domingo, 27 de diciembre de 2020

JUVENTUD ACUMULADA

                         No se de donde proviene la frase, se la escuché por primera vez a la presidenta Michelle Bachelet, aludiendo en forma divertida, a la edad madura, y a la edad en general. El tema ha motivado esta reflexión, viendo en distintos ámbitos del quehacer mundial, como hombres y mujeres, que superan los 70 años, continúan sus carreras profesionales, en la ciencia, en las letras, en el cine o en la política. Anthony Hopkins, Clint Eastwood, Morgan Freeman, la gran Sofia Loren, por nombrar algunos. El presidente electo de los Estados Unidos Joe Biden, su rival derrotado, y actual presidente Donald Trump. El Papa Francisco, Los Rolling Stones. El presidente Ricardo Lagos, la senadora Allende, Insulza, Carlos Montes, entre muchos otros. Son la muestra de que las personas pueden aspirar a continuar activas mas allá de la famosa, edad de jubilación. La que como es sabido de jubilosa tiene poco.

                        Es inevitable mirar el pasado, es imprescindible conocer nuestra historia, de donde venimos. Tanto a nivel personal, como a nivel social e histórico. Siempre me gustó leer a un escritor excepcional, de pluma ágil y punzante, don Joaquín Edwards Bello. Entre muchísimos otros temas, él escribió una columna sobre su cumple número 70. En el siglo pasado tuve ocasión de leer varias décadas de sus escritos en Diario La Nación, en los diarios mismos, conservados en la Biblioteca Nacional. Conservé una copia de ésta que es del jueves 6 de junio de 1957. Parte así “En mayo de 1887 me bautizaron en la iglesia del Espíritu Santo en Valparaíso. En el sitio de la iglesia se levanta hoy un edificio de departamentos. Donde menos se nota el Espíritu Santo. Un buen par de zapatos valía dos pesos. Nací en la calle del Teatro, donde estaba el Teatro Odeón, que el año anterior había inaugurado las tandas a chaucha.” … En otro párrafo señala “En cuanto a mí concierne, quiero vivir hasta ver en que para lo de la bomba atómica, lo de la paz universal, y lo del metropolitano de Santiago”. “Me queda micho cerebro por estrenar. Azorín aseguró que escribimos por vanidad. Yo escribo para llamar la atención. Si no llamara la atención, ya me habrían chiflado del diario. Si no escribiera estaría muerto. El filósofo Kierkegaard decía,” Scherezade, de las Mil y una Noches, salvó su vida contando fábulas al Sultán. Yo salvo la mía escribiendo fábulas”.

                        En otra parte “He sobrepasado el término medio de la vida del ciudadano de mi tierra. He pasado lejos el largo de la vida del hermano conejo, que vive 5 años. De los hermanos perro y cabra, que viene 15 años. Del caballo que vive 25 y del camello y el león que viven 40 años.” Del gato don Joaquín escribe “El gato suele vivir veinte años, Hasta los diez goza de terribles crisis de amor. En adelante contempla su pasado de aventuras como el Abate Casanova, y duerme.  A veces, como el perro, sueña y tiene pesadillas. Amado Nervo dijo del gato “Diez años de aventuras voluptuosas y diez de contemplación”

                        ¿Cuál es el secreto para alcanzar una larga vida?, don Joaquín nos dice “No creo em secretas ni en sistemas especiales. El señor Churchill, es un fenómeno de vitalidad. Ha fumado un habano grande como la torre Eiffel y cantidades navegables de whisky. En mi caso bebo a veces, nunca de noche, Nadie me quita el derecho a dormir desde las nueve o diez. No tengo auto. No les dé por regalarme un Cadillac. Nada envejece tanto como el automóvil.” “…No creo en las virtudes de la jalea real. Las industriosas abejas viven solamente un año. Consejos: No hablar de clínicas ni hospitales. Tratar con gente alegre. Tratar solamente con aquellos tipos pesados que no se puedan evitar. “…Andar y andar a pie, es gran preservativo. Hablar bastante es un buen purgante”.

                                    Esta semana se conoció el caso, del ingeniero colombiano Lucio Chiquito de 104 años, que terminó su tesis de doctorado en la Universidad de Manchester, Inglaterra después de haberla dejado durante 30 años.  En ella entrega una solución a un problema no resuelto desde hace 100 años, sobre como determinar la cantidad de agua que se puede extraer de un río, para cualquier uso. Personas como esta hay en todas partes. Por cierto, también en Chile, y en Magallanes. Son, como don Joaquín Edwards Bello, verdaderos ejemplos para las generaciones nacidas en las últimas décadas del siglo XX y en los inicios del siglo XXI. Son los abuelos, en otros casos los padres, quienes vencieron guerras, superaron catástrofes naturales, derrotaron dictaduras, y también cumplieron con sus estudios y su trabajo. Y más encima construyeron familias, y criaron hijos, que ahora se preparan para tomar la posta.  No es poca cosa, lo que han hecho nuestros mayores. Lo hicieron y siguen dando, ejemplo de coraje, de entrega, de esfuerzo, de generosidad. En este término de año 2020, mi agradecimiento eterno a nuestros padres y abuelos, sin cuyo cuidado y devoción, no andaríamos por estos lados.

Ernesto Sepúlveda Tornero

domingo, 20 de diciembre de 2020

ADVENTUS

              Para todo el mundo cristiano, vivimos en esta época, un período de espera, un tiempo de preparación. Un tiempo que se denomina “adviento” o “adventus”, que significa venida o llegada. Se refiere al período que comprende los cuatro domingos anteriores a la navidad. Entre tanta publicidad navideña, invitando a comprar y comprar sin parar, se pierde de vista el verdadero sentido de esta época.  Es un tiempo de paz, un tiempo que llama al recogimiento y a compartir en familia. Buscar el cobijo y el abrigo, que da el cariño, la compañía, el amor.

            Este año 2020, que ha significado tantas preocupaciones, tanto sufrimiento, por la pandemia Covid, también ha significado, el renacer de la esperanza, la generosidad, la solidaridad. Cientos de miles de personas han hecho esfuerzos titánicos, para salvar vidas, en todo el territorio. Personas de todos los credos religiosos, de todos lo colores políticos, hermanados por lo esencial, por lo trascendente, nuestro deseo de vivir.

            De seguro, todos nosotros, pese a las circunstancias difíciles que nos ha traído la pandemia, vamos a dejar todo de lado, para dar un momento de alegría a nuestros seres queridos, a nuestros amigos. Eso nos sale del alma. Lo hacemos con agrado, con gusto. Pero este año que nos ha mostrado, lo pequeños, los débiles e indefensos que somos, debemos hacer algo más. Llevar un poco de alegría a aquellos que nadie irá a ver, a los que viven en asilos de ancianos, a los vecinos mayores sin familia, a tantos pequeños cuyos padres viven la cesantía o la pobreza. Esto no tiene que ver con quienes somos, sino con quienes queremos ser. Creo que los que seguimos aún por estos lados, les debemos eso, a todos aquellos que tuvieron que partir.

            En este tiempo en que el corazón parece estar mas llano, al afecto, al cariño, a la amistad, tenemos la oportunidad también de mejorar nuestra convivencia cívica. Hemos cumplido ya un año de enfrentamientos, sin cuartel, entre bandos que parecen irreconciliables. Y la verdad de las cosas, es que si nos ponemos a hilar fino, en lo trascendente, en lo esencial, todos nosotros coincidimos. Amamos la vida, a nuestros hijos y seres queridos. Todos nosotros queremos lo mejor para Chile, lo mejor para nuestra región, para  nuestro barrio. Y si es así, ¿por qué nos cuesta tanto ponernos de acuerdo?, por qué la definición de quienes somos, pasa por definir contra quien estamos? Puestos en un tránsito histórico, este año 2020, estamos obligados a encontrar caminos de entendimiento. Es nuestra única alternativa, al quiebre definitivo de la convivencia.

