domingo, 26 de diciembre de 2021

TOCANDO CON MI VIEJO TAMBOR

Para quienes somos creyentes, la navidad es una época de renovación, de esperanza. El nacimiento de Jesús, el Salvador, en un humilde pesebre en Belén, dejó su huella para siempre en la historia. La misión redentora de Jesús, inicia en la modestia más extrema, naciendo en el sitio donde se guardaba a los animales del frío invierno. En esta época incluso nieva en Belén y alrededores. Así que imaginemos ese refugio, donde sólo había paja como lecho, para quien vino a redimir a la humanidad. Gracias a la tradición, seguida por varias generaciones de mi familia, desde su llegada a Chile, recibí el tesoro de la fe. Así, pude disfrutar desde que tengo memoria, de los ritos y solemnidades que la Iglesia Católica, celebra a lo largo y ancho del país. Esta navidad de 2021, es especial, porque llega después de un año lleno de vicisitudes producto de la pandemia. Muchos hogares vivieron la tragedia de la partida de un familiar, o padecieron la angustia de una dura enfermedad. Cientos de miles de personas sufrieron la pérdida de su trabajo, y si volvieron a trabajar, lo hicieron en condiciones precarias. Millones de chilenos y chilenas, debieron hacer uso de sus ahorros previsionales, del dinero que tenían para financiar una escuálida pensión, para pagar deudas, o parar la olla. A la preocupación por el sustento diario, por conservar el empleo, por pagar las obligaciones, se sumó una incertidumbre por el mañana. Las elecciones presidenciales se desarrollaron en un clima de polarización, pocas veces vista. Muchos recordaron el plebiscito de 1988, porque las opciones en juego, parecían ser el cielo o el infierno, dependiendo del punto de vista. A Dios gracias, la forma en que se resolvió la elección presidencial del 21 de diciembre, con claridad y contundencia, despejó de inmediato, el rumbo que la inmensa mayoría del país, quiere seguir. Llegamos entonces a esta navidad de 2021, después de un año plagado de desafíos y pruebas, con una esperanza renovada en el futuro. Nuestro país, tensionado a grado extremo, por una campaña política despiadada, logra aliviar la presión, soltar toda la energía acumulada. Los actos de celebración por el triunfo electoral, en todos los rincones de la patria. Fueron un rito de sanación. Vecinos que estaban peleados, familiares enojados, por causa de la política, volvían a encontrarse. La limpia y pacífica alegría de un pueblo, fue capaz de alejar las preocupaciones, las incertidumbres, las angustias. Por eso que esta navidad fue distinta. Porque dejado de lado, el enfrentamiento electoral, y facilitado por el discurso convocante y fraternal del presidente electo, pudimos celebrar en paz, y todos juntos. Se han multiplicado los gestos de todo tipo, de las personas más variadas, y diversas, gestos de amor por los demás, deseos de encuentro, de entendimiento. Tuve el privilegio de leer la reflexión que hacía una joven mujer, profesional, trabajadora. Una persona de centro derecha, destacando lo bueno que era para Chile, ver la alegría de la gente, celebrando en paz. Destacando que, pese a las diferencias políticas, se veía en el presidente electo, el deseo genuino por mejorar el país. Relevando la importancia de la inclusión y del respeto. Seguro que a algunas personas les parecerá de Perogrullo, pero no a mí. Yo rescato la verdad que hay en esas palabras, la bondad de ser capaz de reconocer en el otro, virtudes, aunque haya sido un adversario. Para mí, amigos y amigas, esta reflexión sintetiza, el anhelo de un país completo, que quiere reconciliarse, que quiere vivir en paz. Ni siquiera es necesario ser cristiano, ni católico, para pensar así, sólo se requiere ser humano. Tener la capacidad de conmoverse, de emocionarse por lo que le sucede a los demás. Esta navidad, nos deja un sabor dulce, somos más cercanos, tenemos todos, una tarea que nos obliga a caminar juntos. La construcción de un futuro más próspero, que llegue a cada rincón de la patria, nos exige a todos, la actitud de esa valiente mujer, que no temió lo que dirían los demás, sólo dijo lo que salía de su corazón. Eso es lo que se espera de nosotros, que seamos capaces de derribar las vallas que nos separan, cruzar la calle, tender el puente, para acercarnos. El espíritu navideño, se contiene en esas acciones. No son los regalos, ni las compras, son gestos de amor, de desinterés, de generosidad. Nos falta muchos gestos de fraternidad, de amistad cívica, de mirarnos sin juzgar. Ser capaces de acoger al que piensa distinto, es el primer paso para sanar las heridas internas de nuestra sociedad. Es una tarea hermosa, que me llena totalmente el corazón. Poder tender la mano a todo el que lo necesite, a todo el que lo pida, sin mirar militancias políticas, ni credos religiosos. Esa es una tarea que podemos iniciar, en cada casa, en cada barrio, en cada lugar de trabajo. Y estoy seguro, que, si le hacemos empeño, nuestra vida se llenará de significado, los momentos felices no serán sólo en las fiestas. Y no tendremos que esperar una nueva navidad, para decir que nos amamos, decir que nos necesitamos, para, en definitiva, vivir la vida que soñamos. Ernesto Sepúlveda Tornero Punta Arenas, lunes 27 de diciembre 2021.-

