Siento ganas de correr hasta ti,
mirar tu rostro de princesa inca, abrazar tus pies, tus muslos,
y beber la miel de tus pechos.
Quiero ver tus pestañas de mariposas,
dejar volar tu cabello, mas negro que la noche mas negra.
Quiero atrapar tu sonrisa con un beso,
arrancar tu gemido, de paloma herida,
mordiendo tu cuello,
elástico y perfecto, fuerte,
suave y aromático como flores silvestres.
Quiero capturar tu cintura con mi abrazo,
y apretarte contra mi cuerpo de Coigüe, de Laurel, de Mañío y de Roble,
para hacerte desfallecer de amor,
para fundirme contigo,
hasta que fatigados y felices,
dejemos dormir nuestros cuerpos,
sobre una nube desordenada, tempestuosa,
que se alza sobre el mundo imponiendo su presencia terrible y temerosa.
Entonces, despertarás allí, a mi lado,
y descubrirás que estás viva,
que quieres morir de nuevo en mi abrazo,
y serás mi reina, serás mi esclava,
y yo seré tu dios y seré tu esclavo.
Entonces, sólo entonces, podremos estar juntos.
San Francisco de la Selva de Copiapó, 12 de Mayo 2002.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario