lunes, 25 de diciembre de 2023

Silent night, noche de paz

Amigos y amigas, entre 1914 y 1919 se desarrolló la IGM, un conflicto que dejó un saldo de más de 10 millones de muertos, y se estima unos 20 millones de heridos. Una de las guerras más cruentas de las que registra la historia, y donde las potencias de la época, estrenaron carros blindados de combate, ametralladoras, y el uso masivo de armas químicas, con el uso de gases venenosos. En el frente occidental, la guerra se desarrolló a través del combate en trincheras. Entre la franja de trincheras de ambos bandos, se extendía una gran franja de terreno, conocido como “Tierra de nadie”. En ese espacio, es donde se libraban los combates, en los sucesivos ataques que lado y lado, intentaban para avanzar en el terreno. Prácticamente durante todo el lapso de la IGM, ninguno de los bandos obtuvo avances significativos, y la “tierra de nadie”, estaba plagada de cadáveres, que quedaban abandonados. Dentro de este terrible conflicto, que no por nada, se le denomina “la gran guerra”, sucedió un hecho, que de tanto en tanto se vuelve a recordar, a propósito de la navidad. Lo relata el historiador Stanley Weintraub, en el libro “Silent night”, y sucedió a inicios de la guerra, en diciembre de 1914. De manera espontánea a lo largo del frente de batalla, tropas del imperio alemán, y tropas británicas, interrumpen la masacre, para celebrar navidad. Fue un hecho insólito, que fue posteriormente, registrado por los medios de prensa, los soldados desoyeron las órdenes expresas del alto mando, que prohibían “confraternizar”, y dejaron de lado las armas. Sucedió el 24 de diciembre, y se habría iniciado cuando soldados alemanes, pusieron árboles de navidad, a lo largo de la trinchera, y entonaron la conocida canción “Stille Nacht" (en alemán, Noche de paz). Relata la historia, que desde el lado británico respondieron entonando villancicos en inglés. A partir de ahí, comenzó un acercamiento que, con gestos, e intercambio de frases, del tipo “Yo no disparar, tu no disparar”, se pasó derechamente a intercambiar objetos, a modo de regalo. Algunos intercambiaron botones de sus chaquetas, compartieron alimentos, y se pactó entre la tropa que esta tregua espontánea, se prolongaría al día siguiente en el día de navidad. Y así sucedió, las tropas aprovecharon de retirar los cuerpos de sus camaradas fallecidos. Los soldados de un lado ayudaban a los del otro bando a cavar las tumbas y enterrar los cuerpos, y viceversa. Luego las tropas, cocinaron y compartieron alimentos, y luego en un hecho inédito, se enfrentaron en un partido de fútbol. Eran miles de jóvenes forzados a dejar sus vidas en el campo de batalla, muchos en las tropas no querían volver a los combates, por lo que los superiores amenazaron con castigos, que podían llegar a la pena de muerte, por negarse a combatir. El historiador Weintraub, consigna que muchos de los soldados registraron en cartas a sus familias, y en sus propios diarios, lo hermoso que había sido aquel momento. Los diarios de la época publicaron fotografías, tomadas por los propios solados y enviadas a sus familias, donde se puede apreciar a las tropas compartiendo amigablemente, y también jugando a la pelota, como si estuvieran en un barrio de Liverpool o Berlín. Una estatua conmemorativa de este partido, denominada “All Together Now", “Todos juntos ahora”, fue instalada en el Estadio Britannia, en la ciudad de Stoke on Trent, en ella se muestra a dos soldados ataviados con uniformes característicos, del ejército británico y alemán, estrechándose las manos, como disponiéndose a dar el puntapié inicial a la pelota, que está en el piso. A lo largo de la IGM, se sucedieron numerosos episodios como éste, tanto en torno a la celebración de la navidad, como también, para permitir la realización de trabajos o ejercicio al aire libre. En todos ellos, las tropas cesaban el fuego, y departían en paz. Amigos y amigas, estamos celebrando una nueva navidad, y por todas partes se escuchan villancicos, tal vez en muchas casas, incluso la conocida “Silent night”, “Noche de paz”. Para suerte nuestra y de nuestras familias, vivimos en Chile, un país en paz. Sin embargo, se nos encoge el corazón, al recordar a las decenas de miles de muertos que entristecen a las familias palestinas e israelíes. La angustia de quienes hoy están a merced de los señores de la guerra. La población de Gaza y la Cisjordania, mientras nosotros intercambiamos buenos deseos, no recibe paz, ni bendiciones, está bajo fuego. Da una enorme impotencia, que algo que fue posible, en una de las guerras más sangrientas de la historia mundial, como acordar una tregua en navidad, en estos territorios no ha sido posible. Para quienes celebramos en esta fecha, el nacimiento del Salvador Jesús, en su humilde pesebre de Belén, sabemos que, si sucediera el día de hoy, estaría naciendo bajo los escombros de la franja de Gaza. Es un gran misterio, como en la tierra considerada Santa, por las tres grandes religiones monoteístas del mundo, no puede haber paz. Cristianos, musulmanes y judíos, de todo el mundo, miran hacia esa tierra clamando por la paz. Ningún interés geopolítico, ningún interés de supremacía religiosa, cultural o étnica, puede justificar el genocidio, y no podemos ser neutrales ante esta masacre que clama al cielo. Nuestro Señor Jesús, el Príncipe de la paz, nos permita desde esta tierra bendecida de Chile, valorar lo que hemos construido juntos, valorarnos en nuestras diferencias, para que, por nuestros hijos, y por los hijos de sus hijos, podamos trabajar, “Todos juntos ahora”, para poder tener un futuro en común. Ernesto Sepúlveda Tornero Punta Arenas, martes 26 de diciembre de 2023.-

