domingo, 29 de agosto de 2021
SE NECESITA BUENA POLITICA
La semana que pasó, nos dejó noticias alarmantes en el ámbito político. Para sorpresa de muchos, caía en desgracia “ldp” (marca registrada), la autodenominada “Lista del pueblo”.
El grupo que venía a desafiar a los partidos, que se atribuía independencia y limpieza absoluta de cualquier corruptela. Su intentona de instalarse en la carrera presidencial, fracasó con estrépito, cuando el SERVEL, rechazó la inscripción de su candidato, Daniel Ancalao, por no reunir las firmas necesarias Acto seguido el servicio denunció al candidato de Ldp, ante el ministerio público por haber presentado más de 23 mil firmas, ratificadas ante un notario fallecido.
Había precedido a este episodio, una serie de purgas internas del grupo independiente, y renuncias de convencionales elegidos en esa lista, alegando todos por el actuar despótico de los supuestos fundadores del grupo. Asimismo, luego de haber invitado al dirigente social Cristian Cuevas, a participar de su definición presidencial, terminaron desechando esa opción.
Gozando de una cobertura mediática amplia, extrañamente continua en el tiempo, tanto su liderazgo de facto, como el ex candidato Ancalao, han dado las más descabelladas explicaciones, para la grosera intentona de fraude electoral. Que fueron infiltrados por los partidos, que ha sido una especie de complot para sacarlos de carrera. No haciéndose cargo en absoluto de la gravedad de los hechos, y mucho menos de la contradicción feroz, que implica incurrir en prácticas iguales o peores a las cometidas por los partidos políticos.
La fe pública, es un bien muy valioso para toda sociedad, y mas aún en un régimen democrático. Lo que sucedió con este incipiente movimiento que pretendía limpiar la política, por su gravedad, es equivalente al escándalo del financiamiento irregular de la política. Son eventos que afectan a la confianza de las personas en las instituciones democráticas, y debe actuarse con celeridad y prontitud en investigar y sancionar.
Esa celeridad, o esa eficiencia en el aparato persecutor penal, es lo que también esta semana, ha quedado en tela de juicio. En entrevista concedida al periodista Daniel Matamala de CNN Chile, el fiscal nacional del ministerio público Jorge Abott, reconoció haber sostenido reuniones privadas con un senador, imputado en una causa. Asimismo, reuniones con otros senadores, todas ellas en domicilios particulares.
Se explica que con el senador en cuestión no se habría conversado sobre su caso. Y que las otras reuniones eran comunes, en los postulantes a fiscal nacional, condición que tenía Abbot al momento de reunirse con ellos. Candidatura que fue votada favorablemente por el senado, lo que le significó el nombramiento en el cargo.
Coincidencia o no, una de las primeras medidas del flamante fiscal nacional, fue remover de sus cargos a los fiscales especiales Gajardo y Norambuena, a cargo de la investigación Penta-SQM. Lo que conllevaría a la larga, al sobreseimiento del abanico amplio de políticos, financiados de forma irregular, por las empresas. Cuando esto sucedió, no hubo mayor revuelo, debido a que el caso afectaba a todo el abanico político con presencia en el parlamento. Moros y cristianos que fueron financiados en mayor o menor medida, de forma irregular, pudieron continuar su vida política. Incluso algunos, aún se encuentran en el congreso.
Las viejas y malas prácticas, como podemos ver, no son patrimonio de los partidos políticos. Ser independiente, no es garantía ni de transparencia, ni de corrección política, el caso de ldp marca registrada, es una prueba evidente de ello.
El hastío de las personas con la política, pasa por este tipo de situaciones, cuando quienes ejercen el poder, como los políticos investigados en Penta-SQM, actúan con total impunidad. Cuando las personas de todo el país, salieron a las calles en octubre de 2019, llenas de indignación en contra de los abusos, exigieron un cambio.
No se paralizó el país, y se puso en jaque la institucionalidad vigente desde 1990, para que sean los mismos de siempre, los que sigan gobernando.
