Recientemente la región de Magallanes ha sido noticia a nivel nacional. Por el lanzamiento del proyecto de Hidrógeno verde, que una alianza público privada pretende desarrollar en nuestra región. Se trata de una inversión multimillonaria, para desarrollar, la que se espera sea la fuente de energía limpia e inagotable del futuro. En palabras simples, el proyecto busca instalar una planta de generación eólica, que surtirá de energía eléctrica al proceso químico. El Hidrógeno se obtendrá, extrayendo del agua la molécula de hidrógeno, mediante un proceso de electrolisis. Luego, se extraerá CO2 del aire para generar metanol, y combustible sintético. Esta gasolina, podrá usarse en vehículos convencionales. Y no generará emisiones contaminantes.
En el mundo, se
proyecta que será el Hidrógeno, el que reemplazará a los combustibles fósiles,
contribuyendo a las metas globales, de reducción de emisiones de CO2. Expertos del
rubro señalan que será determinante, para que prospere el proyecto piloto de
Magallanes, el menor costo de producción que podría tener. Considerando nuestro
potencial de generación eólica. Sin embargo, un piloto similar se desarrolla en
el desierto de Atacama. La generación solar, permitiría allá contar también con
una fuente inagotable de energía limpia.
La posibilidad
de que el proyecto tenga éxito en Magallanes, depende de razones técnicas y
económicas, pero también de la colaboración y el convencimiento de las
autoridades. Proyectar a Magallanes en un productor de Hidrógeno verde, situaría
a la región en el escenario mundial. Debemos incorporar estas nuevas
perspectivas, en la nueva Estrategia de Desarrollo Regional. Debe involucrarse
el gobierno regional, como lo hizo en el pasado cofinanciando el campo eólico
de Enap. Debe hacerse presente nuestra Universidad regional, aportando técnicos
e ingenieros, que participen desde la etapa inicial del proyecto. Pero,
asimismo, debe establecerse con claridad, que espera la región de una iniciativa
como esta. La trasferencia de conocimientos, la posibilidad de apalancar
proyectos complementarios. A la región le interesa participar en el desarrollo
de las energías del futuro, pero con un impacto real en la población.
Con toda
seguridad, nadie había sospechado siquiera, que Magallanes estuviera con una
perspectiva de desarrollo, tan clara y tan cercana. Pero necesitamos
concretarla, y para eso debe existir un trabajo coordinado de los
desarrolladores privados, de Enap, de la UMAG y el gobierno regional. Ese
liderazgo debe asumirlo el gobernador regional electo por la ciudadanía.
Tenemos la posibilidad
de diversificar nuestra matriz energética, y aportar también a la generación de
energía a nivel nacional, exportando combustibles sintéticos, no contaminantes.
El futuro desarrollo de proyectos de infraestructura portuaria, generando un
nuevo polo de desarrollo y logística, abren para Magallanes perspectivas únicas
que no podemos desaprovechar.
La inversión
pública desarrollada en conectividad terrestre, marítima, aérea y digital, con el
plan de zonas extremas, nos mostró hacia donde podemos apuntar como región. Son
inversiones cuantiosas pero necesarias. Hoy debemos asegurarnos de que esos
proyectos de inversión pública se concreten, y continúen su ejecución, sin
importar el gobierno de turno. Es el camino para generar incentivos para la
inversión privada y la generación de nuevas posibilidades de emprendimiento.
No existe otro
modo de alcanzar el desarrollo. Ni existe otra forma de mejorar la vida de las
personas. En la zona extrema, se requiere contar permanentemente con nuevas
ideas, nuevos proyectos, y nuevas inversiones. La pandemia demostró, la fragilidad
de nuestro modo de vida. La fragilidad de muchas actividades, que se
proyectaban con fuerza hace un par de años. En la definición de la nueva
estrategia de desarrollo regional, deberá considerarse, qué actividades han resistido
mejor, y están en mejores condiciones de crecer. Y cuales actividades van a
requerir de un apoyo más decidido para retomar su empuje.
Las nuevas
perspectivas que se abren con el Hidrógeno verde, son muy grandes. Debemos
prepararnos para aprovechar como región, las potencialidades, las alternativas
que se abren. Conseguir que los frutos de ese incipiente desarrollo, lleguen a
todos los habitantes de la región, será la tarea del nuevo gobernador regional.
Ernesto Sepúlveda Tornero
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