domingo, 17 de diciembre de 2023

LAS LECCIONES DEL PLEBISCITO

Amigos y amigas, finalmente llegó la hora de contar los votos, y en este segundo proceso constituyente, la tortilla se dio vuelta, y la población mayoritaria y claramente, rechazó el proyecto de restauración conservadora, por un 55,75% de los votos, muy similar al resultado de segunda vuelta. Una primera lección que le da la ciudadanía al mundo político, es que no respalda los proyectos refundacionales, sean del color que sea. Recordemos que, en el plebiscito anterior, la misma ciudadanía rechazó también el proyecto refundacional de un sector de la izquierda. A riesgo de parecer general después de la batalla, cada vez está más claro, que fue un profundo error del gobierno progresista, el apurarse a impulsar un nuevo proceso constituyente. Simple y sencillamente, la ciudadanía lo decía con claridad, pero no se entendió, y nos fuimos a otro proceso que concluyó hoy día, y nuevamente con un resultado fallido. Da la impresión que las personas comunes y corrientes, son mucho más sensatas y prudentes, más racionales y menos emocionales, que lo que creen algunos políticos. En mi opinión lo que ha sido derrotado, es un cierto estilo de hacer política, basado en los ataques personales, en las descalificaciones. Lo que ha perdido es la estrategia de incendiar la pradera, que antes impulsara cierta izquierda, y hoy lo encabezó con entusiasmo el sector de la derecha más radical. La propaganda electoral machacona y burda, basado en los ataques personales al presidente Gabriel Boric, era una apuesta del todo o nada. Con la mirada más puesta en las presidenciales de 2025, el líder de la ultra derecha, optó por presidencializar el plebiscito. “Boric vota en contra, Chile vota a favor”, una cantinela, que repitieron por todos los medios, insistiendo en que era un plebiscito del gobierno. Esa estrategia fue derrotada con claridad, y el resultado general es prácticamente el resultado de la elección presidencial de segunda vuelta, donde el presidente Boric derrotó con holgura al candidato de la ultra derecha. El domingo 17 de diciembre ha sido derrotado nuevamente. Chile ha rechazado un proyecto identitario, ultra conservador, que hacía retroceder en derechos sociales, y en especial a las mujeres. Un texto constitucional, que era más bien un proyecto político de un sector determinado, fue rechazado con claridad. Chile no quiere retrocesos, no quiere las confrontaciones, sea que las encabece la ultra derecha o la ultra izquierda. El gobierno, que mantuvo esta vez, la prescindencia que la ley le exige, no resulta fortalecida, en razón de que no se plebiscitaba el apoyo del gobierno. Sin embargo, le devuelve al ejecutivo el protagonismo de la agenda política. El pueblo de Chile, está hastiado de la reyerta de baja monta, no quiere ver más discusiones bizantinas, alejadas de sus problemas cotidianos. Los chilenos y chilenas favorecen los acuerdos, pero esos no se han visto por ningún lado. En el gobierno progresista, lo que ha existido es una derecha política y económica, totalmente refractaria a llegar a acuerdos. Se ha negado sistemáticamente apoyo parlamentario, a las necesarias reformas de pensiones, reforma de salud, y el pacto fiscal. Esta lección tan clara y evidente, surge la interrogante de cuanto de esta lección, será recibida y entendida por