domingo, 19 de diciembre de 2021

A CUMPLIR

Contra el pronóstico de agoreros analistas, que daban por muy ajustada la diferencia, entre los Boric y Kast. Finalmente, la elección se resolvió con absoluta claridad en favor del joven diputado magallánico. De nada sirvió el desenfadado apoyo del gobierno de Piñera y todo su gabinete, no bastó el apoyo de una prensa servil, y medios incondicionales. La verdad se impuso, y la ciudadanía, haciendo gala de una responsabilidad y sabiduría singulares, rechazó categóricamente, la candidatura de ultra derecha. El proyecto neo conservador, la restauración conservadora, fue derrotada por una diferencia, muy cercana al millón de votos. No fueron 50 mil votos de diferencia, como había anticipado Kast. Y las amenazas de objeciones masivas de votos, y denuncias de fraude electoral quedaron en lo que eran, meras bravatas sin sustento. En las regiones del centro y norte del país, los votantes debieron resistir temperaturas superiores a los 35 grados. Con serios problemas de transporte, por la escasa frecuencia de buses, en relación al volumen de personas en los paraderos. Como un modo de paliar en parte, esta aparente falla, del sistema, algunos alcaldes metropolitanos, dispusieron de buses municipales, para acercar a los electores, a lugares de votación. Finalmente, la voluntad de un pueblo entero, no se pudo detener con zancadillas. Gabriel Boric, el joven diputado de Magallanes obtuvo más de cuatro millones seiscientos mil votos, con un porcentaje del 55,87% de los votos. Su rival José Kast, sólo obtuvo en 44%. Cifra esta última muy similar, al 43% que obtuvo el dictador, en el plebiscito de 1988. Finalmente, todo condujo a que esta elección, se transformase, en una versión remasterizada del plebiscito aquel. Gabriel Boric, se convirtió en el presidente que obtuvo la mayor votación en números absolutos y en el presidente más joven que haya asumido jamás en nuestra república. Por delante se traza un camino, lleno de sinuosidades y de curvas, no será un camino fácil para el gobierno de Boric, desde marzo en adelante. La rebaja del gasto fiscal, ya incorporada en el presupuesto de la nación, con un 22,5 %. El magro crecimiento económico proyectado por el Banco central, de sólo 2% para el 2022, y una cifra cercana al 3% para el 2023, hacen que la perspectiva del futuro gobierno, sea más bien moderada. Un desafiante programa destinado a garantizar derechos sociales, parece chocar desde ya, con un escenario de frenazo en la actividad económica. Lo central de la conducción económica, de controlar las variables macro económicas, y mantener a raya la inflación, son compromisos asumidos con una actitud muy responsable, por el futuro presidente. El gobierno de Gabriel Boric, va a convivir con un parlamento, que se encuentra virtualmente empatado. Especialmente en el senado, el llevar adelante la agenda legislativa, que le dará viabilidad a su programa de gobierno, va a requerir el establecimiento, de una política de diálogo, de entendimiento. Lo destacó desde su primer discurso como presidente electo, demostrando lo mucho que ha ido matizando sus posturas, y cómo ha ido incorporando una importante cuota de realismo. Los gestos que Boric hizo a las figuras presidenciales Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, durante la campaña, hablan más que mil palabras. Es una mirada que revaloriza, a estos verdaderos estandartes, del proceso de recuperación democrática. Es un acercamiento estratégico, pero también, es el reconocimiento de “estar subido en hombros de gigantes”. Es un legado político, otrora despreciado, y hoy recalificado, como necesario, para poder llevar adelante un programa de gobierno transformador. La reactivación económica, y recuperación del empleo, son centrales ahora, en el remasterizado programa de Boric. Mantener la inflación a raya, y a la vez poder seguir reduciendo el déficit fiscal. Será clave la decisión de nombramiento en el equipo económico. No se descarta, que sea en esta área, en la que el presidente electo Boric, incorpore alguna de las figuras de la centro izquierda. Este sector abunda en economistas de fuste, y varios han participado ya en los equipos programáticos de Boric. Por lo que no sería para nada raro, que se nombre a alguno (a) de estos, en Hacienda o economía. La presión para que el presidente Boric, cumpla su programa, van a ser intensas y desde antes del día uno. Es la hora de la verdad. Pero también es la hora de la innovación y de la creatividad. Existe hoy una estructura de gobiernos regionales, nunca antes vista. Con gobernaciones regionales en las 16 regiones, con una misión descentralizadora, que puede ser una enorme oportunidad para el nuevo gobierno. Si creemos lo que ha dicho varias veces, Gabriel Boric, su gobierno va a eliminar la figura de los delegados presidenciales. Traspasando mayores atribuciones y facultades a los actuales gobernadores regionales. Esta perspectiva abre una posibilidad cierta, de llegar más directamente a la población más vulnerable, y también a los emprendedores, a los desarrolladores, a los innovadores. Las expectativas generadas en la población, por la campaña de primera y segunda vuelta, son enormes. Algunas sobredimensionadas. Así y todo, a partir de marzo, llega el momento de cumplir los compromisos. La forma en que se va a dar cumplimiento a los mismos, va a ser clave, en la estabilidad social del futuro gobierno. Más aun con la estructura política dispersa, que se consolida en el parlamento. Lo dice el propio Boric, en su discurso de celebración, la existencia de una dispersión de fuerzas políticas, pertenecientes a más de una alianza o pacto, obligará a dialogar, a conversar. Esa vieja y vilipendiada, práctica, de ver la política no como un juego de suma cero, donde te llevas todo o no te llevas nada. En el nuevo gobierno, el dialogo, se implementará tanto en la relación con el parlamento, como en la relación con los gobernadores regionales. Es aquí en el territorio, donde se juega parte importante del éxito político del gobierno de Gabriel Boric, y él como el primer presidente magallánico, honrará su palabra traspasando nuevas facultades a los gobernadores, y eliminando la centralista figura del delegado presidencial. La noche del 19 de diciembre, Chile entero, se acostó con sueños de justicia social, con anhelos de grandeza, de libertad y de dignidad. Amanece hoy, con la tranquilidad de haber dado un paso importante, y de que vendrán muchos otros. El Chile que viene, es de encuentro, de reconciliación, nadie sobra en este camino, que será largo y pedregoso. Pero una vez más, será más fácil si entramos en esta nueva senda, como la gran familia que somos, todos juntos. Ernesto Sepúlveda Tornero Punta Arenas, lunes 20 de diciembre de 2021.-