La recuperación de la fe pública, pasa por dar señales fuertes, para separar de la política a esos malos representantes, es lo que espera la sociedad democrática.
Y eso, es ni más ni menos, lo que merecen cientos de miles de personas, que, con abnegación y generosidad, son militantes honestos y honrados, de los partidos políticos a lo largo de Chile. Esas personas merecen ser reconocidas, la comunidad les debe mantener vivo, el espíritu democrático, y la lucha por el bien común.
Reivindicando a esos militantes ejemplares que lo dan todo, con lealtad a toda prueba, rindo respetuoso recuerdo a la compañera “Tata” Sgombich, que hoy se nos adelantó y partió a los brazos del padre.
Ernesto Sepúlveda Tornero
domingo, 22 de agosto de 2021
LA CONCERTACIÓN REGRESA
Esta semana, se efectuaron las votaciones de la consulta ciudadana de la Centro izquierda. Ya está dicho que, por distintas razones, de las que se culpan recíprocamente, las dirigencias partidarias, la ex concertación no concurrió a las primarias legales. Privados de espacios de propaganda financiados por el SERVEL, y de la organización estatal de la votación, fue un verdadero éxito de gestión, que el proceso pudiera organizarse en menos de un mes. Más de 20 mil voluntarios que sirvieron de vocales de mesa, digitadores, o apoderados, se desplegaron por todo Chile, en un ejercicio expedito y transparente.
Lamentablemente, lo que se puso en disposición, en voluntad de las candidaturas, y sus entusiastas seguidores, no contó con una respuesta masiva de votantes. Se descartaba por cierto contar con un apoyo similar, a la multitudinaria concurrencia de la primaria legal. Sin embargo, los participantes no habrían superado los 130 mil votantes.
En lo que aparenta ser un remake de la concertación, el resultado favoreció ampliamente a la senadora Yasna Provoste Campillay, candidata de la DC, el partido más representativo del conglomerado político de los 90’. Los candidatos del socialismo democrático, Paula Narváez y Carlos Maldonado, obtuvieron magras votaciones, lo que abre una gran incógnita, sobre quien será el destinatario de los votantes del sector. Lo anterior, debido al notable desempeño que tuvieron sus partidos, tanto en alcaldes, concejales, gobernadores regionales, y convencionales constituyentes. En un ejercicio que escapa a los ojos de la ciudadanía, las dirigencias partidarias, se apuraban negociando el cierre de las listas parlamentarias y de Cores, definiendo en la capital del país, quien representará a los distintos territorios. Un realismo político muy poco estético, pero que ha demostrado su acerada efectividad por décadas.
En una especia de giro de la historia, será la DC quien encabezará al pacto electoral de centro izquierda, un partido que no ha visto vencer a un candidato de sus filas, desde 1995, con don Eduardo Frei Ruiz Tagle, el último presidente DC electo en Chile. La senadora Provoste tiene por delante una tarea titánica, encarnar un proyecto social y político, que es muchísimo mas amplio que su partido. Con una plataforma programática progresista, que forzará definiciones que pondrán en tensión a su partido. El éxito de esta candidatura en noviembre, dependerá de la capacidad de encantar al electorado que vio como única opción, el proyecto del PC/FA. La escasa votación de la consulta, podría explicarse por electores que no encontraron alternativa alguna, ante la ausencia de primarias de la centro izquierda.
La posibilidad de efectuar las transformaciones que el país demanda, depende de la confluencia de las fuerzas políticas desde el centro hasta la izquierda. Ni Provoste ni Boric tienen opciones de llegar a La Moneda, sin el apoyo recíproco. Es un trago difícil de tragar para la DC, pero también para el PC/FA, por lo mismo, es un escenario que requerirá disposición al diálogo, tender puentes, y aplacar a los más recalcitrantes.
