UNA MIRADA A NUESTRA JUVENTUD OCHENTERA
De pronto en los últimos días, y cuando se nos vienen los 40 años del golpe de estado del 73', varios canales de Tv, radios y prensa escrita se han lanzado a hacer retrospectivas de aquellos nefastos años en que vivimos en dictadura. Volcados en el espiral del recuerdo, nos vemos corriendo por las calles de Valparaíso, perseguidos de cerca por ¨guanacos", "cucas" y "zorrillos", luego de haber intentado una de las muchas "marchas del hambre", que se acostumbraba a convocar cada cierto tiempo. Las fuertes imágenes de la represión mostradas en forma inédita en la televisión abierta (programa de CHV las imagenes prohibidas), nos transportan a los combates memorables que libramos cada semana, durante el período 1984 al 1988 en la UPLA, nuestra casa de estudios, a la que llamábamos "pedagógico", por el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, su predecesor.
Como libramos casi ilesos, de esos años de represión, miedo y muerte, sólo Dios sabe, lo cierto es que en el camino quedaron varios compañeros, pero esos no nos detuvo, seguimos adelante con una voluntad inquebrantable de lucha. Eran tiempos violentos, tiempos de pasión, donde los sentimientos y los sentidos andaban en efervescencia permanente. No se podía ser moderado, ni conservador, hasta los Dc salían a protestar a la barricada, nada igualaba esos enfrentamientos.
Recuerdo que luego de esas jornadas de protesta que podían durar tres a cuatro horas, llegaba a la casa extenuado, con fuertes dolores de cabeza y ardor en los ojos en la frente, y en general en toda parte del cuerpo que estuviera húmeda y hubiese estado en contacto con los gases químicos con que nos bombardeaban los pacos.
Recuerdo estar poniéndome un vestón negro de lana ( que había comprado en la ropa americama, o ropa usasa), después del combate, porque los pacos vigilaban a los estudiantes a la salida de la universidad para ver si identificaban a alguno de los que habían hecho la barricada.