Estados Unidos.

                               ¿Cómo puede explicarse que, en la democracia más antigua del mundo, suceda algo así? Según cita el portal de BBC News mundo, en entrevista al profesor de gobernabilidad, de la Universidad de Harvard Steven Levistky. “Este es un intento fallido de autogolpe. Si lo comparamos con movimientos similares en Latinoamérica, este fracasó porque ni contó con el apoyo de los militares”. Consultado sobre el origen de esta violencia, el profesor Levitsky, señala “Donald Trump y muchos líderes republicanos, han estado incitando, mintiendo a la base, diciendo los demócratas están arruinando el país”, “Al perder la elección ellos continúan mintiendo, desacreditando la legitimidad de la democracia”.

                               El autogolpe fallido, según este estudioso de Harvard, encuentra su origen en la propaganda, en el discurso incendiario, que machacó durante 5 años mentira, tras mentira, para demoler a sus adversarios. El uso de las redes sociales para difundir noticias falsas, para agredir u ofender a otros, fue llevado al extremo. Ejércitos de bots, páginas controladas desde el extranjero, y un grupo de partidarios, acérrimos. Medios de comunicación controlados por amigos o socios de negocios. Una fórmula aplicada del mismo modo, también en estas latitudes.  

                               La estrategia de Donald Trump fue un fracaso rotundo. No logró apabullar y anular con sus mentiras, y su discurso insultante a Joe Biden. Como sí lo logró hacer con Hillary Clinton en 2016. Esta vez, ni los millonarios recursos, ni las acusaciones falsas, ni el discurso de odio le sirvieron. Fue derrotado por amplia mayoría tanto en el número de electores, como en el voto popular. Además, Joe Biden, conquista la mayoría en el senado y la mantiene en la cámara de representantes, lo que no sucedía hace décadas.

                               ¿Qué lecciones podemos sacar, de todo esto? Lo que no deja como lección a los demócratas de todo el mundo, es que en la democracia no hay que dar nada por descontado. El discurso está constituido por palabras. Cuando el discurso político se construye en base, a sentencias, “La gente no quiere más políticos”, “La gente no quiere a los mismos de siempre”,  “La gente no quiere más viejos”, “La gente no quiere más extranjeros”. La gente no quiere más a estos o aquellos. ¿La pregunta es quien decide lo que la gente quiere? Es un community manager de una ONG, un partido político que invierte mucho en publicidad. ¿Será la figura con más like en Instagram? El youtuber con más suscriptores.?  El discurso excluyente y prejuicioso se funda en simples juicios de valor, en prejuicios, incluso en fobias.

                               De seguro a cierto buenismo progre, no le gustará aparecer junto a los partidarios de Donald Trump. No se ve bonito. Pero así no más se ven, cuando construyen si discurso en base a descalificaciones, en prejuicios, o cuando no verifican informaciones a todas luces falsas. Para la salud de nuestra democracia, hay que partir por allí.  Cuidar el lenguaje, tratarnos con respeto, y debatir con argumentos. Y ya sabremos después, quien es del gusto de “la gente”, cuando se cuenten los votos. Y respetar el resultado. Esa es la esencia de todo en democracia.

Ernesto Sepúlveda Tornero

domingo, 3 de enero de 2021

LA AVALANCHA ELECTORAL

                                                           

                     Sin mucho buen juicio, y apelando en todo momento a las mas variadas razones, nuestras autoridades políticas, postergaron varios eventos electorales de 2020, los que terminaron indefectiblemente en el 2021. Es así, que nos vemos ya enfrentados a las más variadas convocatorias, todas de suma importancia, las que por angas o por mangas, terminaron amontonándose en el nuevo año. Las vamos a enumerar, para que nadie se quede sin participar, o sin saberlo, al menos. 11 de enero: plazo final para inscripción de candidaturas, y 11 de abril: elecciones generales (gobernadores regionales, alcaldes, concejales, convencionales constituyentes)

5 de mayo: plazo final para inscripción de candidatos presidenciales

9 de mayo: eventual segunda vuelta de gobernadores regionales

4 de julio: primarias presidenciales

21 de noviembre: elecciones generales (presidente, senadores, diputados, consejeros regionales)

19 de diciembre: eventual segunda vuelta presidencial

                        A este calendario se suman otras votaciones, que son acordadas o convenidas por los partidos o movimientos sociales. De las cuales sólo en Magallanes, ya se han efectuado dos. Una para elegir a candidatos, para una lista de las listas de independientes, a la convención constituyente. La otra se efectuó este domingo, para elegir al candidato a alcalde de la oposición en Punta Arenas.

                        Hay que reconocer, que al menos en Magallanes, nos gusta esto de ir a votar. Incluso a las votaciones convencionales, va mínimo 4 mil personas y de ahí para arriba. En esta ocasión se hizo con el triunfo el concejal del FA, Arturo Diaz. Es digno de destacar el espíritu cívico, personas haciendo la fila, fuera de los locales de las JJVV, con viento y chubascos ocasionales. No hay caso, nos gusta participar. Ya será hora de que quienes asumen las candidaturas, respondan al interés y entusiasmo de la gente. Lo que menos se necesita es liderazgos populistas o despóticos, de esos ha habido ya, y no nos gustan.

                        Quizás el desafío mas importante que enfrentamos, como país, es valorar adecuadamente el sistema democrático. Hemos iniciado un proceso constituyente, que requiere de buenos candidatos, gente honesta y trabajadora, emprendedores, gente de la ciencia y la cultura. No sólo políticos profesionales. Lamentablemente, el plazo de inscripción de candidaturas vence, muy pronto, el 11 de enero. Y con toda seguridad, habrá muchos que quedarán sin inscribir candidaturas, por no cumplir con el número de firmas. Se avanzó mucho en ese plano, sólo se exigía patrocinios electrónicos, a través de la clave única. No se obligaba a concurrir a un notario, somo sí se exige para patrocinar candidaturas a los demás cargos de elección popular. Pero aún con esa facilidad, muchas personas que no militan en partidos, y quisieron inscribirse, van a quedar en la estacada. Esto nos lleva a pensar, que se requiere una mayor valoración del sistema de partidos políticos. Ellos son los órganos encargados de canalizar la participación ciudadana. No militar está bien, nadie está obligado, y en buena hora, existe libertad de afiliación. Pero, el sólo hecho de no tener militancia política, no otorga ninguna credencial, ni virtud especial. Y las personas deberán ganarse su espacio en la vida pública, a través de su participación activa, sea militando en partidos, o en movimientos sociales, en gremios, u otros. La vida política de un país, con un sistema democrático se nutre de esa participación. Ninguna autoridad política, adquiere esa condición ni por herencia, ni por la gran fortuna que posee. Y, asimismo, ningún vecino por simpático o bien intencionado que sea, llegará al concejo municipal, o a la convención constituyente, si no reúne los votos suficientes.

                        En el tiempo actual, vemos que en redes sociales se ataca sin piedad, a unos por ser “amarillos”, ex concerta, otros por ser defensores del sistema neoliberal, otros por no ser lo suficientemente radicales o revolucionarios. Disputas bizantinas, acerca de quien o quienes son los que realmente encarnan al pueblo. Discusiones que en el pasado ya se dieron, con igual vehemencia, e incluso con encono. Sólo a un destino conducen, al de la dispersión y desintegración de las fuerzas políticas. La idea de una sociedad de derechos, seguirá siendo una utopía, si no se construyen amplios y sólidos acuerdos. No hay nada más transformador que construir colectivamente. En Chile, eso es una exigencia transversal. Quien no quiera oír, o entender, no conseguirá la adhesión mayoritaria, que permite alcanzar el poder político en democracia.

                        Se requiere oxigenar los ambientes para combatir la pandemia Covid. En política pasa lo mismo. No hay mejor antiviral, que una buena participación electoral. Pero necesitamos entusiasmarnos, enganchar con alguien que nos mueva. Y yo creo que esa persona está. Una cara nueva, como lo pide la gente, una mujer joven y empeñosa. Una persona con experiencia, pero con una mirada integradora. Una persona que nos permita encantarnos de nuevo con lo público, un liderazgo transversal, que se libere de las etiquetas del pasado. Que nos entregue una alternativa, capaz de mirar más allá de la confrontación y polarización actual, y nos permita eso que Chile tanto necesita, el re encuentro, la reconstrucción de confianzas, y de la amistad cívica.

                        Partiendo el año, ya con una votación en el cuerpo, esperanzado en que florezca la opción de esta persona tan especial. Y tengamos pronto, a Paula Narváez, como candidata presidencial.

Ernesto Sepúlveda Tornero.