domingo, 26 de enero de 2020

CHILE Y EL FORO ECONÓMICO MUNDIAL



Cuando en Chile superamos ya los 100 días, desde el inicio de las manifestaciones sociales. No se vislumbra aún, cuando concluirá la faceta callejera de la movilización. Como un invitado indeseado, el vandalismo, la destrucción y la violencia, se ha colado en cada manifestación, de Arica a Punta Arenas. El gobierno, largamente superado por las circunstancias históricas que le tocó vivir, no ha sabido equilibrar la necesaria respuesta, la canalización de las demandas sociales. Con la ineludible actuación disuasiva, para la conservación del orden público.

A estas alturas, el deseo de  paz y la estabilidad, es opinión mayoritaria de la ciudadanía, reflejado en la encuesta CEP de diciembre. Sólo sectores muy extremos de lado y lado del espectro político, se benefician con este orden de cosas. La existencia de focos de violencia y destrucción, aunque acotados, han sido persistentes, y si bien el rechazo es mayoritario. No es unánime. Aun hoy en día, existen sectores políticos entusiasmados por el desorden callejero. Lo comentó con la brillantez de costumbre, el profesor Squella. Refiriéndose a las personas de edad bastante mayor, que aplauden emocionados los cortes de calles, y las tomas de liceos. “Pretenden que otros hagan la revolución, que ellos no hicieron en su juventud”.

El fenómeno social que está experimentando nuestro país, no es ni nuevo, ni único. En Estados Unidos, en España, en Francia, a propósito del estallido de la burbuja inmobiliaria de 2008, surgieron movimientos de “indignados”: Ellos  ocuparon plazas y otros espacios públicos, reclamando por el salvataje público, de los especuladores financieros.

El origen del problema, está en la economía. Hoy en día, cuando se cumplen dos décadas de un nuevo siglo. Cuando indiscutidamente, el sistema de libre mercado, domina la economía mundial. Desde el propio seno del sistema capitalista, nos llegan voces que advierten que el crecimiento no será eterno. Que no se puede seguir la dinámica de crear riqueza y distribuir utilidades, sin considerar los impactos sociales, medioambientales, y el riesgo para la propia sobrevivencia de la especie humana.

Los capitanes del mundo financiero, se reunen año a año en el World Economic Forum (Foro Económico Mundial). Esta entidad fue fundada en 1971 por el profesor, ingeniero y economista Klaus Schwab,  quien la dirige como su presidente ejecutivo. La particularidad que tiene este organismo, es que se funda en la denominada “Teoría de las partes interesadas”. Según ésta, una organización es responsable ante todos los sectores de la sociedad. El Foro económico mundial sostiene que el progreso, “Ocurre al reunir personas de todos los ámbitos de la vida que tienen el impulso y la influencia para hacer un cambio positivo”. La gestión de una empresa moderna debe servir no solo a los accionistas sino a todos los interesados.

En la convocatoria al Foro de este año,  Klaus Schwab, elaboró el “Manifiesto de Davos”, donde  sintetiza unas normas de conducta que debieran seguir las empresas e instituciones, para pasar de un capitalismo de accionistas, a un capitalismo de” partes interesadas”.

Un aspecto central del Manifiesto, es el que se refiere al rol de la empresa “Una empresa es algo más que una unidad económica generadora de riqueza. Atiende a las aspiraciones humanas y sociales en el marco del sistema social en su conjunto. El rendimiento no debe medirse tan solo como los beneficios de los accionistas, sino también en relación con el cumplimiento de los objetivos ambientales, sociales”.

 Cuando en Chile, estamos ad portas de iniciar las votaciones donde decidiremos sobre tener o no una nueva constitución. Debemos considerar la notable coincidencia, en la reflexión que se hace en el mundo desarrollado, con la que podemos hacer acá sobre el origen del problema económico. La necesidad de modificar las bases del orden público económico, consagrado en la constitución de 1980, es ineludible. No significa esto que se establecerá un cambio hacia el estatismo, o poco menos que a una economía central planificada. Por el contrario, dentro del mismo sistema capitalista, deberán modificarse las condiciones de trato entre shareholders y stakeholders. Entre accionistas y partes interesadas. Parte fundamental de las razones que han llevado a la gente a volcarse a las calles, dicen relación con el funcionamiento defectuoso de sistema económico. Esto debido a distorsiones y vicios, como la colusión, los monopolios, la escasa competencia, la baja tributación debido a elusiones y exenciones. La debilidad de los instrumentos de redistribución.