domingo, 12 de diciembre de 2021

SEGUIMOS

En la última semana, hemos podido ver sendos debates de los candidatos presidenciales Boric y Kast. Sobre el particular, podemos comentar que los sucesivos estudios de opinión, que dan por vencedor a Boric, parecen estar causando mella en la estrategia de campaña del candidato de ultra derecha. Las medidas más polémicas de su programa de gobierno, que han sido publicitadas y comentadas, por todas partes, rápidamente están siendo suplantadas por otras. Así ocurrió con la eliminación del Sernam, ahora Kast dice que “Escuchó a las mujeres”, y plantea que mantendrá el Servicio Nacional de la mujer, como si fuera una concesión de su parte. Lo mismo sucedió con la privatización de Codelco, echó pie atrás, por el firme rechazo de los trabajadores de la minería del Cobre, y las críticas transversales, por lo que eso haría a las arcas fiscales. La rebaja de impuestos, que era celebrada con alborozo por los grandes grupos económicos, también pasó a mejor vida. Un país con un déficit fiscal abultado, producto de las medidas sanitarias, los impulsos a la reactivación, y un largo etcétera, hacen inviable cualquier rebaja de tributos. En resumen, las propuestas de Kast de segunda vuelta, contrastan y se contraponen, no sólo a quien va en la pole position, sino también se contraponen con el candidato Kast de primera vuelta. ¿A qué propuestas creerles?, no parece importarle a sus fervientes, y apasionados seguidores. Mientras explica las contradicciones, e incluso niega en cámara aspectos del programa, que son leídos en vivo, se presenta impertérrito, impasible. Su expresión, resulta inquietante para muchos, y es comentario de expertos. Puede decir las barbaridades más grandes, sin mover ni una ceja, sin alzar la voz. Así pasó cuando un periodista le pregunta incrédulo, si era cierto, que pretendía, contar con facultades para ordenar detenciones de persona en lugares que no fueran cárceles. Respondió sin pestañear: “Sí”. El periodista estupefacto, le retrucó, “. pero eso era lo que hacía la Dina y la CNI”. Y así siguió adelante, el candidato a quien los medios, le brindan amplia y benévola cobertura. Mientras tanto en el Chile real, los trabajadores temen por la mantención de sus empleos, la máquina de campaña de Kast, opera como la de Trump, difundiendo toda clase de noticias falsas. Se anuncia despidos masivos y cierre de empresas, si vence el candidato de la oposición. Contra esa campaña de mentiras, de injurias y calumnias, la campaña de Gabriel Boric, ha desplegado decenas de miles de voluntarios por todo Chile, para difundir las medidas más importantes de su programa. Una pensión universal garantizada de 250 mil pesos, llegar durante su mandato a un ingreso mínimo de 500 mil pesos. El fin de las AFP y su reemplazo por un sistema público, que administrará los fondos previsionales, con financiamiento tripartito. Una batería de medidas de reactivación económica, apoyo a las pymes y promoción del empleo. Múltiples figuras de la ex concertación, han expresado su apoyo a Boric. Quizás el más importante, por lo que representa, es el presidente Ricardo Lagos, con quien el propio candidato, expresó haber conversado durante varias horas. “Tenemos diferencias políticas, pero lo respeto, y me interesa contar con su opinión y su experiencia”. Una pléyade de economistas de prestigio internacional, que provienen de centros de estudios, universidades, o de instituciones privadas, se han incorporado al equipo de Boric. Otro símbolo político máximo, y una de las personalidades más queridas en Chile, este domingo arribó al país, la presidenta Michelle Bachelet, a pasar las fiestas con la familia como cada año. El próximo domingo 19 de diciembre, ella también estará votando por Gabriel Boric. La centro izquierda, sin formar parte de la alianza de gobierno, será garante y velará por la estabilidad política de Chile. Importantes figuras del Partido Socialista, los ex presidentes Camilo Escalona y Osvaldo Andrade, así lo expresaron. El PS brindará su apoyo y colaboración para que Boric sea presidente, y para que su gobierno pueda llevar a cabo las transformaciones que Chile requiere. Este importante respaldo, sin condiciones ni repartijas de cargos, ni cuoteos, tiene fundamento. Lejos está el candidato Boric, de las caricaturas que la derecha ha hecho. Él, ha sido tajante en denunciar a los regímenes dictatoriales, que se asocian a la izquierda. Y por, sobre todo, se ha mostrado independiente y marcando distancia, con la cúpula del PC. Ha mostrado moderación en sus posturas, y se muestra hoy día, como el líder de un movimiento cercano a la social democracia europea, de la que se declara admirador. No por nada, su imagen recorre el mundo, como quien se enfrenta a un candidato que encarna, a un sector de la derecha pinochetista. Varios lo han dicho ya. La elección del domingo 19 de diciembre, pone a Chile, ante una alternativa del pasado y una alternativa de futuro. Kast, invita a revivir un país que ya no existe. Un país donde el orden nace del control, de la intimidación, de la amenaza, y de la restricción de las libertades. Es una invitación a la radicalización del odio, un salto al vacío, que no sólo será malo para quienes somos de izquierda, sino que será malo para todos los chilenos y chilenas. Boric, en tanto, encarna el Chile del futuro, el que nos invita a soñar, a tener esperanza. No es una invitación, libre de dificultades, se sabe que nunca los cambios han sido fáciles. Pero es el cambio que Chile necesita, para poder retomar la senda de progreso. Para volver a crecer, debemos hacer reformas, largamente postergadas. Esta es la opción que yo he abrazado, porque creo en la bondad de los seres humanos. Creo que podemos avanzar todos juntos. Creo que nos necesitamos, nadie sobra, y todas las manos harán falta de marzo en adelante. Así se han construido las poderosas naciones del norte de Europa. Así superaron guerras y hambrunas, y así lo haremos nosotros también. Dejando de lado el discurso de odio, dejando de lado la mentira, que es la puerta de entrada de todos los males. Apostando al futuro, por la paz, por la estabilidad, por la verdad. Ernesto Sepúlveda Punta Arenas, lunes 13 de diciembre 2021.-

