domingo, 28 de marzo de 2021

PAUTAS PARA DECIDIR

                         Las elecciones de 10 y 11 abril, hoy se discute posponerlas, por las cifras Covid de las regiones más populosas del país. El consejo técnico asesor, nombrado por el gobierno, entre los que integra el colegio médico, así lo propuso. No existe acuerdo en el mundo político, entre el presidente que es de la idea de hacerlas en mayo, y los partidos de oposición, que plantean agregar un día más en abril. Incluso introduciendo bloques horarios. Para un ciudadano de a pie, que no es epidemiólogo, ni tampoco médico, resulta paradójico, que no se considere el escaso impacto en el aumento de contagios, que tuvo la votación del 25 de octubre de 2020. Votación de alta concurrencia, que incluso en Magallanes, se hizo en plena cuarentena. En otras palabras, no existe indicios, de que esa jornada electoral haya empeorado las cifras Covid. Mas bien, pareciera haber incidido en el empeoramiento, los permisos de vacaciones, el relajo de controles, proliferación de fiestas, reuniones sociales, y el retorno masivo del gran comercio.

                        Cualquiera haya sido el origen del aumento de casos Covid, en la región metropolitana, Valparaíso y Temuco, no resulta muy convincente, que la sola postergación de las elecciones, vaya a traer alivio, y mejoría de su condición sanitaria. Resulta increíble, que existiendo un proyecto en trámite hace varios meses, el parlamento y el ejecutivo, no hayan dado prioridad al establecimiento del voto a distancia. El voto postal, que existe en muchos países desarrollados, y funciona exitosamente, garantiza el distanciamiento absoluto entre electores. Cero contactos físicos, cero contactos con la urna, cero filas, cero aglomeraciones. Es un paso, que Chile debe dar, mas allá de la contingencia actual. Pero es urgente que se legisle, ampliando el abanico de posibilidades. Ya que por mucha fe que se le tenga a los expertos, o a la carismática presidenta del colegio médico, ninguna autoridad ni experto, puede fijar a ciencia cierta, una fecha efectivamente segura para votar.

                                    Sea en abril, o sea que se postergue para mayo la votación, el caso es que los electores enfrentaremos cuatro votaciones distintas. La elección de constituyentes, la de gobernadores regionales, alcaldes y concejales. Serán cuatro papeletas distintas, todas con un alto número de opciones. Lo importante, es que, para decidir entre esas opciones, concurramos informados.  En Magallanes, la pauta de decisión, son los aportes realizados a la región. Sea en el plano de gestión, en el plano social, académico, cultural. Si se trata de candidatos que ejercieron cargos públicos, cuales fueron sus aportes al desarrollo regional. En ese sentido, la elección que parece estar más clara, es la de gobernador regional. Los avances conseguidos en el período 2014 al 2018, con el plan de zonas extremas, y la consolidación de los proyectos que han continuado su ejecución hasta el día de hoy, posicionan al ex intendente Jorge Flíes como el candidato, con mayores realizaciones a su haber. Esto tiene particular importancia, en este momento, en que debemos proyectar la estrategia de desarrollo regional para el próximo decenio. Detrás de esta alternativa, se han congregado trabajadores, emprendedores, dirigentes sociales, jóvenes y estudiantes, representantes de la academia y la ciencia. El proyecto #LaRegiónQueQueremos, trasciende a las categorías políticas tradicionales, y por su transversalidad, está llamado a marcar una impronta, que servirá de pauta para las demás regiones extremas.

                                    Tanto en materia de control de la pandemia, como en materia de desarrollo regional, se requiere aunar esfuerzos, se requiere consensuar posiciones, y ejercer liderazgo. Es lo que nos ha faltado como país, durante la actual administración. Y lo necesitamos con urgencia, una autoridad que no tema tomar decisiones, que sea capaz de escuchar a todos, pero que cuando corresponda sea capaz de dirigir. Gobernar no consiste, solo en controlar el aparato público, se debe saber encantar a la sociedad civil, conducir a una comunidad, que se sienta partícipe de los desafíos, y consciente de las falencias. Como el pueblo que somos, sólo así, lograremos el desarrollo, sólo así lograremos el bienestar, sólo así lograremos la felicidad.