la derecha política y económica. Una euforia inicial por la posición alcanzada por la ultra derecha en el consejo constitucional, llevó a la derecha toda a ponerse detrás del proyecto de restauración conservadora. Al igual que en las presidenciales pasadas, un incipiente y escuálido sector de derecha liberal, se plegó sin reproche alguno, a un proyecto que echaba por tierra los avances construidos desde 1990. Lo que está en juego hoy, es ni más ni menos, que la posibilidad de lograr algún avance de las reivindicaciones sociales, en los próximos dos años. Más allá del ruido presente de una elección que ya está cerrada, debemos dar vuelta la hoja, rápidamente, y ponernos a trabajar en la construcción de los acuerdos urgentes y necesarios. Un 44% de la población respaldó el proyecto refundacional conservador, una gran cantidad de personas, creyeron que el camino de Chile, era volver atrás con lo que se ha construido en los sucesivos gobiernos progresistas, incluso durante los dos gobiernos de derecha. La opción que se impuso con claridad, obliga a todos los sectores, a volver al trabajo, menos debate inconducente, menos chimuchina y descalificaciones, y más capacidad de dialogo. Centrarse en la solución de los problemas de la sociedad, obliga al sector conservador, abandonar su táctica de guerrilla cotidiana, para pasar a una actitud de colaboración y co-construcción. Se da hoy una paradoja muy grande, una generación de políticos nacidos y alimentados, de la destrucción y disolución de la Concertación de partidos por la democracia, se convence hoy, de la urgencia y necesidad imprescindible, de la política de los acuerdos. Esa práctica de dialogo político, que dio a Chile los años de mayor estabilidad y progreso de su historia. No existe duda alguna, que quien tiene más clara esta necesidad, es el presidente Gabriel Boric, que se ha apoyado fuertemente en el socialismo democrático, que, en su gobierno, encarna lo mejor de esos años. Para lograr avances mínimos de la agenda legislativa del gobierno progresista, deberá hacerse lo necesario, para construir esos acuerdos. De eso se trata, lo que la ciudadanía está exigiendo. Es la tarea del gobierno encabezar el dialogo con la oposición. Un dialogo sin complejos, sin intentos refundacionales, sin imposiciones, sin gustitos personales. En esta materia, no pueden existir dos opiniones en el gobierno progresista. El tema constitucional está cerrado. Mientras no se inicie un proceso de dialogo, de construcción de acuerdos, en todos los niveles, no se podrá aprobar la agenda legislativa progresista. Mientras, no se vuelva a una cultura de diálogo y entendimiento, cualquier intento constituyente, estará fracasado. La construcción de la casa de todos, requiere de entendimientos básicos, que hoy no existen. El populismo fue derrotado de nuevo, el sector ultra conservador intentará capitalizar un resultado minoritario, para continuar alimentando un proyecto político que fue rechazado por los chilenos y chilenas, en las elecciones presidenciales de segunda vuelta, y hoy con mucha claridad, ha sido derrotado de nuevo. La elección ya pasó, volvamos a centrarnos en los problemas de Chile, valoremos la calidad de nuestras instituciones, valoremos nuestra democracia y volvamos a conversar. Ernesto Sepúlveda Tornero Punta Arenas, lunes 18 de diciembre de 2023.-