La presidencial de noviembre, se realizará en condiciones nunca antes vistas desde 1990. Quienes aparecen con la primera opción en competencia, son los dos extremos la derecha y la izquierda, con dos candidaturas potentes y viables. La centro izquierda se incorpora tarde a la disputa, y en una condición de debilidad aparente, que pone en duda la posición obtenida, en los recientes procesos electorales. Pero la oferta de transformación social y política, con gobernabilidad, y en paz, con un rechazo rotundo y categórico a la violencia, sólo está en el proyecto político de la centro izquierda. Esa es la oferta al electorado independiente, al amplio espectro de personas que no han votado ni en la primaria de los extremos, ni en la consulta ciudadana.
Mas allá del sinsabor de la derrota, que experimentamos con Paula Narváez, nos queda el ejemplo de una mujer valiente, que se la jugó en contra de las máquinas de poder. Que desafió la comodidad y el estatus quo. Y que estuvo dispuesta a arriesgarlo todo por un ideal. De esta experiencia queda un programa sólido, ambicioso, y financiable, y equipos de trabajo en todo el territorio. Las adhesiones a la candidata de sector, la senadora Provoste, probablemente no serán ni fáciles ni totales. Los militantes de partidos deberán honrar su compromiso, acatando los acuerdos partidarios Eso no sucederá con las personas independientes, que hoy se encuentran con múltiples alternativas a su haber, que podrán ejercer con plena autonomía.
Soy un convencido de que es la centro izquierda, la que puede transformar Chile, en paz y en libertad. También se que sin la izquierda no se llega a La Moneda, hay que allanar los caminos, para que un entendimiento mínimo se produzca. Chile está esperando superar el pésimo gobierno de Piñera, pero con estabilidad y reglas claras.
Ernesto Sepúlveda
domingo, 15 de agosto de 2021
DEMOS GRACIAS
Amigos y amigas, este fin de semana, se ha concretado lo que se temía en todo el mundo. Tras la retirada de las tropas de Estados Unidos y sus aliados, de Afganistán, han retomado el control del país, los talibanes. La población civil queda nuevamente inerme ante un grupo que hace tabla rasa con los derechos humanos, y sojuzga despiadadamente a la mujer. Qué triste es imaginar esas familias, aterrorizadas en sus casas. La pérdida de libertad en tales regímenes totalitarios es asfixiante. Traigo esta noticia a colación, debido a comentarios de algunas personas, que pretendiendo ser incisivas y críticas, terminan festinando con un hecho que debiera ofender, a toda persona. El caso, es que se hacía memoria de otras ocasiones en que las incursiones militares del tío Sam, habían terminado en retirada. Varios medios incluso postearon la famosa foto del helicóptero, elevándose de la embajada en Saigón, Vietnam. Imagen muy similar a la que se vio este domingo en la embajada de USA en Kabul. En lo personal, no soy fanático de las incursiones militares de Estados Unidos o cualquier otro país, sobre un país extranjero. Sin embargo, la vigencia universal de los derechos humanos, obliga a cualquiera de nosotros, a solidarizar, con el que está siendo oprimido, perseguido, asesinado. Es un tema espinoso, Estados Unidos alega que invadió en 2001, persiguiendo a los terroristas que atacaron en 09/11, y que esa misión fue cumplida. El problema es que la cultura occidental no ha logrado penetrar. El apego al sistema democrático, al principio de legalidad, el respeto de los derechos humanos, y libertades públicas. Resultan ajenos a la tradición política de Afganistán. ¿Se les puede inocular a sus habitantes, el aprecio por estos valores? Claramente, constituye un fracaso también de la política, sostener un gobierno local por 20 años, que no tarda ni una semana siquiera en caer, sin el apoyo extranjero. Más allá de lo distante que nos pueda parecer ese país, no podemos menos que dar gracias, por vivir en un país libre y democrático. A la luz de lo que sucede en otras latitudes, no es poca cosa.