El foro económico mundial, ilustra qué pasos debieran adoptar las empresas y los gobiernos, para avanzar hacia un sistema empresarial, más consciente del impacto social y medioambiental, de las decisiones económicas. Y de la necesidad de equilibrar la necesaria gratificación a los  accionistas, con la retribución a las partes interesadas.

Para adentrarnos en estas discusiones de contenido de un nuevo pacto social, es ineludible, e imprescindible, terminar con el vandalismo, los desmanes, y la alteración del funcionamiento normal de ciudades y trabajos. Sin el retorno de la paz y la estabilidad, no es posible suscribir pacto, ni realizar negociación alguna.

Lo tarea que tenemos por delante, es demasiado importante, como para  decidirla en medio de calles asoladas, y negocios vandalizados. La paz es conditio sine quanon, para cualquier futuro.

Ernesto Sepúlveda Tornero

Punta Arenas, Lunes 27 de enero de 2020.-




domingo, 19 de enero de 2020

ENCUESTA CHILE



Con toda la desconfianza que existe hoy en día, respecto de instituciones y personas, el prestigio y el respeto con el que se miraba la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), ha mermado considerablemente. No contribuyó a la seriedad de la medición, que el año 2018 realizará sólo una medición, decidiendo suspenderla. Sólo en mayo de 2019 se volvió a tomar la encuesta, y luego del estallido social, se publicó la encuesta de diciembre de 2019.

Hecha esta salvedad, la encuesta CEP sigue considerándose una medición seria, es además una encuesta presencial, que se realiza en una muestra de 117 comunas, considerada representativa de la realidad del país.

Una primera constatación se refiere a los temas a los cuales, a los cuales debería dedicar mayor esfuerzo el gobierno. Los tres principales mencionados son pensiones 64%, salud 46% y educación 38%. Comparada con la medición de mayo de 2019, sube  la percepción de que debe dedicarse mayor esfuerzo a Sueldos, que pasa de un 21 a un 27%. Desigualdad, que sube de un 9 a un 18%.

Es muy significativo que temas a los que el gobierno dedicó muchos recursos, y campañas mediaticas, casi no existan en la preocupación de los encuestados. La inmigración se menciona sólo por el 1%, y la delincuencia baja como tema prioritario de un 51% en mayo a un 26% en diciembre.
En cuanto a la situación económica, la percepción que tienen los encuestados, difiere cuando se le consulta por su propia situación económica, que cuando se consulta por la del país. Hay una mirada mas positiva de la propia situación, que de la que tienen los demás. Así se considera que la situación económica no es ni buena ni mala, personal 50%, del país 35%. En tanto un 25% considera que su situación económica es muy buena, versus un 9% que considera muy buena la situación del país. En tanto un 25% cree que su actual situación es mala o muy mala, porcentaje que se eleva a un 56% cuando se consulta sobre la situación económica del país.

La incertidumbre que existe sobre la marcha económica del país, se refleja en la respuesta que dan los encuestados sobre cómo creen que estará la economía en los próximos 12 meses. En lo personal un 30% cree que estará mejor, y un 20% que también el país lo estará. En tanto 13% piensa que su situación personal estará mucho peor, y un 27% cree que el país empeorará su situación económica. Un 50% cree que la situación económica no cambiará, osea se piensa que seguirán  las débiles cifras de crecimiento y empleo.

Dentro de los aspectos mas positivos de la medición del CEP, nos muestra el impacto que ha tenido la movilización social iniciada en  octubre de 2019. La percepción que se tiene de la democracia, ha mejorado ostensiblemente respecto de la medición de mayo de 2019.  Pasando de un 52% a un 64% de personas que creen que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno.

Consecuente con lo anterior, se ha reducido de un 19% a un 11% quienes justifican que en algunas circunstancias, un gobierno autoritario es preferible a uno democrático. Este dato también coincide con la baja notable en la aceptación, y el aumento del rechazo a las figuras políticas, que se asocian con las posturas de extrema derecha.

La mirada crítica acerca de como se han hecho las cosas en nuestro país, y que en parte ha motivado las movilizaciones sociales, se refleja en la encuesta CEP,  en la evaluación del funcionamiento de nuestra democracia. Existe un juicio duro sobre nuestra situación actual, pero una mirada llena de esperanza sobre el futuro. Sólo un 6% dice que la democracia hoy en día,  funciona bien o muy bien. En tanto esa percepción aumenta a un 19%, cuando se consulta como funcionará la democracia en Chile en 5 años más. Quienes creen que la democracia funciona regularmente son el 44%, muy parecido al 46% que cree que en 5 años seguirá regular.