domingo, 10 de diciembre de 2023

SE ABRE UNA ERA DE PAZ Y PROSPERIDAD

Con estas palabras, daba inicio a su discurso de toma del mando como presidente de Argentina, el señor Javier Milei. Hasta ahí todo bien, ¿quién podría estar en desacuerdo con tamaña promesa?, lamentablemente, dio paso después a las diatribas contra quienes ejercieron el poder, en los últimos cien años en la Argentina. Sólo faltaron las groserías, que hicieron las delicias de sus seguidores, y estábamos de vuelta en cualquiera de los actos de la campaña presidencial. Rato después hablando a una entusiasta concurrencia, desde balcones de la Casa Rosada, volvió al modo campaña, incluso entonando una canción donde se considera a sí mismo un león. Para de ese modo arrasar con una hipotética “casta”, que estaría conformada, entre otros, por varios políticos de derecha que le apoyaron, como el ex presidente Macri, y otras figuras de la política tradicional, como la ex candidata Patricia Bulrich, instalada hoy en el gabinete ministerial. Es muy singular, lo que sucede en Argentina. Allá ellos y ellas, con su decisión, son libres de elegir a quien quieran, y en buena hora. Cuarenta años se cumplen, desde la recuperación de la democracia en la hermana república argentina. Y lo celebran, con una vuelta de tuerca en 180 grados, con un presidente que ha declarado su intención de tirar por el caño, las políticas implementadas por los gobiernos que le precedieron. La hiperinflación, de 140% anual, y subiendo. La pobreza que afecta al 40% de la población, y el flagelo del hambre, algo nunca antes visto en la Argentina, se ha anunciado que será combatido mediante una política de schock, donde las medidas se implementarán de inmediato. La finalidad declarada, sería lograr el equilibrio en las variables macro económicas en el plazo de dos años. Es posible que a muchos de los chilenos y chilenas de a pie, los trabajadores y jefes y jefas de hogar, se han enterado por televisión o redes sociales, de la existencia de este político trasandino, que hoy asumió la presidencia. Un señor, que se volvió viral en redes sociales, por su estilo avasallador, donde terminaba a los gritos en los programas de debate, o se dedicaba a lanzar insultos de grueso calibre, a sus adversarios políticos, o los amenazaba con una motosierra. Convengamos, que conductas como esa, en un político chileno, harían dudar acerca de su sanidad mental, y es muy dudoso que tuviera un futuro de triunfo electoral, como el que estamos viendo. Pero más allá de la fanfarria, más allá de la hojarasca, como decía don Richard. Lo que hay es algo conocido en Chile y otros lugares del mundo. Un intento de implementar un programa económico, ultra liberal, como el que implementaron los economistas chilenos de la Escuela de Chicago, los famosos “Chicago Boys”. Recordemos que, tras el golpe de estado civil-militar en Chile, se incorporó a la conducción económica a una camada de profesionales, que hicieron estudios de post grado en la Universidad de Chicago. En programas financiados por agencias estadounidenses, con la orientación del departamento de estado. El plan que dichos economistas trajeron a Chile, fue elaborado con la orientación de las agencias de inteligencia, para bloquear los programas económicos de gobiernos progresistas. Mismos, que estaban siendo reemplazados por dictaduras militares, por todo el continente, en los años 70’. Lo que se presenta como novedoso en 2023, ya era viejo hace 50 años, cuando se implementó en Chile. El programa de restauración conservadora, que permitió la implantación de las ideas neoliberales en Chile, sólo fue posible, porque se implementó en dictadura. Con suspensión de libertades políticas, disolución del parlamento, proscripción de los partidos políticos y los sindicatos, sin libertad de prensa, sin libertad de expresión ni de opinión. Y lo que es más cruel aun, en medio de una persecución sangrienta a los opositores a la dictadura, que implicó decenas de miles de ejecutados, miles de personas víctimas de desaparición forzada. Detenciones arbitrarias y torturas. La vieja receta que pretende implementar en Argentina, el presidente Milei, conlleva reducción drástica del gasto fiscal, con la eliminación de ministerios, y despido de funcionarios. Reducir el gasto social, privatizar la seguridad social, privatizar las empresas públicas. Se pretende dolarizar la economía, lo que en el fondo significará una brusca y profunda devaluación del peso argentino. Adicionalmente, y ya fuera de las recetas de Chicago, el nuevo presidente argentino, pretende eliminar el Banco Central, y cortar relaciones económicas con China, el principal socio comercial, no ya de Argentina, sino del continente. El shock neoliberal se pudo implementar en Chile, porque estábamos en dictadura, no se vislumbra la forma en que la sociedad argentina, culta y acostumbrada a décadas de asistencialismo estatal, consientan en estas medidas. En teoría se lograría reducir la inflación, pero al cabo de varios años. En el intertanto, se produciría un aumento del desempleo, ya en cifras históricas, reducción de salarios reales, e incremento de la pobreza. La vieja receta neoliberal, es probable que resulte indigesta, para la sociedad civil organizada en Argentina, centrales sindicales, gremios, trabajadores del sector público, y partidos opositores. Sin el poder de una dictadura feroz, en un extremo, y sin un amplio consenso social y político, en el otro, no parece practicable implementar el anunciado shock económico. La performance del otrora candidato, y hoy flamante presidente, denostando a los adversarios, infligiendo un trato degradante a los opositores, amenazando con daño físico a los que se ponen enfrente, también forma parte del viejo catalogo político. Líderes populistas y autoritarios por todo el mundo, desempolvan los manuales de los años 30’. La democracia no hay que darla por sentada, y hay que estar dispuestos a defenderla siempre. Desde la Patagonia austral, enviamos nuestro cariño sincero y deseamos lo mejor a la hermana república argentina. Ernesto Sepúlveda Tornero Punta Arenas, lunes 11 de diciembre de 2023.-