Otro hecho internacional, se suma al anterior, en cuanto a lugares donde la democracia no logra cuajar, con una sociedad dividida, y una población viviendo extremas necesidades. Me refiero a Haití. Hace un par de semanas, fue asesinado en su residencia, el presidente de la república. En hechos que involucran a ex militares colombianos, y al menos dos norteamericanos. No se terminaba de lamentar esta noticia, cuando sobrevino un sismo que destruyó casas y edificios, causando más de 1200 muertos y decenas de miles de heridos. A sólo 10 años del sismo que causó más de 300 mil muertos, la situación de indefensión de la población es absoluta. Con un estado famélico, con escasa infraestructura sanitaria, y mínima cobertura de servicios básicos. Duele el alma pensar en esas personas, abandonadas a su suerte. Se ha anunciado apoyos desde el gobierno chileno. Antes lo había hecho la brigada de rescate de Bomberos de Chile. Unidad altamente especializada para la búsqueda y rescate de sobrevivientes, en situaciones de emergencia. Me emocioné escuchando a Benito Baranda, contar como le cambió la vida en 1999, al conocer Haití. Como le remeció a tal punto, que se volcó a partir de ahí, con todos sus esfuerzos, a las iniciativas de ayuda los necesitados. De allí nacería su iniciativa América solidaria. Durante el primer gobierno de la presidenta Bachelet, personal de Salud y de nuestras fuerzas armadas, desarrollaron un programa de apoyo en Haití, que ha constituye una experiencia valiosísima de colaboración entre países. Chile aportó personal al cuerpo de cascos azules de Naciones Unidas.
Lejos de mí está el ser melodramático, no pretendo conseguir una lágrima fácil, o una mueca de aprobación, y luego todos a lo suyo. Mi propósito es llamar la atención por un par de minutos hacia nuestra vida. Que veamos las vidas de esas personas, que hoy están padeciendo a mares, y veamos nuestras propias vidas. Nuestra comodidad, nuestros pequeños privilegios. Comparemos las preocupaciones de esos seres humanos, con nuestros devaneos cotidianos, nuestros afanes triviales. Como nos perdemos en discusiones bizantinas, declaramos con pasión nuestra oposición a esto o a aquello. Algunos incluso declaran enemistades, dedican frases hirientes, acusatorias. Vivimos en un país que es un solaz en este mundo convulso y sangriento. Y, sin embargo, no somos capaces de reconocernos entre nosotros, de valorar lo que hemos logrado entre todos. Soy de los que cree, que debemos honrar con nuestra vida, la de aquellos que la ofrendaron por nosotros. Creo que debemos ser conscientes de lo que tenemos como familia, como comunidad, lo que hemos construido como sociedad. A partir de esa conciencia agradecida, abrir nuestro corazón, para aliviar el dolor, la angustia, o el sufrimiento de los demás.
Me despido, con una oración por las pobres gentes que sufren en Haití, en Afganistán, y en todo lugar.
Ernesto Sepúlveda Tornero
lunes, 9 de agosto de 2021
CÁPSULA DE LOS 90’
El contexto de cambio en que nos encontramos en Chile, es guardando las obvias proporciones, similar al que se vivió en el inicio de la transición a la democracia. En la forma en que se estructuró la transición, vemos hoy, muchos de los aspectos sustantivos que se deben cambiar. Por otra parte, es útil revisar como jugaron los distintos actores sociales y políticos, en esos lejanos años 90’. Una primera confrontación de ideas, se da en cuanto al alcance de los cambios en el plano del trabajo y de las relaciones laborales. Se distinguen en este plano tres posturas claras: Los trabajadores representados por la CUT, ANEF y los partidos de izquierda, que estaban por restablecer las normas derogadas por la dictadura. Se trataría de restaurar el conjunto de derechos laborales existentes hasta 1973. Por otra parte, los empresarios a través de la CPC, y los partidos de derecha, estaban por conservar la totalidad de la normativa laboral vigente. En ese plano, el gobierno de Aylwin, habría sostenido una tercera postura de “innovación”. “Se buscaba Innovar, porque tanto los cambios a la institucionalidad vigente, como la conservación de algunos de sus componentes deberían articularse. Conforme a un mismo principio, distinto y nuevo. No había lugar para la restauración de una institucionalidad con valor histórico, pero ajena a las realidades contemporáneas, ni para el continuismo que carecía de legitimidad y expresaba una concepción autoritaria de las relaciones sociales.” (CAMPERO, 2007)
En aquel entonces, el primer gobierno de la Concertación de partidos por la democracia, articuló un procedimiento para generar los consensos necesarios, para implementar los cambios legislativos en el plano laboral. Sector que era fundamental para generar la estabilidad social, que la nueva administración requería. De algún modo, el disenso que pudieran tener los trabajadores, representados por ese entonces por el Pdte. De la CUT Manuel Bustos, fue morigerado, apelando a la responsabilidad de los trabajadores, con el sistema democrático. El Ministro Cortázar, estuvo a cargo de esas primeras mesas de dialogo tripartitas. Por el empresariado concurría Manuel Feliú, presidente de la CPC. De estos encuentros nacieron, los acuerdos sobre reajuste al ingreso mínimo, y también el mecanismo que siguió aplicándose durante los gobiernos siguientes. Las primeras leyes laborales, fueron originadas a través de un complejo sistema de diálogos y consensos, en el que intervinieron, por una parte, los actores sindicales y empresariales, y por otra el gobierno, y sus partidos representados en el congreso.