domingo, 5 de diciembre de 2021

¿TRABAJADORES O ASOCIADOS?

La creciente incorporación de las nuevas tecnologías, al ámbito del trabajo, conlleva una actualización de un enfrentamiento, o contraposición, que ya se dio a inicios de la revolución industrial. En aquel tiempo, la introducción de la máquina de vapor, a la producción industrial, a la explotación minera y al transporte, permitió realizar labores, otrora, altamente intensivas en uso de mano de obra, con unas cuantas cuadrillas de trabajadores. La llegada de esta tecnología, significó una nueva organización del trabajo, la maquinaria impulsada por vapor, no necesitaba detenerse a descansar, como aquellas impulsadas por el hombre o por tracción animal. Una nueva forma de explotación de la mano de obra, significó la multiplicación de muertes de trabajadores, debido a las infra humanas condiciones de higiene y seguridad. Las tecnologías nacidas, para dar un reimpulso al desarrollo capitalista, también significaron un impacto en la sociedad. Nuevos hábitos de consumo, de las clases acomodadas, que ahora podían realizar viajes transatlánticos a cualquier lugar del planeta. Un aumento de la producción sin precedentes, generó la necesidad de contar con más materias primas, y más trabajadores. Junto a este fenómeno de desarrollo acelerado de la industria, surgió con fuerza una discusión, acerca de los límites, a los que se podía llevar al hombre, puesto a trabajar en línea con las máquinas. Surgieron cuestionamientos, por la cantidad de trabajadores que quedaban sin trabajo, o reducidos a labores de “asistencia” o de alimentación de las líneas de producción mecanizadas. A ese movimiento de rechazo a la introducción de tecnologías, desconocidas para la época, se le llamo “maquinismo”. Y fue uno de los incentivos, para la organización obrera, el surgimiento de los primeros movimientos huelguísticos, y la conformación de los partidos políticos de la clase trabajadora. A fines del siglo XIX en todo el mundo, incluidos los territorios “de ultramar” (que correspondían a las colonias, y a los territorios, recientemente independientes), surgieron también movimientos reivindicatorios. A inicios del siglo XX, hasta la iglesia católica empezó a preocuparse de la condición de explotación de los trabajadores. Fue lo que se llamó “La cuestión social”. La primera guerra mundial, precipitó el colapso de las potencias no industrializadas. Uno de los más afectados fue el imperio ruso. Asolados por el hambre, sin calzado, y mal vestidos, los campesinos rusos enviados a la guerra, se negaron a continuar luchando, y volvieron a Rusia. La autocracia zarista, intentó contenerlos, reprimiendo, pero era demasiado tarde. Surge una potente organización política nacida, al fragor de las luchas sindicales, y potenciada por la crisis económica terminal del imperio. Los trabajadores y los soldados asaltan el poder, e instauran el primer régimen socialista de la historia. Sus principales emblemas fueron “Pan, techo y trabajo”. La derivación hacia un régimen autocrático, represor y sanguinario, durante más de 70 años, fue el trágico y triste final, de ese intento por reivindicar un rol protagónico para los trabajadores en la sociedad. A ciento veinte años de la revolución rusa, las relaciones entre patronos y obreros, ha cambiado radicalmente. Lo común no es el trabajo industrial, en una línea de producción. Jornadas extenuantes, que se inician al toque de un silbato en la mina o la fábrica, han quedado en el pasado. Estamos hoy día, enfrentados a una realidad, que supera todo límite. La tecnología ha masificado medios de comunicación virtuales, de bajo costo, con conexión permanente a internet. Fácil acceso a dispositivos electrónicos, cada vez más baratos, ha cambiado las relaciones interpersonales. Y también el trabajo. Las personas viven conectadas el día entero. Algunas personas incluso, transmiten on line, cada una de sus actividades del día. A una audiencia imaginaria. El sueño de un tirano que quiere saber todo lo que el pueblo hace, se ha hecho realidad. Hoy no es necesario que un estado policial, o fascista te obligue a exhibir