domingo, 3 de diciembre de 2023

LA ORQUESTA DEL TITANIC

Se acuerdan de esa escena de la famosa película, que muestra el Titanic hundiéndose aceleradamente, el caos y desesperación de los pasajeros que querían salvar sus vidas. Y mientras tanto, los músicos de la orquesta, a una señal de su director, desisten de la huida, y empiezan a tocar sus instrumentos. El barco se hunde, pero la música sigue sonando. Esa imagen, me hace pensar que como sociedad vivimos, como esos músicos. Vemos que el final se acerca, pero optamos por seguir tocando, seguir haciendo lo mismo de siempre, como si nada pasara. Hago esta reflexión, a propósito de los impactantes informes del panel de expertos de la ONU, sobre el cambio climático, que comenté la semana pasada. Pero también, a propósito del Día Internacional de concientización sobre la pérdida y desperdicio de alimentos, que cada 29 de septiembre, desde hace cuatro años, la Organización de Naciones Unidas, recuerda, para invitar a los gobiernos y las empresas, a tomar acción sobre este flagelo. ¿De qué se trata todo esto?, para decirlo en simple, estamos inmersos en una fiesta desenfrenada de consumo. En todo el mundo, producimos, transportamos y vendemos alimentos, que, en un alto porcentaje, se desecha, se bota, y termina en la basura. La organización de Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura, más conocida por su sigla FAO, emitió un informe este año 2023, (FAO, 2023) donde advierte que unos 783 millones de personas de todo el mundo padecieron hambre en 2022. También sostiene que más de 3 100 millones de personas no tuvieron una dieta saludable en 2021. Lo que resulta más paradójico, es que el propio informe señala, que según estimaciones el 13 % de los alimentos del mundo se pierde en la cadena de suministro desde la etapa posterior a la cosecha hasta el nivel minorista de la cadena de suministro. Otro 17 % se desperdicia en los hogares, los servicios de comidas y la venta minorista. Adicionalmente, los estudios señalan, que los sistemas agroalimentarios, por todo el planeta, degradan los terrenos aptos para uso agrícola, hace un uso excesivo de agua dulce apta para el consumo humano, y contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero, por la gran cantidad de alimentos que se desechan. Este aspecto es fundamental si queremos tener una esperanza de futuro como sociedad, y se encuentra dentro de la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas, para el desarrollo sostenible. Dentro de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), se pide a los países reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita en la venta al por menor y a nivel de los consumidores, y que se reduzca la pérdida de alimentos en las cadenas de producción y suministro. Según la FAO, los sistemas agroalimentarios, generan una tercera parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, uno de los principales es el gas metano, producido por la descomposición de desechos de alimentos en basurales y vertederos al aire libre. El funcionamiento de los sistemas agroalimentarios, son un factor relevante en la pérdida de la biodiversidad del planeta, de la cual depende, en