El próximo domingo 13 de junio, se efectuará en 13 regiones del país, la segunda vuelta de las elecciones de gobernadores regionales. En las votaciones efectuadas el 15 y 16 de mayo, sólo en tres regiones, hubo vencedores en primera vuelta, ya que se requería superar el 40% de los votos. Eso lo consiguió Jorge Flíes en la región de Magallanes, Andrea Macías en Aysén, y Rodrigo Mundaca en Valparaíso. Estas tres primeras gobernaciones fueron para candidatos de la oposición al gobierno. De las regiones en que se votará el próximo domingo, en 12 de ellas competirá un representante del pacto de Centro izquierda “Unidad Constituyente”, con un representante del pacto de gobierno, “Chile vamos”. En tanto en la región metropolitana, competirá el candidato Orrego, por “Unidad constituyente”, y la candidata Oliva, del pacto del FA y PC.
En
las elecciones de 15 y 16 de mayo, concurrieron menos electores, que en las del
plebiscito de 25 de octubre de 2020. En medio de la parte mas aguda de la pandemia,
con gran parte del país confinado, no existe encuesta o estudio de opinión, que
pueda predecir medianamente el comportamiento de los electores. En ese sentido,
el estudio que ha revelado esta semana, el Servel junto a la PUC, arroja luces sobre
lo que ha estado sucediendo con el electorado. Es un análisis de los
participantes en el plebiscito de octubre de 2020. A continuación, haremos una
síntesis, para que cada quien haga sus pronósticos.
El
padrón electoral de Chile, hoy asciende a 14.796.197 electores, de estos,
fueron a votar en el plebiscito un poco más de 7 millones y medio de personas, una
participación de 50,76%. De estos electores, el 52,4% fueron mujeres, un valor
en torno a tres millones novecientos mil votantes. En tanto, la votación de
hombres representó un 49% con poco más de 3 millones 500 mil votantes. Las
mujeres son más en el padrón electoral, una diferencia de 300 mil inscripciones,
pero ahora también, están votando más. Consideremos datos de participación
electoral por sexo, comparado con su respectivo padrón. En elecciones
municipales de 2012, la participación de mujeres fue de 45,5% y hombres 40,2%, participación
que aumenta en un 8% promedio para elecciones presidenciales de 2013.
Recordemos que en dichas elecciones participaba por segunda vez, Michelle
Bachelet. Se aprecia un aumento de la votación en mujeres a 52,3% y en hombres
a 45,8%. Se produce una baja ostensible en la participación para municipales de
2016, con una caída promedio de 15%. Esta caída se revierte en parte para
elecciones presidenciales de 2017, donde aumenta un 12%, llegando a 49,6% en
mujeres y 43,4% en hombres. Comparando
la presidencial de 2017 con el plebiscito de 2020, en este se produce un
incremento de la participación electoral de un 3% en mujeres y 6% en hombres.
Considerando
la edad de los electores, del informe del Servel, se aprecia que hubo un
incremento en la participación electoral de los más jóvenes, comparando la
presidencial de 2017 y el plebiscito de 2020. Los aumentos van desde un 1% de
incremento para el tramo de 45 a 49 años, hasta un 21% de aumento para el tramo
de 18 a 24 años. El tramo de aumentos más significativos va desde los 18 años
hasta los 34 años, con aumentos entre 15 y 20% en la participación electoral.
Para el plebiscito de 2020, se produce por primera vez, una reducción en la
participación de votantes del padrón mas adulto. Se aprecia disminuciones que
van desde el tramo de 50 a 54 años con un 2%, a la disminución mayor que se da
para 75 a 79 años con un 18% de disminución.
A
nivel regional, sólo 6 regiones aumentan su participación electoral, comparando
la presidencial de 2017 y el plebiscito de 2020. Estos aumentos van desde el 3%
de aumento de Magallanes y Tarapacá, al 8% de aumento de Antofagasta. Las otras
3 regiones que aumentan en % intermedios, son Atacama, Valparaíso y la
Metropolitana.
Otros
datos que aporta el estudio Servel. Se verificó que 1.271.143 personas que votaron
en el plebiscito, no habían votado en 2013 y 2017. El 55% de ellos tienen entre
26 y 37 años, y residen principalmente en Viña del Mar y Puente Alto. En tanto,
se comprueba que 1.333.616 personas que habían votado en 2013 y 2017, no
concurrieron a votar en el plebiscito. Tienen edad promedio 63 años, y residen
principalmente en Maipú, La Florida y Viña del Mar.
Los
datos anteriores, nos dan una luz de esperanza, principalmente por el aumento
de la votación de los segmentos más jóvenes de la población. Se comprueba que
la instancia del plebiscito se entendió transversalmente, como muy importante. La reducción de la participación del padrón más
adulto, se explica por las medidas de autocuidado, propias de la pandemia. Otro
dato esperanzador, es el aumento del % de votación de jóvenes de comunas, con más
alto índice de población vulnerable. El estudio solo indica comunas de la
región metropolitana, es positivo que La Pintana y Puente Alto, mejoren la
votación de jóvenes, en comparación de mismos segmentos etarios, de comunas
acomodadas como Vitacura o Huechuraba. Lo anterior, porque en votaciones
anteriores, el contraste era chocante, entre altísima participación de comunas
del sector alto, versus comunas de estratos populares.
No
tenemos aún el mismo análisis sobre la votación de 15 y 16 de mayo, pero desde ya
se aprecia una disminución de 9% en la participación, lo que se tradujo en
1.353.332 personas que fueron a votar en el plebiscito, y no lo hicieron en la
elección de gobernadores, convencionales y alcaldes. Una señal de alerta para
la sociedad toda, y que pone en el tapete, nuevamente la necesidad de reponer
el voto obligatorio. En un país inmerso en la discusión más importante de su
historia, donde se ha instalado con fuerza la idea, de que el estado debe
garantizar derechos sociales universales. Resulta de justicia absoluta, que se
exija como mínima retribución y compromiso con la sociedad democrática. El concurrir
a votar en las elecciones populares.
La
participación de jóvenes, debe ir de la mano de la apertura de espacios en las
directivas de los partidos, y en las listas parlamentarias a militantes y candidatos
jóvenes. Un ejemplo a destacar es el Partido socialista, que no solo fue el
primero, hace 10 años, en establecer paridad en sus cargos directivos, sino que
también tiene una “cuota joven”, que aplica discriminación positiva para
promover los cuadros mas jóvenes. De esa camada salió la alcaldesa electa de
Quinta Normal, Karina Delfino, y el convencional constituyente electo, Cesar
Valenzuela. Ambos líderes de la revolución pingüina de 2006, donde partió todo.
Ernesto Sepúlveda Tornero.
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