            Miramos con esperanzas el futuro. Aun en este contexto de pandemia que nos sigue afligiendo. Próximamente llega a Chile,  la vacuna Pfizer, la misma que se ha empezado a aplicar en Inglaterra, y pronto por toda Europa. La inmensa mayoría de los chilenos, nos hemos dedicado, con entusiasmo a criticar el pésimo gobierno, sus cifras de aprobación ínfimas así lo demuestran. Pero hay que reconocer que cuando no se esperaba gran cosa de ellos, la gestión comercial de las vacunas, la hicieron bien. Asegurar 84 millones de vacunas para inocular a una población estimada de 15 millones de personas, es un tremendo éxito, que debe reconocerse. Después veremos cuantos le costó al erario fiscal, pero no era tiempo de andarse con medias tintas.

            Y eso, que aparece como algo natural, el reconocer el bien que puede hacer el otro, aunque sea nuestro acérrimo adversario, es algo ausente de la vida pública. Y vemos como suben o bajan personajes, destacando únicamente lo insolente, o lo incendiario que se pueda ser. Por el contrario, yo quiero destacar ese hecho positivo, para ver si otros se animan también, y llegamos en un día no lejano a ponernos de acuerdo, en lo que nos interesa a todos.

            La vacuna es una de esas cosas. Y quiero que todas las personas que están en la población objetivo, vale decir los mayores de 16 años, no dejen de vacunarse. La vacuna está desarrollada siguiendo rigurosos y comprobados procedimientos científicos. Según publicaron esta semana, diversos medios, la vacuna se denomina BNT 162B2, desarrollada por la compañía estadounidense Pfizer y la firma biotecnológica alemana BionTech. La vacuna contiene una secuencia genética, creada en laboratorio, que  enseña a las células del cuerpo a producir proteínas similares a SARS-COV-2, esto lleva al sistema inmunológico a reconocer la amenazas y crea una respuesta que protege a las personas de futuras infecciones.

            Según publica BBC esta semana, el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y enfermedades infecciosas de Estados Unidos, ha explicado “Que la inmunidad completa al virus, se desarrolla entre una semana a 10 días después de que las personas obtienen la segunda dosis de vacuna”.

            En Chile, las autoridades de salud han informado, que la vacunación se realizará a través de dos dosis, separadas por 21 días entre la primera y la segunda.  Para disipar cualquier temor, sobre efectos secundarios, se ha informado que son los mismos, de cualquier vacuna. Leve enrojecimiento de la piel, del sector inoculado, y ardor. Si se llegaran a presentar estos efectos, concluirían al cabo de un par de días.

            Como podemos ver, dentro de todo lo que ha sucedido, se enciende una luz de esperanza, con las vacunas. No es el final de la pandemia, ni tampoco de las medidas sanitarias. Los expertos coinciden que sólo se podrá conocer, los efectos de la vacuna sobre la pandemia, cuando se logre inocular al menos, al 60% de la población. Por lo que, cuando recibas tu vacuna, debes seguir cuidándote, usar tu mascarilla, respetar el distanciamiento físico, y el lavado frecuente de manos.

            En este tiempo de espera, que estamos viviendo, lo mejor que podemos hacer por los demás y por nosotros mismos, es ser responsables, no sólo cumpliendo los protocolos sanitarios, sino también ser responsables socialmente. Servir, dar algo de nosotros mismos a los demás, no sólo objetos o cosas materiales. Un gesto de afecto, de preocupación por los otros, una llamada, un mensaje, al que está sólo, al que ha perdido algún ser querido. Una palabra de apoyo al que está desesperado, al que no encuentra consuelo. Demos paz y alegría, y las recibiremos multiplicadas por ciento.

Ernesto Sepúlveda Tornero

 

 

domingo, 13 de diciembre de 2020

LIBERTAD PARA MAGALLANES

 Esta semana el presidente anunció que el 21 de diciembre comienza la vacunación contra el COVID19 en Chile. Antes en un punto de prensa, la subsecretaria Daza señaló, “Chile ya tiene la vacuna…”, segundos después completa la oración, diciendo “Es usar mascarilla y el distanciamiento social”. En el primer caso, fue el ministro de Salud, quien dijo lo que muchos sospechaban. Lo de la fecha, fue sólo una “aproximación”, ya que aun falta completar el proceso de autorización y validación en Chile, por el ISP. Ergo vacunas llegarán, pero probablemente no será el 21 de diciembre. Así hemos estado con las medidas contra la pandemia. Y en regiones ha sido peor. El centralismo ha llegado a niveles de ridículo, cuando no son ya los ministros, quienes viajan al territorio, a dictarnos como tenemos que vivir. Ahora lo hacen simples asesores ministeriales. Que, en honor al culto a la autoridad central, son tratados como verdaderos embajadores, con besamanos incluida. Como antes decía, ridículo. Pero a la vez dramático. Esos funcionarios deciden lo que, a las autoridades designadas, no se atreven a decidir. El caso de Magallanes es paradigmático. Han cambiado tres veces de intendente, también el seremi de salud, pero la estrategia de Testeo, Trazabilidad y Aislamiento, la TTA, sigue siendo inefectiva. Más de 100 días de cuarentena y los casos positivos no ceden. Se ha pasado de culpar a las empresas de sectores esenciales, a culpar a los hogares, a las familias. Se dice ahora que los contagios son “domésticos”. Lo paradójico, es que, junto a esa conclusión, se renueva semana a semana, la orden de encierro general. Lo que no sólo impide a las familias airear y ventilar adecuadamente sus casas, sino que nos priva del único período de buen tiempo que tendremos.

                                                   Como es lógico, nadie puede resistir encerrado eternamente en su casa. Y no todos son funcionarios de la administración pública. Ergo, se debe salir a trabajar, a buscar el sustento. Y así lo hacen miles de personas diariamente. La calle se ve llena de autos, y la circulación de personas no para.  Luego las autoridades vuelven a culpar a la población, y renuevan el encierro.

                                                     Pienso en este momento, en los cientos de personas que han salido a protestar en Magallanes, contra las medidas del gobierno. He visto a los transportistas de camiones fleteros, a los peluqueros, y personal de salones de belleza, a los dueños de restaurantes con sus trabajadores. Todas personas que dan la cara, se identifican, van de frente, sólo pidiendo lo que les pertenece. El derecho a trabajar.

                                                           Se requiere de una autoridad regional fuerte. Con el coraje de desafiar al estado central. Con la capacidad de liderar, de ponerse al frente, de encarnar el reclamo mayoritario de quienes vivimos en el territorio.  Nadie, ninguno, tiene la llave para resolver hoy la grave crisis detonada por la pandemia. Es una crisis social y económica profunda, que nos vamos a tardar años en resolver. Sólo ver cómo, nuevamente tendremos que ser los trabajadores, quienes echemos mano a nuestros ahorros, para resolver los problemas que el estado debiera resolver. Con esto no me refiero a que el estado deposite un sueldo a todos los habitantes, y no tengamos que salir de la casa. Me refiero a que es el rol del estado garantizar, las condiciones adecuadas para que todos podamos desarrollar la actividad lícita que hayamos escogido. Sea como emprendedores o como trabajadores.