definitiva, el suelo, el agua, y hasta el aire que respiramos. La fiesta del consumo sin límite, es la principal amenaza a la conservación de la vida en el planeta. La FAO advierte que si la población mundial, sigue creciendo sin pausa, y llegara a los 9.600 millones en 2050, se necesitaría el equivalente a tres planetas Tierra, para obtener los recursos naturales necesarios para mantener nuestro estilo de vida actual. Durante el período comprendido entre 2010 y 2016, la pérdida y el desperdicio de alimentos a escala mundial generaron entre el 8 % y el 10 % de las emisiones antrópicas totales de gases de efecto invernadero. Según estimaciones de la FAO de 2022, el porcentaje de la pérdida de alimentos a nivel mundial en el 13,3 %. Dentro de estos, las frutas y hortalizas representan un 32 % de las pérdidas de alimentos, seguidas de la carne y los productos de origen animal, con un 12,4 % de las pérdidas de alimentos (FAO, 2022). ¿Qué hemos hecho en Chile, para enfrentar este flagelo? En 2015, se inició la tramitación de un proyecto de ley en el senado, con origen en moción parlamentaria, el proyecto busca disminuir y prevenir la pérdida de alimentos aptos para el consumo humano en cualquier punto de la cadena productiva. También aquellos que no se pueden comercializar, sea por cambio de apariencia del etiquetado, abolladuras del envase o su pronta fecha de vencimiento (6 días antes de la indicada en el producto). (SENADO, 2023) El boletín que informa el proyecto de ley, da cuenta de una investigación efectuada por el Centro de Estudios de Opinión Ciudadana de la Universidad de Talca en 2011. En dicho estudio se sostiene que un 94,9% de los entrevistados, reconoce que botar comida acumulada en el refrigerador es una práctica normal. Sólo el 5,1% señala que es algo que nunca ocurre. Para un tercio de los encuestados es una práctica tan frecuente como por lo menos una vez a la semana y si bien, un 60,0% señala sentirse culpable por haber desperdiciado comida, un 23,0% considera que esta práctica es parte de lo cotidiano y está acostumbrado a hacerlo. Un 24,4% bota verduras y un 12,9% pan. La razón más aludida para el desperdicio de los alimentos es que se olvidaron de que la comida estaba ahí (57,6%). Lamentablemente el proyecto que pretende regular y reducir la pérdida de alimentos, se encuentra desde 2020, en segundo trámite en la Cámara de Diputados, y no ha tenido progresos, la actual administración hizo presente la urgencia simple del proyecto en junio de 2022, no existiendo mayores avances en la comisión de Salud de la Cámara. Esperemos alcanzar a tomar las acciones que recomienda la FAO, para evitar la pérdida de alimentos, y de paso contribuir al logro de los objetivos de desarrollo sostenible, de la agenda ONU del 2030. Queda poco tiempo, la orquesta sigue tocando. Ernesto Sepúlveda Tornero Punta Arenas, lunes 4 de diciembre 2023.- FAO. (3 de diciembre de 2023). www,fao.com. Obtenido de https://www.fao.org/3/cc7287es/cc7287es.pdf SENADO. (3 de diciembre de 2023). www,senado.cl. Obtenido de https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=repositorio/10221/32197/1/Minuta_32_21_Desperdicio_Alimentos_Chile.pdf