Ernesto Sepúlveda

                       

 

domingo, 21 de marzo de 2021

PALABRAS QUE SANEN

 

                                    En la última semana, han hecho noticias las expresiones de la presidenta del colegio médico, Izkia Siches. En un podcast difundido ampliamente, desliza duras palabras para referirse a las autoridades de gobierno, y su manejo de la pandemia. Varios de los aludidos reaccionaron enérgicamente, por considerar insultantes dichas expresiones. Y se ha generado una discusión en redes sociales, acerca de la pertinencia de ellas, y si corresponde a un debate, donde se dicen las cosas por su nombre. O constituyen mas bien, meros insultos dirigidos a quienes no tienes enfrente en ese momento. Se coordinó una declaración de reclamo, suscrita por los directores de servicios de salud, de todo el país. Y la ministra vocera, que también es médico, emitió una declaración suscrita en esa calidad, donde criticaba fuertemente a la doctora Siches. Unas expresiones motivadas por la molestia y la frustración de lidiar, con un gobierno indolente, fueron aprovechadas por el mismo gobierno, para infringirle una derrota política, a quien ha sido su mas tenaz crítica por la gestión sanitaria.

                                    El tema en cuestión, no debiera ocupar ningún segundo en pantalla ni en los otros medios. Se trata de expresiones ofensivas, que era fácil de prever, provocarían una reacción. Constituyen un despropósito, y no hay vuelta que darle. Porque nos distraen de nuestro objetivo principal, el esfuerzo por controlar la pandemia. Me incluyo dentro de los muchísimos que admiran a la doctora Siches, por algo ha sido incluida entre las 100 mujeres más importantes por la revista Time. Pero la admiración no nos puede cegar. Fue un error y se debe reconocer. Lamentablemente, la incapacidad de autocrítica, campea a ambos lados del espectro político. Y es notoriamente escasa, entre quienes aspiran a dirigir el país. Si uno se resbala, ahí está el resto abalanzándose encima, para pisotearlo o patearlo en el suelo.

                                    Aunque a ratos, parece algo pasado de moda, el respeto, el guardar las formas, es necesario para mejorar nuestra vida en sociedad. Es imprescindible en quienes dirigen y conviven en la actividad política. Los líderes políticos y sociales, tienen un primer deber, y es el contribuir con sus palabras y su actuar, a un clima de entendimiento y de paz. No es legítimo usar un lenguaje insultante, o denigrante, sólo para captar la atención. La degradación del adversario, el ataque a las minorías, está a la base de los totalitarismos que desangraron el planeta en el siglo XX. No hay que tomarlo con ligereza.       Y debemos estar atentos a identificar, a esos hombre y mujeres de la política, que hacen su discurso, en base a la descalificación de los otros. Los que fomentan la animosidad, cuando no, derechamente el odio, hacia los otros, no están en la senda de construir una sociedad mejor para todos y todas.

                                    No se trata de ocultar, de disimular, o de negar nuestras diferencias políticas, sociales, económicas, religiosas, por el contrario, se trata de reconocerlas y aceptarlas. La discusión democrática que iniciaremos este año, en la convención constituyente, se realizará así. Ningún sector podrá invisibilizar, ignorar, prohibir o suprimir al otro. En este momento cúlmine de nuestras vidas, cuando libramos una batalla sin igual, por nuestra sobrevivencia, estamos obligados a entendernos, a aceptarnos.

                                       Mirando nuestro trágico pasado histórico, creo que la forma de honrar a nuestros héroes y mártires, es haciendo que triunfe la cultura de la vida, por sobre la cultura de la muerte. Haciendo que brille la verdad, por sobre las tinieblas de la mentira y el engaño.  Debemos mirar al país, a nuestra comunidad de Magallanes, como miramos a nuestros hijos e hijas. Con qué amor y dedicación los cuidamos. Qué no hacemos, ¿qué no haríamos por ellos? Esa es la verdadera revolución. Ver a la sociedad, a la comunidad, como a nuestra propia familia. Velar por los otros, cómo velaban nuestros padres por nosotros mismos. Eso es lo radical, es lo más comprometido, lo más progresista, y a la vez lo más moderno e innovador. Mirar la esfera pública, como el lugar donde se comparte y se construye, para que mejoremos todos. Actuar con altruismo, hacer las cosas por la satisfacción de hacer lo correcto, porque es lo que debe hacerse, y no hacerlo, por codicia o por competir con los otros.