                                                                Y el tema nos lleva nuevamente, al tipo de autoridades que tenemos. A la necesidad de elegir (cuando podamos), a los más idóneos. Y resulta, que estamos en mitad de la cuarentena, y se deberá decidir las listas para los municipios. Elegir alcalde es un asunto de la mayor importancia. Así como elegir candidatos para una lista a la Convención constituyente. 

                                               Por todo Chile se alzan candidaturas paradigmáticas, me detengo en Valparaíso, donde un líder social, y activista en defensa del agua, Mundaca. Él irá de candidato a gobernador regional.  Allí mismo en Viña del Mar, un connotado abogado, académico, escritor y premio nacional de Humanidades, a la convención constituyente. Don Agustín Esquella, Un hombre notable, que, a sus 76 años, está absolutamente vigente.  Y así por todas partes, surgen personas que quieren hacer un aporte a nuestra sociedad.

                                                Está cada día más claro, de que la centro izquierda va a competir con sus propias ideas, y con sus banderas, en los desafíos electorales. Va quedando mas distante la peregrina idea, de constituir un polo de izquierda. La tesis de volver a los tres tercios, parece haber sido superada por la realidad. Y los partidos tradicionales, pese a que han sido objeto de un bombardeo permanente, de los movimientos y partidos nuevos que les compiten, han prevalecido hasta ahora. Se aprecia un fenómeno peculiar, en los políticos de mas reciente data. Empiezan a parecerse en demasía a quienes criticaban Padecen las mismas luchas de poder internas, purgas de dirigentes, sangría de militantes. Y una sorprendente habilidad para poner por delante, el interés del grupo o la identidad del mismo, por sobre intereses colectivos más amplios.

                                               La posibilidad de constituir un potente polo socialdemócrata, es la noticia de la semana. Mas allá de los resultados electorales que se puedan esperar, en los meses que vienen. Es el punto político, a rescatar de la prolongada crisis. Una sociedad moderna, que debe enfrentar desafíos complejos, que se plasmarán en la nueva constitución, requiere de la construcción de una política de dialogo e inclusión. Y un polo socialdemócrata es el mas adecuado para ser el articulador de ese dialogo.

                                               Es lo que necesitamos con urgencia en la política local, y en las regiones. Dejar atrás los proyectos personales, y avanzar hacia la construcción de los grandes consensos, que nos permitirán superar la pandemia, recuperar la senda de crecimiento, de rehabilitación del empleo, y de mejoramiento de la calidad de vida. 

Ernesto Sepúlveda Tornero

domingo, 6 de diciembre de 2020

GANAR PERDIENDO

 

                        No me refiero al fútbol, tampoco inicio aquí una elegía al gran ídolo, Maradona, que dejara al mundo entero de luto, la semana pasada. Me refiero al triunfo de las ideas, a pesar de que quienes las propugnan, sean derrotados electoralmente. Y esto me viene a la cabeza, a propósito de cómo ha derivado el segundo gobierno de Piñera, hacia algo que nunca quiso ser. A un vehículo que va moviéndose, pero en que el conductor no decide, el rumbo ni el lugar. A lo más acelera, frena, cambia la marcha. Es la sensación de estafa que sienten, legítimamente a mi juicio, los partidarios políticos del presidente. La alianza de gobierno que lo secundó en su deseo de retornar a La Moneda. La sensación de que ganaron las elecciones, para llevar adelante un programa de gobierno distinto, al que se les propuso. Ni más ni menos, uno que perfectamente podría haber llevado adelante un gobierno de sello contrario.

                        No se trata de sumar mecánicamente las iniciativas legales, que el congreso, mayoritariamente opositor, le ha modificado de raíz al presidente. Se trata también de un cierto animus presidencial, donde aflora es prurito de gritar todos los goles. Los propios y los ajenos. La prueba mas evidente, es el proyecto de ley, presentado de apuro por el ejecutivo, para detener la marcha de la segunda reforma constitucional, para un retiro del 10% de las AFP. Simplemente, no se resistió a ver “ganar” a sus adversarios, concretando un segundo retiro de las sacrosantas administradoras de fondos de pensiones. Intentó con un proyecto, que transformaba en préstamo, el retiro, que fijaba un monto reducido a retirar, y con pago de impuestos. Con la batahola que se armó, entre sus propios partidarios, que amenazaban rechazo, y en la oposición que insistía en defender su reforma. El gobierno terminó cediendo en todo, incluso en el pago de impuestos, que ahora serán obligatorios sólo a rentas de un millón y medio y superiores. Toda una estrategia diseñada para retomar el control de la agenda, perdida hace mas de un año, termina reducida sólo al recurso presentado ante el Tribunal Constitucional. Un manotazo de ahogado, incluso si el TC falla en contra, sería una victoria pírrica para el gobierno. Si creía tener la razón, porque abandonó a pocos días su postura, y adhirió con fuerza a la que ayer rechazaba.

                                    Pero también en la oposición, se aplica esto de “ganar perdiendo, o perder ganando”. La lógica del retiro, es una derrota ideológica.  El disponer individualmente, de lo que cada uno ha podido reunir con sus propias fuerzas, sin importar si el de al lado tiene o no tiene. Es el ejemplo más palpable del individualismo. Esa idea, elevada a fuerza natural, por los monetaristas, la base del sistema de libre mercado. Nada más contrario a las ideas del progresismo. Ideas como luchar por un estado de bienestar, financiado por todos, y que consagre y reconozca derechos sociales. La idea de una pensión digna y suficiente, otorgada por un sistema de seguridad social, con universalidad, y financiamiento tripartito. De un paraguazo y con entusiasmo infantil, políticos de plateados cabellos, junto a jóvenes y rozagantes políticos de nuevo cuño, celebrando alborozados, el haber aprobado un nuevo retiro.

                                    Yo creo firmemente en la libertad de las personas, incluso para disponer de sus propios fondos. Pero no celebro como un triunfo que esto suceda, ya que es la constatación del fracaso del estado, en brindar apoyo a vastas masas de personas de la clase media. Un fracaso de las políticas públicas impulsadas por este gobierno, pero también un fracaso de la oposición, que termina claudicando en el mercado la protección social, que el estado debe garantizar.

                                    Como lo vengo repitiendo hace un tiempo, en una mirada histórica, de largo plazo, los tiempos que hoy vivimos en Chile, corresponden a los de un cambio de ciclo. Las frustraciones de al menos un par de generaciones, hacen eclosión ahora, para exigir su parte. No sabemos bien aún, si esas múltiples expresiones de rechazo al orden de cosas, construido en los últimos 30 años, logrará consolidarse como una alternativa política. Las fuerzas del progresismo, las fuerzas de centro izquierda, deben encontrar la forma de conciliar, esas energías de una mayoría insatisfecha, con una propuesta de futuro. Esta propuesta, esta proyección debe ser capaz de rescatar lo mejor de todos. No es momento de maximalismos. Chile no avanzará hacia un modelo chavista, ni a una dictadura de partido único. Tampoco volveremos al gobierno de los ultra ricos y poderosos. Nos queda un enorme espacio, en esas mayorías, trabajadoras, que aspiran a sostener con dignidad a sus familias. Que esperan no pasar zozobras, ni temores, cada vez que se pierde el empleo, o algún familiar enferma.

                                    Hay que asumir con humildad los errores. Ganar con ideas ajenas, no tiene mérito alguno, y es un engaño a los electores. Pero saber conciliar las ideas propias, con las mejores, incluso de los adversarios. Eso, es lo que hace grandes a las naciones.

                                    Es lo que recordaba ayer el presidente Lagos, a propósito de la partida de Tabaré Vásquez ex presidente de Uruguay. “El supo conciliar a sectores distintos, para construir una mayoría. Él supo reconocer que el adversario también podía tener la razón. Ese fue su gran aporte a la democracia en Latinoamérica”.  

