Esta semana, la realidad superó a la imaginación. Por el lado menos esperado, vino la respuesta al conflicto político del tercer retiro de fondos de pensiones. Ante un presidente Piñera, obstinado en su propósito de repetir la fórmula de diciembre, en el Tribunal Constitucional. Pretendía bloquear el proyecto aprobado abrumadoramente en el congreso, para luego conseguir votos para su propio proyecto de retiro. Pero nadie adivinó la votación del TC, de integrantes mayoritariamente de derecha (cinco consejeros más el voto dirimente de la presidenta Brahm). Por 7 votos contra 3 declararon inadmisible el requerimiento. El presidente estaba tentado a vetar el proyecto, pero finalmente los candidatos presidenciales del bloque, le advirtieron del efecto electoral que eso tendría. Finalmente, el proyecto fue promulgado, y a partir de este lunes, millones de personas, efectuarán su solicitud de retiro. Se espera que unos 13 mil millones de dólares, salgan de los fondos de pensiones de los trabajadores, un 6,4% del PIB del país.
En medio de la
presión de La Moneda, para que el congreso cediera, y para conseguir un voto
afín en el TC, una figura impensada hace unos meses, se alzó por sobre todas,
opacando incluso al presidente Piñera en los medios de comunicación. La
presidenta del senado Yasna Provoste. Ex ministra de educación de la presidenta
Bachelet, acusada constitucionalmente por la derecha. Que vivió un autoexilio
en Canadá, para retornar años después a Atacama, venciendo primero como
diputada y hoy como senadora. Algunos incluso, han llegado a mencionarla como
candidata presidencial, debido al liderazgo y a la firme convicción, con que ha
logrado destrabar la relación política, con un gobierno que se derrumba.
Para tranquilidad de
muchos, la presidenta del senado, se apuró en descartar cualquier intención de
opacar a su camarada Rincón, precandidata de la DC a las presidenciales.
En el intertanto,
el Centro de estudios públicos, aplicaba su denominado “Estudio especial”, una
encuesta telefónica, durante el mes de abril, donde se consulta de casi todos.
Menos de lo que todos deseamos saber. No hubo preguntas sobre la constituyente,
tampoco sobre gobernadores regionales. Y la principal interrogante, acerca de
la elección presidencial, tampoco se realiza una pregunta de intención de voto,
de preferencias, o de aprobación. Esto provocó las críticas de expertos, de
consultoras de opinión, como Marta Lagos, directora de Mori y de Latino
barómetro, que el 30 de abril en CNN Chile, explicaba a Fernando Paulsen “Hay
una pregunta que lleva a un error gigante por parte de los medios de comunicación,
que es la pregunta de valoración positiva. Que no es lo mismo que aprobación”.
Tal como lo advierte la experta, los medios replicaron, hasta la saciedad, los
supuestos pronósticos electorales. Incluso se vio a figuras políticas, tratando
de sacar provecho, de una información errónea.
Lo cierto es, que
estamos a 12 días de la elección mas importante de nuestra historia. Se ignora
si el desprestigio del gobierno, afectará a lista de constituyentes de su
sector, o a la de gobernadores regionales. Como las campañas han desaparecido
de las calles, no existe la percepción de que sector político ha tenido mayor
despliegue. Si es por recursos económicos, los obtenidos en los aportes
legales, regulados por el Servel, los partidos políticos superan ampliamente a
los candidatos independientes. Y dentro de los partidos, los de derecha se
llevan la mayor tajada. Los montos totales de la campaña electoral en curso,
ascienden a la nada despreciable suma de 5 mil millones de pesos, de los cuales
sólo 200 millones figuran gastados en la red social Facebook. Lo que en principio
daría cuenta, de que se estaría privilegiando la campaña a la antigua, con
despliegue de activistas, impresión y entrega de volantes, etc. Los candidatos
independientes, con menos recursos, pero con creatividad, podrían dar una
sorpresa, usando intensivamente los recursos tecnológicos.
En el ámbito
presidencial, es donde tenemos el mayor problema. Hoy en Chile no existe
ninguna figura política, ningún liderazgo, capaz de encantar a la mayoría de la
población. La derecha gobernante, cuenta con una pléyade de candidatos y una
candidata, pero no tiene a una figura indiscutida. Una figura que sintetice o
represente todas las voces. Tiene a un
gobierno, encabezado por su sector, que se hunde en la aprobación ciudadana.
Con un presidente que no da pie con bola. Y parece gobernar rodeado de
besamanos, incapaces de decirle que está equivocado. No es un buen eslogan de
campaña, pretender dar continuidad, al peor gobierno de los últimos 30 años.
Pero si el gobierno es malo, la oposición es peor. Si solamente fueran capaces
de ponerse de acuerdo en lo mínimo, en lo básico, podrían con toda certeza
obtener la victoria en noviembre. Pero la lucha de egos, la eterna hoguera de
vanidades consume a viejos y jóvenes candidatos y candidatas. Como decía un
histórico dirigente político “Todos encuentran, que bailan mejor que el resto”.
Hace falta la claridad para distinguir lo principal, de lo accesorio. Poner por
encima de todo el interés general, más que el del partido, grupo, tendencia, o
movimiento.
Dentro de las
preguntas no observadas técnicamente del “Estudio especial” del CEP, es
interesante, la que pedía a las personas se clasificaran en una escala de 1 a
10, de izquierda a derecha. Un 20% se identifica con la izquierda, un 19% con
la derecha, y un 41% con el centro político.
Son datos, que deberán corroborarse con los resultados de 15 y 16 de
mayo, por mi parte, creo que la mayoría del país, es gente sensata, prudente.
Que no está ni con el neoliberalismo a ultranza, ni con el colectivismo
impuesto por un régimen de partido único. A esta fecha el hipotético universo electoral,
estaría conformado mayoritariamente por personas de centro - izquierda. Esto
explicaría el rechazo que tiene el diseño político implementado por la alianza
de partidos de la derecha chilena.
Dar
continuidad a un diseño que fracasó estrepitosamente, sólo serviría para
alimentar una llama, que aún no acaba de apagarse. El descontento social, que
llevó al estallido, se cierne sobre este gobierno y sobre el gobierno futuro.
La única solución es buscar respuestas efectivas, concretas, viables. Es una
responsabilidad de todos los políticos, y de la sociedad toda. No hay victoria
alguna, en recibir un país destrozado y en llamas. Hay que evitar mas
sufrimiento, evitar mas enfrentamiento. Sentar las bases de un consenso mínimo.
Es la antesala de lo que construirá en los próximos años la constituyente. Pero
es ineludible hacerlo ahora, no podemos hacer esperar a los que viven en la
desesperación y la angustia.
Las elecciones
mostrarán un camino. Pero no se puede esperar para resolver los problemas del
país. Una vez más, celebro aquí el liderazgo de la presidenta del senado, que
ha encabezado el dialogo de la oposición con La Moneda. Es hora de la gran
política, la que es capaz de construir acuerdos, y avanzar sin dejar de lado
las convicciones. Mas de alguna figura de la rancia política populista, ha
pretendido enlodar este proceso, pero es el camino correcto. Es lo que Chile
espera. Dejar de lado la confrontación, la odiosidad, y dar paso al encuentro,
al entendimiento amplio, para salir de la crisis.
Ernesto Sepúlveda Tornero
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