                                        Las nuevas respuestas, para las nuevas preguntas, las encontraremos de ese modo. Cuando nos demos cuenta, perderemos menos tiempo dando explicaciones o pidiendo disculpas, por lo que dijimos o dejamos de decir.

Ernesto Sepúlveda

domingo, 14 de marzo de 2021

ADIOS EN MARZO

                             

                              Un nuevo 11 de marzo ya pasó. La fecha que marca el ciclo anual de los gobiernos, y donde se miden los avances en sus compromisos. Para ser honestos, creo que hace rato, ese barómetro de la gestión, ha dejado de tener importancia para este gobierno. En su defensa se puede decir, que ha tenido que enfrentar un período de convulsión social, que no se conocía desde los años 70’. Este gobierno en particular, no estaba preparado para enfrentar el “Estallido social” de octubre de 2019. Otro gobierno de gerentes y de ingenieros, que se ve sorprendido por las ciencias sociales. Queda una enorme duda, de si alguno de los gobiernos que lo precedieron, con una postura progresista o centro izquierdista, lo habría hecho mejor. Pero, como esta columna es de análisis y no es un oráculo adivinatorio, dejemos establecido, de que nadie estaba preparado, para la magnitud, el alcance y masividad de octubre de 2019. Por otra parte, y también abonando, a título meramente explicativo, de la marcha del gobierno a marzo de 2021. Existe, un gran paréntesis, que suspendió toda posibilidad de cumplimiento, ni siquiera parcial, de los objetivos gubernamentales. Es una verdad mas grande que una catedral. La pandemia Covid, que se ha llevado a mas de 21 mil compatriotas, y ya suma 800 mil afectados, ha obligado a abocarse a lo principal, y lo principal es y seguirá siendo, sobrevivir. Superar la pandemia, hacer todo lo que está a la mano, para evitar mas muertes, para reducirlas, y para aumentar los vacunados.

            Todo lo anterior, hace que el inicio del último año de mandato de Piñera 2, quede marcado más por las interrogantes que por las certezas. Mas allá del esfuerzo sanitario titánico, que le correspondió liderar al gobierno, y tras el cual, todos los chilenos, nos pusimos. La evaluación general de la gestión política, es deficiente. La lentitud en adoptar las medidas económicas, que aliviarían a las familias. La derrota de tener que asumir dos retiros masivos de fondos previsionales, y la amenaza de un tercero. Quiebra de empresas, cierre de locales comerciales, restaurantes, desaparición de locales tradicionales por todo el país. Sumado a lo anterior, la agudización de los problemas de orden y seguridad pública, y acusaciones de violación a los DDHH. Asimismo, la incapacidad crónica para comprender que las reivindicaciones del pueblo Mapuche, tienen fundamento, y deben atenderse por el estado de Chile. Y que la violencia, los ataques incendiarios, quema de madera, de fundos y de vehículos, pueden combatirse con todo el rigor de la ley, respetando el estado de derecho.

                        Siendo algo no deseado ni buscado, la elección de constituyentes, y el inicio de sesiones de la Convención constituyente, marcará al gobierno de Piñera, como el gobierno en que el pueblo decidió terminar con la constitución de Pinochet. Una ironía de la historia, es que su base electoral, su apoyo político, provenga precisamente de quienes medraron en dictadura. Incluso hoy día, un ferveroso partidario de Pinochet, de su régimen y de su constitución, hoy anda travestido a social demócrata. Como si la historia, se pudiera borrar, u olvidar, sólo cambiándose de ropa. De algún modo, también eso forma parte del Chile que todos queremos superar.