Ernesto Sepúlveda Tornero

 

 

domingo, 29 de noviembre de 2020

UN PASO MAS A LA REGION QUEREMOS

   Un poco mas de una hora y media, después del cierre de las mesas de votación, ya se conocía en Magallanes el resultado de la totalidad de las mesas. Como en anteriores ocasiones, una votación ejemplar. Casi siete mil personas votaron en la región, pese a que estamos en cuarentena, y con altos niveles de positividad. Sólo votaban en esta los independientes y los partidos de centro izquierda. No votaba ni los partidos de gobierno, ni los del Frente amplio ni los comunistas.  La única elección parecida, es la consulta ciudadana que hicimos en Punta Arenas, en 2016 para zanjar el candidato a alcalde. También voluntaria, sin cuarentena, ni restricciones de ninguna especie, y votaron 5 mil personas.

            El resultado fue un holgado triunfo para el candidato independiente Jorge Flíes Añón.  El doctor Flíes, consolida su liderazgo sobre un amplio espectro de ciudadanos, y se perfila como el   candidato más fuerte, con miras a abril de 2021.  El proyecto de la “Región que queremos”, evoca lo que fuera el eslogan del Plan de zonas extremas. La región que quiero. Este es un proyecto de convocatoria amplia, al que se han unido vecinos de todas las comunas de la región, aún de las localidades más distantes.  La tarea que se inicia ahora, es de construir con participación en todo el territorio, lo que será un plan de desarrollo para los próximos años.

            Estamos viviendo tiempos muy estimulantes. Ad portas de la elección del gobernador regional de Magallanes, coincidirá con la elección de constituyentes y elección de alcaldes. Será la oportunidad de generar una práctica, de participación mas concreta.  Serán los propios vecinos, en cada comuna, quienes podrán poblar el programa, el plan de desarrollo futuro.

            Una práctica que debieran replicar alcaldes, constituyentes, y también parlamentarios y candidatos presidenciales. Consultar previo a la elección, de modo que sus propuestas obedezcan a necesidades concretas.

            Es posible que las personas, excedan con sus peticiones, o sus sueños, lo que pudiera realizarse en un período de 4 años. También, que se efectúen peticiones, que correspondan mas bien, a mejoras en eficiencia de servicios públicos.  Eso se resuelve con claridad en la información, y con la traducción a iniciativas concretas, de los planteamientos de la ciudadanía. La responsabilidad está en formular un plan que contenga los anhelos, las peticiones de los vecinos, con estimaciones de plazos y montos de inversión.  

            El éxito de la “Región que queremos”, depende no solo del liderazgo de un candidato como Jorge Flíes, depende de que las fuerzas sociales y económicas, vecinos, trabajadores y empresarios, se sientan adecuadamente convocados. Y esa es la tarea de estos meses, hasta la elección de abril. Tenemos desafíos impuestos por la pandemia. Debe enfrentarse con rigor el problema sanitario, reducir la positividad, aumentar la trazabilidad. Por otra parte, debe instalarse un potente plan de inversiones público-privadas, que nos permita retomar la creación y recuperación de empleos.

Las expectativas de la gente son muy grandes, en Magallanes, necesitamos estabilidad, liderazgo, seriedad. La segunda administración del presidente Piñera, incurrió en errores similares que en la primera. La seguidilla de intendentes e intendentas, que hemos tenido, no han permitido generar la gobernabilidad, la seriedad, que una región como Magallanes, merece.

            Con el macizo triunfo de este día, se traza un camino, se da una señal muy clara, la población quiere un liderazgo claro, con conocimiento y experiencia. No sólo en la gestión de la región, que durante 2014 a 2018, tuvo cifras ejemplares. Sino también en el trato cercano, respetuoso pero cálido, que Jorge Flíes mantiene con cientos de personas, día a día.

            Es momento de la gran política, de esa que mira al bien común, mas que al color o a la etiqueta de cada uno.  Es momento de avanzar con todos y todas, para construir nuestro plan de desarrollo.  Debemos retomar y continuar, la conectividad terrestre, marítima, aérea, y digital. La inversión en ciencia y tecnología, retomando el Centro Antártico Internacional. Debemos continuar con el desarrollo de nuevas fuentes de energía, incorporando el desarrollo del Hidrógeno Verde.  

Pero hoy es el momento de escuchar nuevamente a los magallánicos y magallánicas, recoger nuevamente sus sueños y aspiraciones, para construir en conjunto, mejorando sus condiciones de vida.

             La “Región que Queremos”, está ahora, un poco más cerca, y hoy somos muchos más siguiendo el mismo camino.

Ernesto Sepúlveda Tornero

domingo, 22 de noviembre de 2020

MAGALLANES Y EL HIDROGENO VERDE

 

Recientemente la región de Magallanes ha sido noticia a nivel nacional. Por el lanzamiento del proyecto de Hidrógeno verde, que una alianza público privada pretende desarrollar en nuestra región. Se trata de una inversión multimillonaria, para desarrollar, la que se espera sea la fuente de energía limpia e inagotable del futuro. En palabras simples, el proyecto busca instalar una planta de generación eólica, que surtirá de energía eléctrica al proceso químico. El Hidrógeno se obtendrá, extrayendo del agua la molécula de hidrógeno, mediante un proceso de electrolisis. Luego, se extraerá CO2 del aire para generar metanol, y combustible sintético. Esta gasolina, podrá usarse en vehículos convencionales. Y no generará emisiones contaminantes.

En el mundo, se proyecta que será el Hidrógeno, el que reemplazará a los combustibles fósiles, contribuyendo a las metas globales, de reducción de emisiones de CO2. Expertos del rubro señalan que será determinante, para que prospere el proyecto piloto de Magallanes, el menor costo de producción que podría tener. Considerando nuestro potencial de generación eólica. Sin embargo, un piloto similar se desarrolla en el desierto de Atacama. La generación solar, permitiría allá contar también con una fuente inagotable de energía limpia.

La posibilidad de que el proyecto tenga éxito en Magallanes, depende de razones técnicas y económicas, pero también de la colaboración y el convencimiento de las autoridades. Proyectar a Magallanes en un productor de Hidrógeno verde, situaría a la región en el escenario mundial. Debemos incorporar estas nuevas perspectivas, en la nueva Estrategia de Desarrollo Regional. Debe involucrarse el gobierno regional, como lo hizo en el pasado cofinanciando el campo eólico de Enap. Debe hacerse presente nuestra Universidad regional, aportando técnicos e ingenieros, que participen desde la etapa inicial del proyecto. Pero, asimismo, debe establecerse con claridad, que espera la región de una iniciativa como esta. La trasferencia de conocimientos, la posibilidad de apalancar proyectos complementarios. A la región le interesa participar en el desarrollo de las energías del futuro, pero con un impacto real en la población.

Con toda seguridad, nadie había sospechado siquiera, que Magallanes estuviera con una perspectiva de desarrollo, tan clara y tan cercana. Pero necesitamos concretarla, y para eso debe existir un trabajo coordinado de los desarrolladores privados, de Enap, de la UMAG y el gobierno regional. Ese liderazgo debe asumirlo el gobernador regional electo por la ciudadanía.

Tenemos la posibilidad de diversificar nuestra matriz energética, y aportar también a la generación de energía a nivel nacional, exportando combustibles sintéticos, no contaminantes. El futuro desarrollo de proyectos de infraestructura portuaria, generando un nuevo polo de desarrollo y logística, abren para Magallanes perspectivas únicas que no podemos desaprovechar.