Lo que da mas esperanzas, es que el 47% que piensa que hoy la democracia funciona mal o muy mal, se reduce a un 27%, cuando se consulta como funcionará en 5 años más.

Ratificando que la discusión constituyente, está entre los temas ya incorporados a la discusión cotidiana. Un rotundo 67% aprueba la redacción de una nueva constitución, versus un 13% que la rechaza. En tanto, un 44% quiere que la redacte una convención constituyente electa totalmente. Y un 37% quiere que sea una convención mixta.

Graficando el estado de desconfianza pública existente en Chile, las preguntas sobre confianza en distintas instituciones arrojan niveles inferiores a 10% de confianza, del gobierno, del congreso, de los partidos políticos, de los tribunales de justicia y del ministerio público. Las FFAA bordean el 20% de confianza, y carabineros y la PDI, en torno a 15%. Destacan dentro de las instituciones mas confiables, la radio y las redes sociales, aún así, no alcanzan al 30%.

Cuando muchos políticos, e incluso artistas populares han tratado de hacerse con los eslóganes y con la mística de las movilizaciones sociales, sin lograrlo. Y cuando intelectuales reputados, advierten que el camino de la violencia, y el desencuentro, sólo acarreará más injusticias y dolores. Nuestra propia gente, nos está diciendo en esta encuesta, que prefiere líderes que privilegien los acuerdos. Y en esto hay un sólido 78% de los encuestados, que espera eso de quienes se han puesto a la cabeza de partidos y movimientos.

 Los chilenos, somos entusiastas, pese a todo. El grueso de los encuestados, un 60% se manifiesta totalmente satisfecho con su vida, pero sólo un 11% cree que el resto de los chilenos se siente así.  Aquí hay una  mirada hacia los demás, que puede ser de colaboración, de solidaridad. Un reconocimiento implícito de las precarias condiciones  de vida de muchos compatriotas.

En los históricos tiempos que nos toca vivir. Desde este espacio, hemos abogado por el dialogo y el entendimiento, hemos abogado por la paz, y lo seguiremos haciendo. Sólo a través del encuentro entre las personas, podremos construir una comunidad. Partiendo por el barrio, el campo, la ciudad, la región.

Ernesto Sepúlveda Tornero

Punta Arenas, Lunes 20 de enero de 2020.-

domingo, 12 de enero de 2020

LA PURGA



Dentro del género de películas de acción, el film “La purga la noche de la expiación”, (2013), nos muestra como sería una sociedad del año 2022. Se describe un futuro, donde el poder político lo ejerce la “Nueva fundación de los padres de América”. Entidad que controla todo en la sociedad, sin contrapesos. Como una medida de control social, y un experimento sociológico para reducir la criminalidad, se implementa la “Purga anual”. Mediante esta regla, se autoriza a los ciudadanos que deseen participar del programa, que durante una noche al año, se pueda cometer cualquier tipo de crimen. Durante un lapso de 12 horas, las personas pueden perpetrar asesinatos, robos y violaciones, sin tener que responder ante la justicia, ni asumir las consecuencias de sus actos.

 Es inevitable, traer a la memoria las escenas de destrucción y descontrol, que hemos podido presenciar por las pantallas de TV y en nuestros celulares, desde que inició el “estallido social”. No ha existido aquí autorización ni norma alguna, que rebaje o relaje el control penal. Son absolutamente punibles, los hechos de destrucción de mobiliario urbano, los atentados en contra de la infraestructura pública y privada. Pero quienes los ejecutan, aparecen investidos de un aura de heroísmo y rebeldía, cual si estuvieran cumpliendo una misión patriótica. En el film “La Purga”, se promueve la participación de los ciudadanos, emulando a los padres fundadores de la república americana.

Los desmanes, la violencia desatada, la destrucción e incendios, en la oscuridad de la noche, o a vista y paciencia de las cámaras de TV,  es obvio que no se trata de un experimento sociológico. No existe en Chile nadie en su sano juicio, que anime teorías de complot o maquinaciones maquiavélicas detrás de la violencia.

Sin embargo, no deja de llamar la atención, el entusiasmo con que pequeños sectores de izquierda y de derecha, justifican por un lado, las acciones perpetradas contra instituciones y autoridades, y por otro la represión desmedida y sanguinaria.

