martes, 20 de abril de 2010

UN MUNDO FELIZ

La realidad actual en Chile, nos trae recuerdos de aquél libro que leímos tiempo ha, "Un mundo feliz" del gran Aldous Huxley. Aquí como en el libro se puede apreciar la existencia de "hombres alfa", "hombres beta". Los hombres alfa de Chile serían la huestes de numerarios, supernumerarios y demases, todos con su correspondiente post grado en universidades extranjeras, y egresados de la ponti cato, que hoy habitan las oficinas ministeriales y reparticiones del aparato estatal. En el nuevo Chile, los hombres beta serían el resto de los mortales, que estaríamos encargados de trabajar sin chistar, sin cuestionar, sin preguntar. Los que tenemos que sudarla a morir, ojalá las 24 horas del día y los siete días de la semana, en una jornada de trabajo sin fin, y con alegría, entusiasmo, coraje, empuje y tesón, ojalá sin cobrar horas extras.

En la nueva forma de gobernar, los trabajadores y sus dirigentes están relegados a un segundo o tercer plano, todos trabajamos para un gran supermercadista, para un retailer, ya no somos trabajadores sino "colaboradores", no hay que perder nunca la sonrisa, numerosas cámaras están registrando minuto a minuto lo que pasa en tu trabajo. No hay que perder el ánimo, seguir empujando, hay que levantar Chile, y cualquier sacrificio vale la pena. Aunque en el camino vayan quedando nuestras aspiraciones, nuestros derechos, y nuestra dignidad.

En este nuevo mundo feliz, todos vamos a ser "emprendedores", todos vamos a ser pymes, vamos a ser empresarios, vamos a gestionar nuestro propio negocio, vamos a saber del mercado de valores, de exenciones a utilidades reinvertidas, a beneficios tributarios para las donaciones. En el nuevo Chile, no habrá más Mideplán, será reemplazado por un directorio de ejecutivos de grandes empresas, quienes definirán los cursos de acción, no se requerirá la ley de presupuestos, porque vamos a gastarnos todos los ahorros en hacer todo lo que había antes, mejor, y en más corto tiempo. Chile ya no necesitará velar por los recursos futuros, todo se financiará con una teletón permanente, donde todos seremos solidarios, y entregaremos no sólo un pequeño aporte, sino que seguiremos la orientación de consejeros de la Obra, que nos animarán a entregar todo el sueldo. Así seguro que nos estaremos santificando en nuestro oficio.

Cada día que pasa vemos con agradecimiento como nos ha cambiado la vida, los valores, los gustos, en este nuevo Chile. Ojalá que todo esto no se acabe en cuatro años, porque como dice la Isabel Parra "Pasaron volando Michelle", y queremos seguir todos como protagonistas de nuestro propio "reality", uno que no se acabe nunca.

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