La inversión pública desarrollada en conectividad   terrestre, marítima, aérea y digital, con el plan de zonas extremas, nos mostró hacia donde podemos apuntar como región. Son inversiones cuantiosas pero necesarias. Hoy debemos asegurarnos de que esos proyectos de inversión pública se concreten, y continúen su ejecución, sin importar el gobierno de turno. Es el camino para generar incentivos para la inversión privada y la generación de nuevas posibilidades de emprendimiento.

No existe otro modo de alcanzar el desarrollo. Ni existe otra forma de mejorar la vida de las personas. En la zona extrema, se requiere contar permanentemente con nuevas ideas, nuevos proyectos, y nuevas inversiones. La pandemia demostró, la fragilidad de nuestro modo de vida. La fragilidad de muchas actividades, que se proyectaban con fuerza hace un par de años. En la definición de la nueva estrategia de desarrollo regional, deberá considerarse, qué actividades han resistido mejor, y están en mejores condiciones de crecer. Y cuales actividades van a requerir de un apoyo más decidido para retomar su empuje.

Las nuevas perspectivas que se abren con el Hidrógeno verde, son muy grandes. Debemos prepararnos para aprovechar como región, las potencialidades, las alternativas que se abren. Conseguir que los frutos de ese incipiente desarrollo, lleguen a todos los habitantes de la región, será la tarea del nuevo gobernador regional.

Ernesto Sepúlveda Tornero

 

domingo, 15 de noviembre de 2020

UN AÑO DIFERENTE

 

                        El 2020 ha sido el año, en que han partido de decenas de miles de personas en Chile, y millones en todo el mundo, por la pandemia Covid. El año en que tuvimos que encerrarnos en nuestras casas, en nuestro espacio doméstico, para hacer aquellas cosas que por naturaleza hacemos fuera de ellas. El trabajo y el estudio, a través de las plataformas electrónicas, internet, PC, Tablet, notebook, y smartphone, ha sido lo cotidiano. Ha sido el año de la reducción al mínimo del contacto físico entre las personas. También ha sido el año, en que todos los países, mas allá de la línea política que los gobierna, se han volcado a la revalorización de lo público. Incluso en los mas neoliberales, parece no ser tan buena idea, el haber reducido los sistemas públicos de salud, y los sistemas de seguridad social.

                        Este año ha sido también un tiempo de eclosión, es decir, tiempo en que rompen su cascarón y salen del huevo, movimientos sociales, políticos, en todo el mundo. Y lo hacen mas allá de las categorías tradicionales, del eje izquierda-derecha. Lo más cercano y más claro, es la movilización sin precedentes en Estados Unidos, para derrotar en las urnas, al paladín de la regresión conservadora a ultranza.

                        En Chile, hay que regresar un poco más atrás. En el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, se impulsó una agenda de transformaciones sociales y políticas, que parte de la élite desechó de plano. Sectores conservadores que integraban su propio gobierno fueron obstáculo para concretarla. Pero también los sectores más radicalizados de una izquierda de nuevos rostros. Se acuerdan del “da lo mismo quien gobierne”, “Piñera y Guillier, la misma cuestión”. El tiempo le dio la razón a la presidenta Bachelet. Un proceso constituyente desplegado en todo el país, con más de 200 mil personas participando de Encuentros locales autoconvocados. Las propuestas elaboradas en todo Chile, terminaron en un proyecto de ley de nueva constitución, que incluía la realización de plebiscito y asamblea constituyente. Suena conocido.  

                        Otro gallo cantaría si se hubiese dado continuidad a ese proceso. Pero se optó, por lo contrario. Y terminamos ahora tratando de hacer algo similar, pero presionados por el tiempo, presionados por la indignación de gente que se siente estafada, por los abusos, por la desigualdad.

                        No es fácil que las personas recuperen la confianza en sus instituciones, que recuperen la confianza en la democracia. Cuando la plataforma de los candidatos se basa en el ataque personal, en las diatribas insultantes. Cuando se basan en campañas de desinformación, en noticias falsas, repetidas en muletillas, y difundidas por los medios afines. Lo que sucede es lo que vemos en Estados Unidos. Que vimos también en Chile el 2017, con la “puerta giratoria de la delincuencia”, “la tómbola de la educación”, “chilezuela”, y tantas otras que sólo engendraron rabia y dolor.

                                    Cuando se ha hecho tanto por degradar la actividad política, no debemos extrañarnos, que quienes nos gobiernen no tengan los méritos, ni las virtudes que nosotros quisiéramos. Y 2020, nos pone ante un espejo, debemos buscar y elegir buenos ciudadanos constituyentes. Debemos elegir por primera vez a quien liderará cada región del país. Estamos obligados, a salir del marasmo, romper la inercia. Lo hicieron, enfrentando mas dificultades, los votantes estadounidenses, y han derrotado a un pésimo presidente. Ellos también deberán trabajar duro para reconstruir la confianza en las instituciones. Pero, ese ejemplo, también nos muestra, que los medios de comunicación, deben tener independencia del poder político. Negarse a difundir mentiras, es un deber ético, cuando se trata de preservar el sistema democrático, y nuestro régimen de libertades. Necesitamos de eso acá en Chile, con urgencia. Para que nunca más un gobernante, esconda su debilidad o incompetencia, en mentiras del tamaño de “estamos en guerra contra un enemigo poderoso”. Es cierto, los votantes no somos dechados de virtudes, y la necedad campea por todos lados. Pero aun nos queda de este año 2020, para enmendarnos en algo. Tenemos decisiones que tomar, y debemos ser muy responsables. La triste y dolorosa experiencia de nuestros hermanos peruanos, nos enseña que, en manos del populismo, se puede destruir un país en poco tiempo. Allí ya llevan 3 presidentes en 4 años, y ya están preparando un cuarto. El último duró menos de una semana.

                                    Este año de decisiones, nos tiene con esperanza. Ya anuncian las primeras pruebas masivas de vacunas contra el Covid. Un sueño de recuperar nuestra vida normal, se ve menos lejano. La alegría y alivio que sentimos miles de millones en todo el mundo, cuando vimos a un calmado Joe Biden, derrotar a Trump.  Nos enseña también que un político de carrera, una persona que entregó su vida al servicio público, tiene méritos de sobra para ser presidente de la nación mas poderosa del planeta. Una lección que debemos aprender acá en Chile.  Aprender a valorar más la experiencia y la sabiduría, y menos la estridencia, y la novedad, del que confunde irreverencia con insolencia. O el que confunde progresismo con populismo.

                                    Con optimismo, y con esperanza de que podremos elegir a los mejores de nosotros, para dirigir las regiones del país. Esperando poder pronto volver a abrazarnos.

 

Ernesto Sepúlveda Tornero

                       

domingo, 8 de noviembre de 2020

UN TIEMPO PARA SANAR

 

                                    Esta semana se efectuó la votación, para elegir al nuevo presidente de los Estados Unidos. También se renovó, la cámara de representantes y el senado. Fue una durísima campaña, donde el presidente Trump, hizo gala de su estilo, desafiante, insultante a ratos. Inundando las redes sociales, y los medios, con noticias falsas, del estilo “Si ganan los demócratas, llegará el socialismo”, “Si eligen a Biden, seremos como Cuba o Venezuela”.  El grado de polarización fue llevado al límite, pero una movilización sin igual de votantes, finalmente le dio la victoria, a la combinación Joe Biden, presidente y Kamala Harris, Vice presidenta. Con una participación del 65% del electorado, fueron estas las elecciones con mayor participación en la historia de los Estados Unidos. El presidente electo Joe Biden, obtuvo más de 75 millones de votos, la mayor cifra obtenida por presidente alguno. Obtuvo de este modo la mayoría absoluta en el voto popular, superando por más de 5 millones de votos a Donald Trump.          Seguramente, muchos se confundieron al ver en la TV, como el día de la elección, el conteo de votos seguía, y seguía, sin parar. Algunas personas incluso, creyeron que el presidente Trump había obtenido la re elección., debido a que el mismo salió diciendo “Yo gané, ya no cuenten más”. Insólitas declaraciones, viniendo del presidente de la democracia más antigua del mundo.