Resulta muy significativo, verificar que la base sobre la que se construyó ese consenso primigenio, nacía de la confianza y del prestigio de las instituciones. Tanto la Central Unitaria de Trabajadores, como los partidos integrantes de la alianza de gobierno, representados en el congreso nacional, eran vistos por la ciudadanía como representantes legítimos, por cuanto habían protagonizado la lucha contra la dictadura. El congreso nacional, gozaba de un prestigio, desconocido por estos días. El procedimiento de producción legislativa, que se iniciaba con toda clase de encuentros y reuniones previas, de los directamente concernidos en dichas leyes. Y los encuentros preparatorios con parlamentarios de gobierno y de oposición, fueron la base del dialogo y los consensos, propios de los años 90’. Esto nos lleva a preguntarnos, si la participación ciudadana, introducida como requisito de tramitación de todo proyecto de inversión pública, no viene siendo una versión mejorada de aquellos. En efecto, hoy si bien, existe la CUT y la CPC, difícilmente un acuerdo suscrito sólo por sus representantes, va a ser suficiente para garantizar estabilidad social. Por otra parte, el nivel actual de desprestigio del parlamento, constituye una limitante para retomar, un procedimiento previo de elaboración de las leyes, como el mencionado anteriormente.
Dentro de las reformas sustantivas en el plano laboral y de seguridad social, se planteó una agenda reducida: Nueva ley de contrato individual de trabajo; Ley de organizaciones sindicales; Ley sobre negociación colectiva; Ley sobre asociaciones de funcionarios públicos. Por cierto, normas muy necesarias, que procuraron revertir los efectos del plan laboral de la dictadura. Pero subsistieron las dificultades para organizarse, por la ausencia de la debida protección. Y el procedimiento de negociación colectiva, excesivamente rígido, y abundante en plazos y formalismos, tampoco produjo un aumento considerable en este ámbito.
Lo que resulta más singular, es que producto de este delicado sistema de pesos y contrapesos, que da lugar a los primeros acuerdos encabezados por el gobierno de Aylwin, no se cuestiona en lo más mínimo el sistema de AFP. Por el contrario, el tema de preocupación son las antiguas cajas y su financiamiento, debido a que aún persiste en 1990, un número importante de trabajadores afiliados. Sobre las AFP, se expresan dudas acerca de los resultados efectivos que producirán, en razón de que ha transcurrido sólo 10 años desde su creación. Pero los cambios propuestos van por aumentar la competencia en el sector, bajar las comisiones, y ampliar los ámbitos donde pueden invertir. También se reconoce, ya en ese entonces, el peso que tienen los fondos previsionales en el mercado de capitales chileno.