                         

                Lo singular de nuestra historia de estos días, es que nos acercamos a un momento trascendental. Donde la autenticidad de los proyectos y de las personas que se postulan, será evaluado, será medido. Pocos dimensionan la real magnitud de los acontecimientos que estamos protagonizando. Construir las bases de un nuevo contrato social, de un nuevo entendimiento, no es tarea baladí. Es un momento histórico, y no podemos desaprovecharlo. Debemos concentrar todos nuestros esfuerzos en sacar adelante esta tarea, que se iniciará los días 10 y 11 de abril. Se equivocan quienes piensan, que hay que seguir convocando a la gente a manifestarse, mantener las calles encendidas. Eso sólo generará temor, en quienes debemos convocar masivamente a las urnas. Todos los esfuerzos deben orientarse a conseguir el mejor resultado electoral, que nos permita construir el país próspero, integrado e inclusivo que merecemos.

                No existe una dicotomía entre un país con pleno respeto a los derechos humanos, y un país con estabilidad social, donde se respete el orden y la seguridad pública. Así como tampoco es antagónico garantizar la libertad económica, libertad para emprender y desarrollarse, con un sistema que garantice derechos sociales, y establezca mínimos civilizatorios.

                Debemos concentrar toda nuestra energía vital, en el camino que viene, no en el que ya recorrimos. Llegamos hasta aquí, por una serie larga de procesos que se acumularon año tras año, somos herederos de quienes nos precedieron. Y seremos el eslabón en la cadena, que nos unirá al nuevo Chile que está por nacer. De nosotros depende, como vamos a entendernos, cuanto vamos a ser capaces de conciliar, de pactar, para llegar al mejor resultado para todos.

                Es un tiempo donde las habilidades blandas, el saber expresarse, saber conversar, son tan valiosas, como las destrezas técnicas, para saber los cuanto y los cómo de cada cosa. La nueva constitución no será obra de puros abogados constitucionalistas, ni de puros políticos profesionales. La variopinta gama de candidatos, da cuenta de la diversidad y de la complejidad de la sociedad del siglo XXI. Debemos aprender, sobre todo los de generaciones pretéritas, la tolerancia, la inclusión, así como la generación actual, debe valorar lo construido por sus padres y abuelos. Así se construye un país, así se organiza un pueblo, ejerciendo su derecho soberano a darse una nueva carta magna.

                Desde Magallanes, por la Región que queremos, seremos dueños de nuestro propio destino.

Ernesto Sepúlveda Tornero

domingo, 7 de marzo de 2021

EL SUELDO DE CHILE Y MÁS

                                           En tiempo reciente, hemos tenido importante y positivas noticias en Chile, que impactan e impactaran nuestras vidas favorablemente. En primer lugar, el alza importante en el precio del Cobre, que traspasó por primera vez en más de 12 años, la barrera psicológica de los 4 dólares por libra. Según expertos, se explica por bajas de stock en el mercado, debido a la rápida recuperación de China. Asimismo, influyen las fluctuaciones que ha tenido el dólar, una baja del dólar en los mercados internacionales, produce un alza del precio del Cobre, y otros commodities.  La Corporación chilena del Cobre (Cochilco), proyecta que se mantendrá el precio con impulso al alza en el periodo 2021-2022, por “Un reducido nivel de inventarios de cobre en las bolsas de metales, la evidente estrechez de oferta, el impulso de consumo de China y las expectativas de recuperación de la demanda del metal en las economías desarrolladas”.

                        ¿Cuál es la importancia que tiene para el ciudadano común y corriente, el precio del Cobre? Por algo es llamado “El sueldo de Chile”. El fisco de Chile estructura el presupuesto, de cada año, considerando un precio de referencia, de la libra de Cobre. Para el año 2021 se estimó un precio de 2,7 USD$ por libra de Cobre. Si producto de las alzas de estos meses, el precio promedio anual, subiera a unos 2,8 USD$ la libra, el fisco recibiría unos 240 M$USD adicionales. Y si llegara a 3,38 USD$ en promedio por libra de Cobre, el monto adicional que recibiría el estado de Chile, ascendería a 1.200 M$USD. Lo anterior, porque por cada centavo extra que sube el precio, el fisco recibe un estimado de 24 M$USD. 