tus “Papeles”, o revise tu casa. Hoy las personas acceden voluntariamente, a compartir sus datos, sus preferencias, sus deseos, y hasta los aspectos más íntimos de su vida. Sin que nadie los coaccione, abren su existencia, a la intromisión de toda clase. No es el líder supremo del estado, ni un burócrata ruso, en el supra poderoso estado soviético. Hoy son compañías como Facebook, Twitter, Amazon, Netflix, quienes “facilitan” gratuitamente sus plataformas, para que cada uno, grabe allí toda su biografía. Ellos saben más de nosotros mismos, de lo que supieron nuestros padres jamás. En este nuevo escenario, no hay siquiera un atisbo de confrontación, o rechazo. Nadie se cuestiona la condición de exposición y vigilancia permanente en que nos encontramos. En este nuevo escenario, la relación entre capital y trabajo, es más difusa. Surgen nuevas formas de trabajo, que escapan a la regulación laboral que data del siglo XX. El discurso imperante, promueve la autonomía, la independencia. Pandemia mediante, se ha instalado a millones de trabajadores (as) a trabajar desde sus propios hogares, con un control electrónico, que nunca descansa. El trabajador, en tanto sujeto que forma parte de una organización colectiva del trabajo, que es la empresa, desaparece. Queda el trabajador, externalizado, el trabajador a distancia, o tele-trabajador. Se desprende de este modo, del componente social al trabajo, y el trabajador, se vuelve un individuo más en una “línea de producción” virtual, que es infinita. Lo que algunos han visto como una conquista del individuo, en aras de su libertad, y de conseguir más tiempo para sí mismo. En la práctica ha producido todo lo contrario, con hombres y mujeres debiendo asumir la carga laboral en sus propios hogares. Sin separación alguna entre el espacio doméstico, y el laboral. Muchas veces sin los medios adecuados. En la otra cara, de la relación de las nuevas tecnologías con el trabajo. Están los grandes negocios, fraguados a propósito de estas “oportunidades”. Trabajadores que reparten comida rápida, paquetes, correspondencia, o transportan pasajeros, a lo largo y ancho de las ciudades. Ellos no son trabajadores, se les llama “asociados”, “colaboradores”. Perciben un ingreso bruto por cada entrega que realicen, no cuentan con seguridad social, ni protección de accidentes del trabajo. Todos ellos, son “sus propios dueños”, ya no deben seguir instrucciones de un jefe, son su propio jefe. Y como tales, deben “auto explotarse” si es que quieren conseguir mejores ingresos, deben (pueden) trabajar más. Con un click, se suprimen las 8 horas de trabajo, la ley de salas cunas, el derecho a descanso remunerado. Qué hablar de derechos sindicales o de negociación colectiva. En alguna elegante oficina de Nueva York o Singapur, alguien revisa los resultados de la compañía en el globo. En alguna calle de Santiago, un grupo de asociados, a la entrega de comida rápida, se enfrenta a golpes, para rescatar la motocicleta de un colega, que ha sido retenida por delincuentes. El gran conflicto ético de nuestro tiempo, no es con las nuevas tecnologías. El conocimiento puede y debe estar al servicio de todos. El internet de las cosas, la robótica y la automatización, representan importantes innovaciones, que deben servir para mejorar las condiciones de vida. El gran conflicto ético de nuestro tiempo, es con nosotros mismos. Nuestra falta de conciencia de sí mismos. El abandono absoluto, de una idea de hombre o mujer, luchando por una vida plena, porque eso se alcanza en comunidad. La nueva esclavitud, somos nosotros mismos, encerrados, esclavos del individualismo extremo, del consumo desenfrenado, que, a la vez, propicia la pérdida absoluta de libertad, por las deudas que no tienen fin. La gran esperanza de nuestro tiempo, más que en los instrumentos tecnológicos, en la técnica, y en el mito del progreso infinito, está en el interior de las personas, en la profundidad de su consciencia. El despertar interior, es lo único que puede salvar a esta generación de cibernautas, y tele-trabajadores. Ernesto Sepúlveda Tornero Punta Arenas, lunes 6 de diciembre de 2021.-