Para algunas personas, el despliegue de energía destructiva, que puede arrasar con estaciones de metro, supermercados, hoteles, e iglesias, está plenamente justificada. Para otros, el bien mayor es el orden público, y es un dato menor, el saldo de personas muertas, desde octubre 18 de 2019, la cantidad de heridos con pérdida ocular, los miles de detenidos.

Ha surgido un grupo cada vez más activo en redes sociales, que se ha alzado como acusador y persecutor de quienes no piensan como ellos. Con celeridad se lapida públicamente a quien no comulga con el credo ultrón. Esbirros de la dictadura y ex ejecutivos de gobiernos de la concertación, son tratados con el mismo desprecio, con la misma violencia. En la máquina inquisidora soviética chilensis, han ido cayendo figuras ayer respetadas y veneradas, el último caso fue el de la Jueza Atala.

Los nuevos padres fundadores del modelo chileno, quieren ser como los padres anteriores, esos que vinieron de Chicago, en brazos militares. Quieren cambiarlo todo, “Purgar” al que piense distinto del otro bando y del propio bando también.

En el nuevo orden que, se dice, pretende la inmensa mayoría de los chilenos, osea lo que habla la calle, no hay espacio para medias tintas.  No se rinde la PSU dijo un adolescente, y ahí estuvieron cientos de viejos políticos (as), aplaudiendo esa valentía, ese coraje. Se impidió a varios miles de jóvenes rendir, una prueba para la que se prepararon largo tiempo, pero ese es un detalle ínfimo, con todo lo avanzado.

Venerables dirigentes sindicales, de añosas e históricas organizaciones sindicales, anuncian el fin del dialogo con el gobierno, ya que “conversando no han avanzado en nada”.  Pero por allí no pasó a purga. El primer acuerdo que se suscribió en medio de las protestas, fue el reajuste y nuevos beneficios para los empleados fiscales.

Cuando se cumple el lapso de las 12 horas de la purga, vuelven a sonar las sirenas, y las personas empiezan a salir de sus casas, a recoger a sus muertos, a atender a sus heridos. El experimento resulta, la gente participa activamente, y eso augura una reducción de la criminalidad durante el año.

En Chile de 2020, lleno de contradicciones, de injusticias, de abusos, no necesitamos salir a destruir, a herir o a insultar, no necesitamos salir “a purgar”, necesitamos confiar. Necesitamos creer. Ni un gobierno acorralado con baja aprobación, ni un congreso desprestigiado, y una oposición fragmentada, podrán por sí solos, salir de este atolladero.

La tarea que viene no es glamorosa, no tiene acción ni vértigo,  es una tarea de hormiga, de mucha paciencia, de mucha conversa. Prestos ya a luchar por el estatus quo, el grueso del oficialismo se cuadra con el rechazo a la nueva constitución. Se inicia ya una campaña del terror, se ha mencionado incluso a la UP.

No han cesado las acciones de violencia, las denominadas “funas”, donde se dan cuadrillazos a diestra y siniestra,  son los “Gorriones”  del septón supremo, la nueva fe que se impone a garrotazos. 

El sector progresista, la centro izquierda se encuentra atrapada, indecisa, no sabe si culpar o no a los escuadrones de funadores, un prurito de beato trostkista, parece impedir que estos sectores mas moderados, saquen el habla para imponer cordura.

Necesitamos con urgencia, escuchar menos al que vocifera y mas al que piensa. En Chile tenemos esa riqueza, personas de sabiduría y prestigio como Gaston Soublette, Humberto Maturana, Agustin Squella, Juan Gabriel Valdés, Laura Albornoz, la científica María Teresa Ruiz, la filosofa Carla Cordua.

La sensatez y la prudencia, que emana del saber, también lo encontramos en nuestras casas y campos. Para no ver otras versiones de “La purga”, debemos sentarnos a conversar y a preparar el plebiscito constituyente de 26 de abril.

Ernesto Sepúlveda


Punta Arenas, lunes 13 de enero de 2020.-

domingo, 5 de enero de 2020

LA URGENCIA DE LA PAZ


Cuando parecía que el 2020, iniciaba en medio de auspiciosos sueños de esperanza, unas imágenes transmitidas por todo el orbe, nos trasladaron con inusitada violencia, a nuestra realidad. Vivimos en Chile, en los extramuros del primer mundo, y sin embargo nos llegó con nitidez el ataque sobre suelo de Irák, con el que el gobierno de Estados Unidos, ejecutó a un alto jefe militar. Las amenazas de represalia o venganza no se hicieron esperar, provocando la alarma en ciudadanos estadounidenses y de sus países aliados, los que fueron advertidos  del peligro, instándolos a dejar el país.