                                    La causa de esta confusión, proviene del sistema electoral existente en los Estados Unidos. Allá la votación popular, que en este caso favoreció ampliamente a Biden-Harris, no determina la elección presidencial. El sistema para elegir al presidente, es indirecto. En cada estado de acuerdo a la votación de cada partido, cada opción elige miembros de un colegio electoral. Son los llamados “electores”, cada estado tiene un mínimo de 3 electores, y va subiendo de acuerdo a su población, Nevada, por ejemplo, elige 6 electores, en tanto Pensilvania, elige 20.

                                    ¿De dónde proviene este sistema electoral?, tan distinto al que tenemos en Chile. El colegio (o conjunto) electoral, fue establecido en 1787 en la convención constitucional de Filadelfia. El propósito de los fundadores de la nación norteamericana, era evitar el surgimiento de facciones o partidos fuertes, que controlaran la votación. También se pretendía que la elección del presidente no dependiera sólo de una mayoría transitoria, o sólo del congreso. Los Estados Unidos tienen la democracia más longeva del planeta, y ha sorteado los avatares de la historia, con pocas modificaciones.

                                    El colegio electoral, está compuesto por 530 electores, y se ha definido que, obteniendo el número de 270 electores, un presidente puede declararse como victorioso. Sin perjuicio de que la votación del colegio electoral, será la que en definitiva lo elegirá presidente. Los electores son designados o elegidos previamente, por los partidos en cada estado.  Ellos tienen el compromiso de apoyar en su votación, al candidato del partido. En la mayoría de los casos, esto ha sido así. Sin embargo, existen algunos casos de electores que han votado por otras opciones, pero asegurándose de no alterar el resultado de la decisión final.

                                    En este momento, aún no concluyen totalmente los conteos de votos, y ya con estos resultados, Joe Biden ha sumado 290 electores, esperándose que llegue a los 306 electores, cuando concluyan totalmente los escrutinios. Ha obtenido una mayoría maciza e incuestionable.

                                    Sin embargo, en un hecho inédito en la historia americana, el presidente en ejercicio Donald Trump, se ha negado a reconocer su derrota. Ha realizado intervenciones en los medios, acusando fraude, robo de votos, irregularidades sobre las que no ha aportado prueba alguna. Su propósito fue impedir que continuara el conteo de votos. Una petición insólita, en un sistema democrático. Intentó a través de un recurso judicial interpuesto en la corte de Pensilvania, impedir que siguiera el recuento. Fue rechazado de plano por falta de fundamento. Sus acusaciones irresponsables y sin fundamento, motivaron a las grandes cadenas de noticias, a sacarlo del aire, con la aclaración de que el presidente estaba faltando a la verdad. Los partidarios de Trump, se reunieron afuera de los lugares de votación, donde los escrutinios les eran adversos, para exigir el término del conteo.  Por su parte la campaña demócrata, movilizó a sus partidarios con el mensaje “Count all votes”, cuenten todos los votos.

                                               Finalmente, como lo habían previsto las encuestas, y lo había anticipado la campaña de Biden, los escrutinios fueron dándole la razón, y la tarde del sábado 7 de noviembre, obtuvo los 20 electores del estado de Pensilvania, su estado natal. Con lo que superó los 270 electores, y continuó durante todo el día, llegando ya a los 290 electores.

                                               Joe Biden, ha hecho gala de una extraordinaria templanza y moderación, llamando a la calma. El contraste no puede ser mayor con un colérico Donald Trump, que, contra los hechos, contra la realidad, y contra el propio pueblo de los Estados Unidos, se ha negado a reconocer al presidente electo. Rompiendo una tradición centenaria de la democracia norteamericana.

                                               La noche del sábado, en su ciudad, Wilmington, Delaware, Joe Biden y Kamala Harris, celebraron su victoria electoral. Un acto cuidadosamente diseñado para respetar la distancia social, y la prevención sanitaria. Se reunieron junto a quienes trabajaron en su campaña, a líderes del partido demócrata, y seguidores más cercanos.  Con palabras que evocaron a su madre inmigrante llegada a los 19 años desde la India, recuerdo de su abuela, y de otras mujeres que la impulsaron en la vida. Kamala Harris, se alza como una figura gravitante en la política de los Estados Unidos. Realzando la importancia de la inclusión de las mujeres afroamericanas, latinas, asiáticas, las mujeres estadounidenses, en todas las actividades de la vida del país, y combatir el racismo estructural. Y una frase que repitió muchas veces en la campaña “La democracia no es un estado, es un acto”, graficando que la democracia requiere de la participación de todos para darle vida, y para defenderla.

                                               El discurso del presidente electo Joe Biden, emocionó a los ciudadanos que luchan por la democracia, por la libertad, en todo el mundo. Palabras como “Decencia, sanar heridas, concordia”, se fundieron en armonía con ejes de su campaña, la acción contra la pandemia, basado en la ciencia. El llamado a los partidarios de Trump, a dejar de lado la confrontación, a buscar el encuentro, la paz. Es inevitable, ver las coincidencias del llamado del presidente Biden, a lo que necesita nuestra propia democracia en Chile. Ver a los demás como miembros de un mismo país, una nación que ha sido crisol de naciones. Un lugar donde convivir en paz, donde cada uno tenga todas las posibilidades de desarrollo. De alcanzar sus sueños.

                                               Somos miembros de la misma familia humana, tenemos la misma necesidad de dejar la confrontación, de construir en paz. Lo que ha vivido Estados Unidos, y lo hemos vivido también acá en Chile. Tanto ellos, como nosotros, tenemos la oportunidad de sentar las bases de una nueva convivencia democrática. Sobre la verdad, sobre los valores mas trascendentes del ser humano.  

                                               Para concluir me quedo con el emocionado discurso de Van Jones, analista político del canal CNN en Estados Unidos, quien en medio del despacho del triunfo de Biden, dijo en medio de lágrimas: "Es más fácil ser padre esta mañana, es más fácil decirles a tus hijos que tener carácter importa, que decir la verdad importa, que ser una buena persona importa (...) Esto es una reivindicación para muchas personas que realmente sufrieron".

Ernesto Sepúlveda Tornero

domingo, 1 de noviembre de 2020

LA REGIÓN QUE QUEREMOS

 


                                                               En Magallanes, y en todas las regiones del país, se realizarán el domingo 29 de noviembre, las elecciones primarias para gobernador regional.  La propia ciudadanía, podrá decidir con su voto, el candidato que la representará en las elecciones del 11 de abril de 2021.

                                                                Podremos por primera vez, elegir nosotros en las urnas a quien conducirá y liderará, un proyecto de desarrollo para Magallanes.              No tenemos excusas, debemos acudir al llamado. Es la oportunidad de poner al mejor de los nuestros al frente de la región. Es una tarea demasiado importante para improvisar. Tenemos un liderazgo probado, con capacidad de gestión y coraje para enfrentar el centralismo. El año 2014, nos invitó a soñar la REGIÓN QUE QUEREMOS, y dedicó los siguientes 4 años, a concretar en un Plan de zonas extremas, las aspiraciones de una región completa.