                        Huelga decir, que, en las condiciones actuales, de necesidades sociales urgentes e impostergables, que deben ser cubiertas por un estado protector, el aumento de ingresos para el fisco, se reciben con los brazos abiertos. Tanta satisfacción, han producido, estos ingresos adicionales, que los parlamentarios, quieren incrementarlos aún más. Esta semana, se ha aprobado un proyecto de acuerdo, para solicitar al gobierno, modifique el esquema de tributación de la minería privada. Los autores pretenderían, se establezca un verdadero royalty, en proporciones similares al existente en otros países mineros. Por ahora, quedémonos con lo bueno, el alza del precio significará, un transitorio aumento de ingresos, y disponibilidad de recursos adicionales.

                        Otro hecho, que constituye en sí, una gran noticia para todos nosotros, es el avance espectacular del programa de vacunación nacional. Gracias al sistema público de salud, acostumbrado a ejecutar año a año programas de vacunación regulares, en consultorios y policlínicos, por todo el país. Hemos dado, un ejemplo positivo al mundo, vacunando hasta el viernes 5 de marzo, más de 4 millones de vacunados contra el coronavirus. Hazaña sin igual, si consideramos que la campaña de inmunización inició el 3 de febrero pasado, alcanzando a inocular con una primera dosis a más del 21 % de la población total del país.

                        Otro evento que impactará en nuestras vidas, en forma positiva, viene desde la lejana China. Nuestro principal socio comercial, es un país de 1.400 millones de habitantes, Cada año, China ha logrado sacar a más de 100 millones de personas de la pobreza. Se estima que un 41% son de clase media, se proyecta que, para la próxima década, serían más de un 70% de su población. Esta semana, se ha reunido el congreso nacional del pueblo, para aprobar el XIV plan quinquenal, donde se planifica centralizadamente, cada aspecto de su economía.  Este plan, se ejecutará de 2021 a 2026, pero los analistas señalan que se proyecta a los próximos 60 años. Es muy auspicioso para nosotros, las metas de crecimiento del gigante chino, según los compromisos asumidos por los gobiernos provinciales, van de un mínimo de 6% a un máximo del 10%. Según analistas de los bancos de inversión, China va a dar un fuerte énfasis en innovación y nuevas tecnologías. El objetivo del plan es acelerar el desarrollo económico bajo en carbono y aumentar la eficiencia en el uso de recursos. Se prevé un gran desarrollo en el campo tecnológico, y generación de energías limpias. Lo que va a favorecer el mercado del Cobre, y probablemente también el del Litio. Todo lo cual, asegurará al menos por los próximos cinco años, un crecimiento en nuestro intercambio comercial, científico y tecnológico.

                        Si se dan cuenta, los tres hechos comentados, relacionan especialmente a Chile y China. El alza en el precio del Cobre, donde nuestro principal comprador es China. El exitoso programa de vacunación, donde Sinovac de origen chino, es la que masiva y mayoritariamente se está inoculando. Y la aprobación del nuevo plan quinquenal, define un horizonte lo suficientemente amplio, para generar nuevos proyectos de inversión, que aprovechen en Chile, los nuevos lineamientos económicos chinos.

                        Lo que nos falta para aprovechar este conjunto de señales positivas, es liderazgos proactivos, convocantes, con capacidad de dialogo. Personas de las distintas áreas de nuestra economía, que puedan definir un mínimo común. Un marco que nos permita lograr el máximo de nuestra potencialidad como personas, como sociedad, y como economía. Necesitamos elegir en abril, no sólo a los mejores hombres y mujeres, para la tarea constituyente, sino también en nuestras comunas y en la gobernación regional. Se requiere no sólo saberes, experiencias, también flexibilidad “for think outside the box”, para pensar fuera de la caja, y encontrar soluciones nuevas para los nuevos desafíos.

Ernesto Sepúlveda Tornero