La situación en Medio Oriente, ha escalado a niveles que ya se creía desterrados. Irán ha anunciado que abandona el plan para el desarme nuclear, y en su principal mezquita se ha izado una enorme bandera roja. Esta representa la sangre caída en forma injusta, y un llamado a vengarla.

El mundo de inmediato acusa el impacto, con inestabilidad en las bolsas, y aumento del precio del petróleo crudo, del cual la zona es una de las mayores reservas del planeta. Como es usual en estas crisis, grandes inversionistas y especuladores financieros se refugian en el oro. Recurso que sigue considerándose la inversión mas segura, en casos de guerra.

A quienes rondamos los 50 o más años, estas noticias no nos sorprenden mucho. El Medio Oriente ha sido el escenario preferente de las guerras que Estados Unidos ha llevado a cabo, en los últimos decenios del siglo XX y en los primeros del siglo XXI. Lo que de verdad impacta, es la liviandad con que el recurso bélico se usa en la política interna de Estados Unidos. Donald Trump no es la excepción. Expuesto a un “Impeachment”, o  juicio político en el congreso, y ad portas de una nueva elección presidencial. El recurso al patriotismo y a la defensa de la seguridad de “América”, es una arma imbatible en una campaña política.

Eso es lo abismante, para quienes vivimos lejos del primer mundo. Que decisiones de los líderes de las grandes potencias, cambien o amenacen cambiar nuestras vidas de forma definitiva. Ya lo vimos en materia medio ambiental, con la negativa de las grandes potencias a comprometerse activamente, en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. La ciencia ha determinado que no si reducimos la temperatura de la atmósfera, nuestra forma de vida va a desaparecer del planeta. Nada parece inquietar a los líderes del mundo desarrollado.

 Presenciamos una película de acción, una producción de bajo presupuesto, con malos actores y deficientes efectos especiales. Nos cuenta una historia de destrucción planetaria, y una muy improbable alternativa de que algunos puedan emigrar a planetas distantes de nuestra galaxia. Adivinen donde estamos nosotros, los habitantes de las tierras mas distantes del mundo desarrollado?, bueno pues, viendo a lo lejos como se llena el Arca e inicia su viaje.

Pareciera ser un panorama negativo, pesimista. No propio del espíritu que anima al autor de estas líneas.

La verdad sea dicha, sobre lo que está sucediendo en el Medio Oriente, o lo que sucederá en el congreso de Estados Unidos con el Impeachment, o la elección presidencial, poco tienen que ver, con lo que nosotros podemos hacer y decidir.  Lo traigo a debate, únicamente para constatar y resaltar una vez más, la increíble fragilidad de nuestra existencia. La increíble fragilidad de la vida.  Una reflexión que a mi juicio debiera llevarnos a abrir ojos y mentes, ante lo que está sucediendo frente a nuestras propias narices.

La paz, y la convivencia pacífica en sociedad, no es argumento o recurso para un sector político determinado, debiera ser el Leit motiv, de todos nosotros, quienes con nuestras individualidades, nuestras convicciones, nuestros sentires, habitamos este territorio.

Los tiempos que vivimos, son tiempos de cambios, un cambio de ciclo vital y social, que llevará muy probablemente a superar, la forma en que nos hemos organizado hasta ahora en sociedad. Pero existen valores, principios y fundamentos, que son anteriores y superiores a toda ideología. Ese sustrato ético, está presente en todos nosotros, y por tanto, cualquiera de nosotros, cada uno, o todos en conjunto, podemos y debemos reivindicarlo.
Defender la dignidad del ser humano, sus derechos inalienables, nuestro derecho a vivir en paz, a construir una sociedad que se sustente en la participación, en la solidaridad, en el progreso colectivo.

 No son sólo bellas palabras para un discurso,  son una tarea. Todos y cada uno de nosotros seremos ciudadanos constituyentes. Algunos serán electos para integrar la convención constituyente. Los otros podremos discutir y proponer contenidos, que traduzcan en palabras el legado que cómo país, queremos dejar para las nuevas generaciones.

Ernesto Sepúlveda – Crónicas de la Patagonia


Punta Arenas, Lunes 6 de enero de 2020--