                                               El desafío que tenemos por delante, es ahora mayor, recuperar la actividad económica y productiva, recuperar la capacidad de generar empleos, y hacer todo eso, guardando las máximas medidas de prevención sanitaria. Necesitamos recuperar la confianza en las instituciones, y definir como lo hicimos el 2014, junto a la comunidad,  los lineamientos de nuestra estrategia de desarrollo.

                                               Son cientos los dirigentes vecinales, gremiales, deportivos, de adultos mayores, que se han sumado a esta convocatoria.

                                               En estos tiempos, más que nunca, hemos tenido presente, la fragilidad de la vida. También hemos podido palpar en carne propia, como se ha hecho patente, con fuerza, el apoyo de la familia, los amigos, la comunidad, el empleador. Es una realidad que nos muestra que el “sálvense quien pueda”, no es opción, cuando queremos que se salven también los demás. Estamos ante un desafío crucial en Magallanes, decidir sobre la región donde queremos vivir. De la decisión que cada uno tome, dependerá el éxito de todos nosotros. Nunca antes en nuestra historia hemos tenido como comunidad, la posibilidad de incidir de esta forma, en el curso que tomará la región.

                                            Con un liderazgo convocante y transversal, podemos recuperar la convivencia, sana y pacífica, que caracterizó por décadas la vida en Magallanes. Podemos fortalecer nuestros lazos sociales y comunitarios, mejorando nuestra calidad de vida.

                                             Pero a la par con ese esfuerzo, y tal como consta a los habitantes de Magallanes, vamos a continuar con los grandes proyectos de inversión en ciencia y tecnología, en conectividad, en energía, en vivienda.  Estamos convencidos, que desde la zona extrema, podemos alcanzar el desarrollo. Si trabajamos todos juntos, dirigentes sociales, trabajadores, estudiantes, empresarios, nuestros vecinos de Magallanes, que nos han visto en sus barrios y poblaciones.

                                                 Estamos todos convocados, el doctor Jorge Flíes viene de vuelta, acompañémoslo votando el 29 de noviembre, en las primarias para Gobernador regional. Para construir todos juntos LA REGION QUE QUEREMOS.

Ernesto Sepúlveda Tornero

 

domingo, 25 de octubre de 2020

LA HORA DE ESCUCHAR

                         Treinta y dos años después del plebiscito de 1988, que nos permitió ponerle fin a la dictadura, volvimos a las urnas, para iniciar un proceso constituyente. Es un momento histórico, que nos emocionó hasta las lágrimas, a quienes estuvimos allí el 88’, y luego caminamos la larga senda de la transición. Nadie esperaba un resultado tan contundente. Ocho de cada diez chilenos optaron por la opción apruebo, una nueva constitución. Un porcentaje similar, votó para que la nueva constitución la escriba una Convención constitucional, íntegramente electa por el voto popular.

                        Es una voz que ha sonado muy fuerte, como para no oírla. No son los dirigentes políticos, ni los parlamentarios, son las personas comunes y silvestres, los vecinos y vecinas de todo Chile. Es un clamor transversal, diverso, unánime, por realizar cambios en nuestro país.

                        La elite política ha tratado de hegemonizar este proceso. Craso error, este proceso trasciende a los partidos políticos. Es el momento de escuchar, es el momento de que las altas dirigencias políticas,  recorran la senda de la humildad. Esto incluye, por supuesto, al presidente de la República.

                        No es fácil, amigos míos, muchos ahora se apuran en subirse al tren del apruebo. Como si alguien fuera dueño de las aspiraciones y sueños de los chilenos.

                        El camino es pedregoso, pero no va al despeñadero. Fue un error mayúsculo de quienes querían defender, el estatus quo, el adoptar la campaña del terror. Los hechos demuestran que incluso los votantes tradicionales de centro derecha, no creyeron esas historias terroríficas. Y saben qué?, la nueva constitución la vamos a hacer entre todos, y se requiere escuchar todas las voces. No tiene sentido pretender, sustituir el texto impuesto (con las modificaciones de 30 años de transición), por otro texto impuesto, acallando el resto de las voces.

                        El resultado electoral demuestra, que existe un consenso muy amplio, y transversal, por construir un proyecto común. Por construir  un futuro común, pacíficamente, con los medios y recursos de la institucionalidad democrática. Esta sola conclusión, debiera ser motivo de sobra, para tranquilizar los ánimos, por reducir los temores. No estamos en Chile ad portas de una revolución bolchevique ni una revuelta chavista. Estamos iniciando un proceso constituyente, que va a legitimar a los actores sociales y económicos existentes en nuestra sociedad. Cada vez va a pesar menos, el discurso del político de turno en las encuestas. Lo que va a pesar es la efectividad de las medidas, la capacidad de concretar los proyectos. La exigencia de accountability en la actividad pública, la incorporación de indicadores de gestión, no sólo en los órganos del estado, sino en todo organismo que reciba financiamiento estatal. La pérdida de la hegemonía de los partidos políticos, va a significar un traspaso concreto de poder a los ciudadanos. Prepararnos para enfrentar este escenario, es la tarea actual. Preparar candidatos a la convención constituyente, es tan importante, como la exigencia de compromiso en contenidos concretos.

                                   Algunas ideas a discutir: Iniciativa popular de ley; ley de rentas regionales; administración regional del territorio; plebiscito revocatorio; reposición del voto obligatorio; parlamento unicameral; elección de autoridades de todo nivel, en una misma votación.

                                 El camino que iniciamos con el resultado del plebiscito, nos exige no sólo aguzar el oído para escuchar, nos exige, una actitud de humildad, para no tratar de imponer un nuevo orden, a raja tabla, sin respetar todas las voces.  La multiplicidad de valores, de principios, de intereses, presentes en nuestra sociedad, deben representarse en nuestra constitución. Un estado protector, no demasiado grande, flexible y efectivo. Un sector privado dinámico, que pueda desarrollar al máximo sus potencialidades, y creatividad. Pero con regulaciones claras, precisas, que establezcan la justa contribución del capital, al desarrollo social. El rol del trabajo, como centro de una economía social de mercado, que se conjugue con la necesaria flexibilidad en una empresa moderna.

                                    La incorporación del mundo empresarial y económico, al debate constituyente, es fundamental para asegurar que el nuevo orden, genere condiciones de estabilidad para la inversión y el empleo.  La garantía de catálogos mas sofisticados de derechos sociales, requiere de la existencia de un sector privado dinámico, innovador, que pueda financiarlos, a través de su aporte al crecimiento.

                                    La inmensa mayoría de los chilenos, estamos por construir en una senda de paz, sumémonos todos con entusiasmo, que se oigan todas las voces, para un mejor país.

Ernesto Sepúlveda Tornero

lunes, 19 de octubre de 2020

FRATELLI TUTTI

 

                                                           El Papa Francisco, dictó el 3 de octubre su Encíclica “Fratelli Tutti”, que puede traducirse como “Hermanos todos”, una frase que San Francisco de Asís, uno de sus inspiradores, decía con frecuencia. Las encíclicas papales, son cartas que el Papa envía a todos los obispos y fieles católicos del mundo. En ellas, fija la doctrina y la posición de la iglesia respecto de alguna materia. En este caso, está orientada a destacar la importancia de la fraternidad y la amistad social. Reconocernos como hermanos, como miembros de la naturaleza humana, dotados con igual dignidad y derechos. Con inspiración en los textos bíblicos, en los escritos de San Francisco de Asís, pero también en el pensamiento de grandes hombres de otras creencias. Mahatma Gandhi, Martin Luther King. El papa destaca especialmente sus conversaciones, con una autoridad de la religión islámica, el Gran Imán Ahmad Al-Tayyeb “Dios ha creado todos los seres humanos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos».