Aun así, las leyes impulsadas por el primer gobierno de la concertación son aprobadas en el congreso. Y la administración se complace en el procedimiento empleado, para dar curso a los disensos, el cual funciona durante esos primeros 4 años, con pocas críticas. El movimiento social, aún aparece representado por las organizaciones formales de los trabajadores, las cuales se pliegan al apoyo al gobierno. Y si bien, subsiste un núcleo de izquierda más radical, en oposición al gobierno, dado su escaso respaldo electoral, carece de representación en cargos de elección popular. En ese Chile, hay senadores designados por la derecha, el dictador es comandante en jefe del ejército, sigue el sistema binominal.
Ernesto Sepúlveda Tornero
Referencias
CAMPERO, G. (2007). LA ECONOMIA POLITICA DE LAS RELACIONES LABORALES 1990-2006.
CIEPLAN-SERIE ESTUDIOS SOCIO/ECONOMICOS N°37, 1-47.
domingo, 1 de agosto de 2021
UNA VIDA CON SENTIDO
Esta semana en Magallanes, fuimos golpeados por la temprana y abrupta partida, de una joven mujer, ex gobernadora de Magallanes, una vida entera dedicada al servicio público, y a una leal militancia en el Partido Socialista. Despedir a Carolina Saldivia, no dejó a nadie indiferente en el mundo público regional, la generosidad y el cariño que cultivó en su relación con las personas, fue respondido con una concurrencia masiva y transversal a su despedida. Este hecho lamentable, nos permite reflexionar, acerca de las cosas trascendentes, lo que verdaderamente importa en nuestras vidas. Vivimos tan inmersos en nuestra actividad cotidiana, que ninguno de nosotros, se detiene a discernir, si estamos empleando nuestro tiempo en lo que realmente nos realiza, o nos enriquece espiritualmente.
Emplear tiempo destinado al servicio de los demás, asumir un compromiso social o político, que nos obligue a salir de nuestra zona de confort. Estar dispuesto a ayudar a los más débiles, a los más necesitados, no sólo pasa por resolver cuestiones materiales. Muchas veces pasa por darse el tiempo de escuchar, de tratar de entender al otro.
En la vida política, muchas veces se dice, que “es sin llorar”. Aludiendo a las innumerables derrotas, fracasos, o por las penas producidas por las peleas pequeñas, por las zancadillas. Con los años, he aprendido que ni aun el político más fanático, puede decir que no ha llorado nunca, que no ha sentido o sufrido, por no poder resolver algo, o por no llegar a tiempo. Afortunadamente, nuevos líderes afloran en la vida política y social, personas que no vacilan en reconocer sus errores, asumir sus defectos, y debilidades. Pienso que Chile, necesita más de eso. Mas empatía y comprensión, y menos prepotencia. Nuestra sociedad está anhelante, de líderes que convoquen, que cautiven, para asumir las grandes tareas del futuro, todos juntos. Los liderazgos confrontacionales, el autoritarismo, encarnan todo lo que nuestra sociedad quiere superar.
Está muy claro para mí, que no basta sólo con buena voluntad. No basta sólo con un líder o lideresa, iluminados por la razón y el buen juicio. Es nuestra sociedad toda, la que languidece, asfixiada por el consumismo, agobiada por una existencia centrada sólo en lo material. Es nuestra sociedad toda, la que anhela encenderse detrás de un bello ideal, detrás de una misión de futuro. Crecientemente, los líderes políticos deberán incorporar en sus proyectos de gobierno, no sólo un listado de supermercado, con planes y programas sociales. Para satisfacer este vacío interior, que nos afecta colectivamente, deberán apuntar más alto. No es con centavos ni peniques que se conquista la felicidad humana. Se requiere de un sentido, de una inspiración colectiva. Eso es lo que llena el corazón del hombre y la mujer, un sueño, una ilusión, perseguida con ahínco, un juramento de futuro, que nos permita proyectarnos, más allá incluso de la propia existencia.
Esa es la tarea silenciosa, que hombres y mujeres en todos los tiempos, han asumido, pensando en la posteridad, pensando en el legado a generaciones que no conocerán. Es lo que debemos hacer nosotros, honrar con nuestra existencia, la vida de los que ya partieron. Es la mejor forma de recordarlos.
Ernesto Sepúlveda Tornero
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