                                                                 Las relaciones interpersonales en el mundo de hoy, dominado por la tecnología, y las comunicaciones a distancia. El impacto de la pandemia. Los cambios culturales producidos por los fenómenos migratorios. Las necesidades humanas básicas, no resueltas en gran parte del planeta. El riesgo del populismo. Los cantos de sirena del consumismo, que lleva a la alienación, y al individualismo sin freno.

                                                               Todos estos aspectos, son tratados en FRATELLI TUTTI, por el papa Francisco, con una inspiración central. El amor por el hermano, “Sea el que está lejos, como el que está junto a ti”. El propósito es un aporte a la reflexión, de “todas las personas de buena voluntad”, “Para que frente a distintas formas de eliminar o ignorar a otros, seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social que no se quede en las palabras”. En otro pasaje Francisco nos recuerda, “Nadie puede pelear la vida aisladamente. Se necesita una comunidad que nos sostenga, que nos ayude, y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia adelante.”

                                                               Estas son ideas introductorias a la Encíclica Fratelli Tutti, que invito a leer. Mi propósito es destacar el espíritu de encuentro, de diálogo. La invitación a construir comunidad, a vivir en el amor de unos a otros, que inspira esta carta. En momentos en que en el mundo es asolado por una pandemia que ya se ha llevado a millones. En tiempos en que, en nuestro país, vivimos tiempos de convulsión social, pero también de esperanza. El llamado al amor a nuestros hermanos, debe ser central, en todos, cristianos, judíos, musulmanes, personas agnósticas, todos somos miembros del género humano. Nos debemos el trato fraterno, el trato de hermanos. Nos debemos amor de los unos hacia los otros. Es lo único que nos va a salvar como comunidad.

                                                               Cuando en Chile estamos a escasos días de vivir, el evento político mas importante de nuestra historia, con el plebiscito constituyente. Tenemos en nuestra mente, muy fresca la memoria de esas imágenes, que llenan de esperanza. Decenas de miles de personas, marchando pacíficamente, en medio de cantos, de danzas y de juegos.  Esa es la forma en que se expresa nuestro pueblo. El pueblo de Chile es así, alegre, festivo, pacífico. Esas imágenes irradian fraternidad, irradian paz.

                                                               El contraste no puede ser mayor, cuando vemos las otras imágenes, esas donde grupos minoritarios de personas, destruyen el mobiliario público, saquean comercios. Para luego en el clímax de su orgía de violencia, terminan incendiando dos iglesias en Santiago, la capital de Chile.

                                                               La destrucción de objetos de culto religioso, o lugares sagrados para los integrantes de una determinada profesión religiosa, está asociada a los momentos mas oscuros de la historia de la humanidad.  Es realmente una herida en el alma nacional, cuando vemos que un grupo de personas, puede llegar a ese extremo en las expresiones de odio.

                                                               Nuestro país, necesita del dialogo social, de la fraternidad, necesita del amor que tenemos por nuestros mas cercanos, pero que también debemos tener por los otros. Por esos que no son tan parecidos a mí, o los que piensan distinto.  No hay otra forma de construir una sociedad sana, que no sea sobre la base del dialogo fraternal, pacífico, abierto. Eso deben entenderlo en primer lugar, los líderes políticos, tanto los que gobiernan, como los que esperan gobernar en el futuro. El único camino para Chile, es el del dialogo y la paz. Nadie puede justificar en Chile, la violencia como recurso político. Como nunca antes, tenemos a nuestro alcance la participación, las llaves de nuestro propio destino. Los líderes sociales y políticos, deben tener el coraje de defender el dialogo y la paz, ahora más que nunca. Y decirlo sin titubeos, sin dobles lecturas, sin justificación ni condiciones.

                                                               FRATELLI TUTTI., hermanos todos.

Ernesto Sepúlveda Tornero

domingo, 11 de octubre de 2020

RESILIENCIA

 Esta palabra, resiliencia, que puede parecer propia de tipos presumidos, que les gusta hablar en difícil para parecer muy instruidos. Nos permite introducir nuestro comentario de esta semana. Según el diccionario de la Real Academia Española.

“Resiliencia,  deriva del latin resiliens,  siendo resilīre 'saltar hacia atrás, rebotar', 'replegarse'.

1. f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.

2. f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.

            Esto para explicar lo que yo creo nos caracteriza en Chile, y en especial en Magallanes. Esa capacidad inagotable de volver a pararse, de volver a nuestro estado inicial. Es lo que hemos estado haciendo desde siempre. Los habitantes de nuestro territorio ya estaban aquí a la llegada de los españoles. Siguieron estando por mucho tiempo más, pese a todo. Ningún proceso de conquista es pacífico, ni la relación con los pueblos conquistados es idílica. No pretendo aquí hacer la síntesis de la experiencia española en América. Los pueblos originarios, fueron diezmados por la guerra, y las enfermedades que portaban los europeos. Pero una parte de ellos subsistió para preservar su cultura, sus costumbres. La unión con los colonos españoles primero, y luego con colonos de otras nacionalidades, forjó una nación. La mezcla de orígenes étnicos (de razas se decía antes), nos ha dejado entre otras muchas virtudes, la lengua. El idioma español, es una de las lenguas más ricas existentes. Y ha sido en América donde hemos creado y recreado, sobre la raíz latina, múltiples palabras, que de algún modo, han terminado creando un nuevo ser. Un sabio filósofo dijo que el lenguaje crea realidad. Y nosotros con nuestras palabras hemos creado un continente.

 Los europeos trajeron también su religión a los territorios conquistados, y esa herencia persiste hasta nuestros días, cuando estamos por conmemorar 500 años desde la primera eucaristía celebrada en Magallanes.

En esta tierra, un territorio agreste, recorrido originalmente, sólo por los primeros pueblos, nómades, cazadores recolectores. También se vivió un encuentro trágico con los primeros colonos. La extinción de parte importante de esos pueblos, ha sido el saldo que avergüenza de la historia inicial de la Patagonia. Pero historias de resiliencia, de ponerse de nuevo de pie, se vivieron también en nuestras gélidas tierras. Con luces y sombras, como toda creación humana. La formación de nuestra tierra de Magallanes, fue hecha a pulso, con esfuerzo y sacrificio de generaciones completas de chilotes y migrantes europeos. Se superaron incendios, nevazones de antología, alzamientos armados, y lo principal, se aprendió a convivir con una naturaleza salvaje, que no perdona errores. La distancia con el centro del país, fue compensada con ingenio, con previsión, con ahorro. También con osadía, con audacia.

Son muchos los atributos, las cualidades de nuestra gente de Magallanes. Por ello que debemos apelar a esa característica propia de la gente de Magallanes, de la gente pionera, resiliente, que vuelve a levantarse, vuelve a ponerse de pie. Si hemos tenido que estar encerrados como en una prisión, bajo cuatro paredes, sin poder recorrer nuestros hermosos campos y bosques, si no hemos podido disfrutar de los ríos y lagunas. Debemos volver a esa raíz original de nuestro carácter único, de nuestra fortaleza. Debemos recargarnos, en nuestra fuente esencial de energía. La del amor por la familia, el apego por los nuestros. Es la única forma amigos y amigas, que venzamos el mayor desafío de nuestras vidas, vencer la pandemia. Sólo nosotros, los habitantes de este territorio lo podremos hacer, dependemos de nosotros mismos. Cuidémonos unos a otros, hagamos el último esfuerzo por reducir los contagios. Podemos hacerlo, así como hemos superado grandes dificultades en nuestra historia.  Con confianza en nuestras capacidades, esperanza renovada, y fe en el Creador, lo lograremos.

Ernesto Sepúlveda Tornero